Otra vez en Brasil: el momento en el que la policía tiró gas lacrimógeno contra los hinchas de San Lorenzo

El partido de vuelta por los octavos de final de la Copa Libertadores entre Atlético Mineiro y San Lorenzo se vio interrumpido alrededor de los 80 minutos del segundo tiempo mientras iba 1-0 por incidentes en las tribunas del estadio Arena MRV de la ciudad de Belo Horizonte, Brasil, luego de que la Policía local arrojara gas lacrimógeno contra los hinchas argentinos del ciclón.

El árbitro del encuentro no dudó en frenar el partido aunque faltaban 10 minutos para el final luego de ver que distintos jugadores de ambos equipos presentaban molestias ocasionadas por la exposición al gas pimienta que llegó hasta el campo de juego.

Se trató de un duro encuentro en donde la intensidad estuvo desde el primer minuto tras el empate 1 a 1 en el Nuevo Gasómetro de la ciudad de Buenos Aires hace una semana. Es así que el calor del partido se trasladó hasta las tribunas con cantos entre ambas hinchadas que, como la mayoría de partidos entre equipos argentinos y brasileños, no está exento de provocaciones y cargadas.

Además de los gases lacrimógenos que utilizó la policía para dispersar a los hinchas y arrinconarlos en las tribunas, a través de diferentes videos se pudo observar bastonazos, golpes y empujones hacia los seguidores del ciclón.

Como suele ocurrir ante este tipo de eventos, las cámaras de las transmisiones oficiales de televisión desviaron la mirada del caos vivido en las tribunas y se concentraron en la afección de los jugadores.

Los jugadores enseguida salieron del campo de juego y se refugiaron en los bancos de suplentes en busca de agua para aliviar el picos y el escozor en los ojos y la cara que ocurre tras verse expuesto a los componentes del gas lacrimógeno que genera irritación y picazón.

Una vez controlada la situación se jugaron los últimos minutos. En ese tramo final, San Lorenzo no logró convertir y quedó eliminado en la Copa Libertadores por el resultado del global: 2 a 1 en favor de Mineiro.

Otra vez en Brasil

Lo sucedido el martes por la noche, enseguida recordó algunos de los más recientes actos de violencia e incidentes también ocurridos en suelo brasileño en los últimos años. Uno de ellos ocurrió en el partido entre Fluminense y Argentinos Juniors de agosto de 2023 cuando ya había finalizado el encuentro. El equipo argentino había perdido 2 a 0 en el partido de vuelta, con un marcador global de 3 a 1, y se quedaba así afuera de la Copa Libertadores. Pero las cámaras de televisión y los hinchas del “Bicho” dejaron de prestar atención a lo que sucedía en la cancha y voltearon la mirada a lo que pasaba en la tribuna de la parcialidad visitante en estadio Maracaná, donde la Policía de Brasil, con sus cachiporras en mano, golpeó con dureza a varios de los simpatizantes. “Con la gente y las familias no”, escribió el club de La Paternal en sus redes sociales para manifestarse en contra de la violencia y de las agresiones que sufrieron en el estadio Maracaná y citó al Fluminense.

Otro hecho similar sucedió en la previa de la final de la Copa Libertadores entre Boca y Fluminense en Río de Janeiro. La policía carioca reprimió a hinchas xeneizes que se encontraban en la playa de Copacabana y hubo argentinos detenidos. El enfrentamiento comenzó luego de que simpatizantes del rival del club argentino comenzaron a acercarse a los hinchas que estaban congregados en el puesto 2 del popular balneario, donde está ubicado el Fan Zone dispuesto por la Conmebol, a partir de lo cual las fuerzas de seguridad locales se acercaron, lanzaron gas lacrimógeno y bombas de estruendo y dispararon balas de goma.

Asimismo, uno de los acontecimientos más importantes fue lo sucedido en el partido de Eliminatorias entre Argentina y Brasil. El clásico sudamericano por la sexta fecha de las Eliminatorias, se demoró casi media hora por una trifulca que se desencadenó entre los hinchas de ambos seleccionados, y que la policía, en su intento de separar a los fanáticos albicelestes, agigantó con una violenta represión. Todo comenzó cuando los argentinos reaccionaron de mala manera a los silbidos brasileños al himno nacional argentino, lo que derivó en insultos, revoleo de los asientos plásticos de un lado a otro y la poco amigable acción policial sobre las gradas.

De inmediato, los futbolistas de ambas selecciones se acercaron al sector, e incluso algunos jugadores de la Scaloneta llegaron bien cerca del sector para interiorizarse por la salud de las personas, hasta que decidieron retirarse. Alrededor de 50 hinchas argentinos bajaron de la tribuna a la cancha en medio de las corridas, mezclados con la seguridad y los jugadores. El más activo fue Emiliano Dibu Martínez, que a los gritos quiso treparse a ese sector del estadio para frenar los palazos de la policía. Messi decidió que no se jugaba y el equipo volvió al vestuario. Hubo heridos, atendidos y detenidos.

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