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Scaloni amontona habilidosos en la selección, pero debería definir mejor los roles en el ataque
En todo análisis se parte de la base que no se puede dejar de lado la pandemia y el receso como factores influyentes. Pero si hubo un común denominador en el ciclo de Lionel Scaloni fue que el entrenador se inclina por juntar entre los titulares a futbolistas con buen pie, habilidosos. Lo que se observó ante Ecuador, en el triunfo 1-0 en la Bombonera, en la presentación por las Eliminatorias Sudamericanas, no fue la excepción. Pero también se repite desde la imagen es que el DT debería definir mejor los roles en el equipo para que las características se complementen y potencien (en lugar de superponerse).
Si la Argentina salió a jugar desde el esquema 4-2-3-1, con un doble 5 entre Leandro Paredes y Rodrigo De Paul (dos ex enganches en su nacimiento como futbolistas en Boca y Racing, respectivamente), más Acuña, Messi, Ocampos y un centrodelantero como Lautaro Martínez, con gestos técnicos notables, llama la atención que las búsquedas no hayan sido más fluidas. Al menos desde la intención. No solo se repetían en la intención de pases largos, sino que también eran lentos, anunciados, predecibles. Y eso favorecía el corte con infracción de los adversarios.
En esa dirección opinó Paredes luego del partido: "Nos sentimos muy cómodo y nos entendemos muy bien con De Paul. Si bien no rendimos como queríamos, se ganó y estamos contentos por eso. ¿Si faltó elaboración? Somos conscientes que no hicimos el partido que pensábamos, Ecuador se cerró bien, corrió mucho y eso nos complicó, nos impidió hacer el partido que queríamos. El error nuestro fue jugar al ritmo de ellos y teníamos que cuidar más la pelota. Erramos más pases de lo común y era un partido para jugar más corto y buscar otras asociaciones", dijo el futbolista de PSG. De Paul y Paredes tienen clase, pero podrían jugar mejor incluso, explotar más sus virtudes, si jugaran más cerca del arco rival que del propio.
Es cierto que hubo imprecisiones, y eso es lógico que suceda en medio de un mundo condicionado por el coronavirus y la falta de partidos con continuidad; pero también hubo errores de concepto en la toma de decisiones. Sucedió en todo el campo, pero ya desde las salidas desde el fondo que el "primer pase" de la Argentina quedaba lejos de cualquier receptor. Y hubo un exceso, desde el posicionamiento, de pretender hacer anchos los avances ocupando todo el campo, pero estaban tan separados entre sí que todos los pases quedaban lejos. Se jugó largo en lugar de apostar a las entregas cortas que permitan asociaciones y progresiones escalonadas. Así, la Argentina casi siempre atacó en inferioridad numérica. Entonces, se podía generar una proyección con el tándem Montiel-Ocampos, pero Acuña (el mediocampista opuesto) nunca llegaba a respaldar esa jugada. Y, si lo hacía, llegaba tarde o con un movimiento forzado.
1 - La única vez que Messi tocó la pelota en el área de Ecuador [R][R] fue en el gol de penal que le dio la victoria a @Argentina [R][R]. Alejado. pic.twitter.com/4uTAMcTl9P&— OptaJavier (@OptaJavier) October 9, 2020
Scaloni necesita definir mejor los roles para que sus futbolistas sepan más específicamente cómo pretende que ataque la selección: quién pica, quién pasa, quién filtra, quién finaliza. ¿Todos pueden llegar al gol? Sí, claro, ahora es preferible que si la selección genera diez chances por partido, cuatro le caigan para definir dentro del área a Lautaro Martínez. Por eso la especialización también define los roles. No fue el caso ante Ecuador, donde todo el equipo albiceleste apenas contó con tres situaciones, una de ellas el penal. Lo único claro, por ahora, es que Messi se ubicará por el centro y eso condicionará las posiciones de los demás. Pero el tema es el camino a utilizar, que entre lateral y volante externo tengan un mayor feeling y entendimiento para generar pero también para finalizar las jugadas. Lautaro Martínez es el 9, pero casi no recibió pelotas de frente al arco rival.
La única pelota que Messi tocó dentro del área de Ecuador fue la del penal. Lo mejor de De Paul –ofensivamente- fue en el descuento del segundo tiempo, cuando recibió en la medialuna del área rival y remató desde afuera apenas desviado. Está claro que De Paul y Paredes pueden iniciar las jugadas, pero -en su esencia- están las finalizaciones, ya sea con asistencias y pases filtrados o remates de media distancia, algo que habrían servido todavía más desde lo estratégico ante rivales que se cierran bien como Ecuador. ¿Pero cuántas veces pudieron llegar a esa posición?
La selección tuvo movilidad, hasta Messi se movió siempre en ataque tratando de despegarse de la marca ecuatoriana, pero la mayoría de las veces los futbolistas generaron desmarques sin contenido, sin ser respaldados por la posesión y las asociaciones. No hubo continuidad de jugadas. Fue el primer partido, pero Scaloni deberá intensificar en la búsqueda de los caminos y la definición de los vehículos con los que pretende que la Argentina ataque. El buen pie está, pero sin roles definidos ni una ruta clara, la tenencia se esfuma en la intrascendencia.
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