San Lorenzo - Fortaleza, por la Copa Sudamericana: el Ciclón, de los 6 puntos en el tobillo de Adam Bareiro al gol en contra de Augusto Batalla que lo dejó masticando bronca

En un final increíble, San Lorenzo perdió ante Fortaleza 2-0 en el Nuevo Gasómetro, resultado que lo dejó masticando bronca porque había merecido llevarse los tres puntos y encima se quedó con las manos vacías en el final por el gol en contra de Augusto Batalla y el contraataque finalizado por Guilherme. Además, porque retrocedió en el Grupo H de la Copa Sudamericana. Así, se impone en la cima el equipo brasileño (6 puntos contra tres del Ciclón). Se le hizo cuesta arriba el partido a los dirigidos por Insua, que mantuvieron la base titular y no rotaron futbolistas, pero sufrieron el juego brusco visitante, con 14 infracciones y 5 amonestados.

El Ciclón salió con el libreto de siempre, con el equipo ideal de Rubén Insua: Con el esquema 3-4-3, y la delantera ideal compuesta por Andrés Vombergar, Adam Bareiro y el Perrito Barrios. El resto del equipo, sin misterios, con Batalla en el arco y una defensa con Gattoni como líbero y los centrales Rafael Pérez y Gastón Hernández. En el medio campo, los laterales volantes Giay (por la derecha) y Braida (por la izquierda) y centralizados el juvenil Francisco Perruzzi y Jalil Elías. Elías arrancó jugando con una máscara protectora en el rostro por la fractura en la nariz y el traumatismo de cráneo sin pérdida de conocimiento que venía de sufrir ante Talleres, pero en medio del primer tiempo se la quitó.

Y generó dos llegadas en tres minutos, la más clara con un remate de Braida entrando por el segundo palo que terminó en el córner. La primera, un centro del Perrito Barrios sufrió un desvío y el arquero tuvo que mandar el balón al tiro de esquina. El ataque de San Lorenzo se hizo sentir como local, aprovechando el empuje de sus hinchas y buscando hacerse ancho para abrir a la defensa visitante y llegando con varios futbolistas a pisar el área.

Braida fue el más peligroso del Ciclón. Se mostró siempre como alternativa para desbordar por la izquierda y para “atacar el espacio” cuando era buscado por sus compañeros, pero también animándose a rematar desde afuera del área, como intentó a los 26 minutos aunque encontró una buena respuesta del arquero Fernando Miguel.

Lo mejor del partido

El equipo brasileño, dirigido por el argentino Juan Pablo Vojvoda, esperó en su campo y buscó salir rápido de contraataque. Pero a los 16 minutos debió hacer un cambio obligado: Silvio Romero (exIndependiente) debió reemplazar a Juan Martín Lucero, que se retiró con una molestia muscular. Puesto por puesto, el centrodelantero ingresaba con el historial de haberle marcado cuatro tantos al Ciclón con las camisetas de Lanús y el Rojo. Y por la vía del contraataque llegó un desborde de Moisés por la izquierda y un centro atrás que no logró impactar del todo bien Romero.

Además de Lucero y Romero (y el DT Vojvoda), los otros argentinos en Fortaleza fueron Tomás Pochettino, mediocampista exRiver que el entrenador tuvo en sus pasos por Talleres y Defensa y Justicia, y Emanuel Brítez (exUnión). El central tuvo un duelo aparte con Bareiro. Y en uno de esos movimientos el 9 del Ciclón sufrió un corte en su tobillo izquierdo, pero siguió jugando y casi marca a los 45 minutos con una mediavuelta que sacó en gran reacción el arquero. Todo nació de un muy buen anticipo ofensivo de Perruzzi. En el entretiempo le dieron 6 puntos en el tobillo de Bareiro para que pueda seguir en el campo de juego. Otra muestra de la personalidad del delantero.

A los 7 minutos del segundo tiempo, Bareiro tuvo una chance inmejorable: recibió una asistencia de Elías desde la derecha al punto penal y el 9 la tiró por arriba del travesaño. Hace unos meses hubiera terminado en gol. También lo tuvo Vombergar, de pelota parada.

Insua movió el tablero y puso a Iván Leguizamón en lugar de Bareiro, corriéndose Vombergar como 9 al centro del ataque. También mandó a la cancha a Gonzalo Maroni y Nicolás Blandi para ser más ofensivo. Lo tuvo Barrios con un derechazo, pero otra vez salvó el arquero Fernando Miguel.

San Lorenzo merecía más y dejó el corazón, pero lo perdió en el último minuto con un gol en contra de Batalla (tras una pelota parada) y un contraataque finalizado por Guilherme. Otro dato sorprendente, ver que le conviertan goles en el Nuevo Gasómetro. Y dos en dos minutos. Incluso pudo sufrir un tercero, pero el VAR lo anuló correctamente por mano. El fútbol puede tener mala fortuna y ser cruel. El Ciclón fue testigo en una noche fría de abril.

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