Encontrá resultados de fútbol en vivo, los próximos partidos, las tablas de posiciones, y todas las estadísticas de los principales torneos del mundo.
San Lorenzo no tiene paz: perdió 3-1 con Defensa por la Superliga y hubo insultos para todos
Las protestas de viva voz se multiplican. San Lorenzo no puede encontrar esa dosis de tranquilidad que logre cambiar el clima de tensión en el que está inmerso desde hace algunas semanas. En su casa perdió contra Defensa y Justicia por 3-1 y sumó la quinta caída en sus últimos seis partidos y la tercera consecutiva. Demasiada hostilidad tuvieron los últimos días del Ciclón, un club que no puede recuperar la paz.
San Lorenzo tuvo un auspicioso comienzo de temporada en el torneo local. Sin embargo, su rendimiento se fue apagando con el correr de los compromisos. En el medio sufrió varias derrotas que dejaron su huella (Boca, Central Córdoba de Santiago del Estero y Huracán) y Juan Antonio Pizzi habló de "partido espantoso" en el último clásico y de "falta de profesionalismo". Aunque en la semana el entrenador le bajó el tono a sus declaraciones. "El enojo fue conmigo mismo". Por esas cuestiones, para el Ciclón la dificultad de repetir los once se hizo una constante y frente a Defensa en el Nuevo Gasómetro no fue la excepción. Un claro ejemplo es en su ataque, puntualmente con el centro delantero. En los últimos cuatro encuentros, el DT utilizó a cuatro futbolistas diferentes: Adam Bareiro (Banfield), Nicolás Blandi (Central Córdoba), Ángel Romero (Huracán) y el juvenil Alexander Díaz (Defensa y Justicia). Dentro de esos esquemas nunca hubo espacio para Adolfo Gaich. Ninguno de los cambios aportó soluciones.
Las situaciones conflictivas, disparadas por la derrota en el clásico, comenzaron de entrada. Así, los primeros minutos fueron un manojo de nervios en el Bajo Flores. En la platea Sur se podía leer una bandera que decía: "Basta de mercenarios". No obstante, al rato fue retirada. Eran indicios. Y vale repasar cronológicamente lo que fue sucediendo, para tratar de entender los días de tensión que vive el mundo San Lorenzo. Apenas el árbitro Darío Herrera pitó el inicio del encuentro, desde la popular local se escuchó el clásico "la camiseta se tiene que transpirar". Y fue en ese mismo momento que llegó la apertura del marcador. Ángel Romero (con la ayuda de Rafael Delgado) empujó la pelota tras un cabezazo de Fabricio Coloccini y con algo de suspenso marcó el 1-0. Parecía un sedante en medio del dolor.
El resumen del partido
Pero el Halcón respondió rápidamente. A los 5 minutos, una buena maniobra colectiva que comenzó en los pies de Raúl Loaiza terminó en la cabeza de Alexis Castro, que puso el empate tras una floja respuesta de Nicolás Navarro en el área chica. Claro, vale recordar que Castro está a préstamo en Defensa y Justicia. Su pase pertenece a San Lorenzo, donde tiene contrato hasta 2021. En Boedo el volante disputó 28 partidos y no marcó goles. Ahora celebró con la camiseta amarilla y verde.
Allí volvió esa mezcla de nerviosismo y crispación al Nuevo Gasómetro. Una situación que marcó la atmósfera en un estadio efervescente cargado de lamentos y reproches. El principal apuntado fue Nicolás Navarro. "Poné a Torrico, la p…"., fue el cántico que bajó de las tribunas. De todos modos, a medida que corrieron los minutos el enojo se fue haciendo general: "Jugadores… a ver si ponen huevos, que no juegan con nadie", retumbó. Con los brazos en jarra, resignado, Pizzi miraba pegado a la línea lateral.
Mientras, ordenado y apelando al rigor físico, Defensa y Justicia nunca se fue del partido. Resultó un rival muy duro, con jugadores que no le huyeron al choque y se sintieron muy cómodos en el juego aéreo. A los 25, Fernando Márquez recibió la pelota al borde del área y marcó un golazo para dejar el resultado 2-1 a favor del equipo de Mariano Soso. Antes y después de esa jugada, los visitantes llegaron con peligro y pudieron marcar un par de goles más.
El equipo de Pizzi padeció los primeros 45 minutos de principio a fin. En ese lapso hizo todo mal, fundamentalmente por sus errores en defensa y la ausencia de coordinación en los pases. Nadie era capaz de hilvanar una jugada colectiva. En definitiva, falta de naturalidad, de frescura, de serenidad. Entonces es ahí cuando las responsabilidad vienen acompañadas de algunas ataduras. Es comprensible que en un clima hostil cueste soltarse, pero el flojo rendimiento azulgrana viene de arrastre. Sumado a eso, Fernando Belluschi se fue lesionado –esguince medial en la rodilla izquierda– y se marchó de la cancha entre una mezcla de silbidos y tibios aplausos.
El arranque del segundo tiempo fue todavía peor para los de Pizzi. Navarro volvió a fallar en un córner y Rafael Delgado anotó el 3-1 de cabeza. Otra vez pegaban los visitantes, mientras San Lorenzo era un desconcierto. En la jugada siguiente –tras un error de Gianluca Ferrari con su equipo posicionado en ataque– Nicolás Fernández quedó mano a mano con Navarro, pero definió a las manos del arquero. El Halcón advertía que la línea de fondo local –desconexiones, piernas tensas– era demasiado vulnerable. No es casualidad que los de Boedo hayan recibido nueve goles en sus últimos tres compromisos.
El "que se vayan todos" atravesó todo el estadio. También hubo reproches al presidente Matías Lammens. En un partido tan desquiciado resulta complejo rescatar algo positivo de San Lorenzo. No tuvo jugadas colectivas armadas decorosamente. Mantuvo esa línea de juego insulso y falto de profundidad. Es difícil desviar la mirada del contexto y centrarse en otras cuestiones que no sean el clima tenso que se vivió en el Nuevo Gasómetro. Al equipo de Pizzi le sobran demasiadas incertidumbres como para respirar aliviado de una vez.
San Lorenzo y Defensa y Justicia jugaron seis partidos, todos desde 2014 a la fecha. El Ciclón ganó cuatro y el Halcón de Varela los otros dos.
Otras noticias de Superliga
- 1
Torneo Apertura y Clausura 2025: cuándo empieza la competencia en el fútbol argentino
- 2
Yuta Minami, el arquero japonés que se metió un insólito gol en contra en su partido despedida... ¡y llamó al VAR!
- 3
Simeone, De Paul, Álvarez, Molina: el Asadito mecánico del Atlético de Madrid cocinó un triunfo histórico en Barcelona
- 4
Un show de Estudiantes, que le ganó sin problemas a Vélez y conquistó el Trofeo de Campeones