Román, dueño del duelo

Por Bruno Distéfano

Para LA NACION

El fútbol argentino esperó con cierta ansiedad y nerviosismo el cierre de la octava fecha. Boca recibió a Estudiantes. Y la pelota empezó a rodar cargada de tensión. El cumpleaños de Boca y el marco excepcional, la posibilidad para el equipo de la Ribera de enhebrar dos triunfos, Palermo y su sequía, Palermo y su ex club, que el último campeón siempre genera expectativa y es, junto con Vélez, el equipo más sólido? pero el duelo Juan Román Riquelme vs. Juan Sebastián Verón se robó las luces.

Riquelme fue recibido con un clamor envidiable, mientras que Verón lo hizo sumergido en una silbatina ensordecedora y con el canto: "El que no salta en un inglés". El público xeneize fue muy hostil con el capitán de Estudiantes. Ambos se saludaron afectuosamente cuando se cruzaron antes del partido.

El 10 xeneize ganó el duelo. No por el score final en sí, sino por lo que influyó cada uno. Riquelme se paró claramente de delantero por izquierda, Boca no juega con un solo punta. Desde esa posición arrancó, con la marca de Federico Fernández e intentando asociarse para "adentro". Sin haber entrado mucho en juego en los primeros minutos, se hizo protagonista desde las pelotas paradas. En el tercer tiro libre empató el partido con un golazo: "Siempre que voy a patear tengo la sensación de que la voy a meter. Si no, se lo dejo a otro", dijo.

"Ganamos ante un gran equipo. Sabíamos que venían de jugar por Copa y que el partido iba a ser parejo, que no nos iban a regalar nada. El partido fue parejo, tuvimos la suerte de ganarlo sobre la hora", aseguró Román.

En cambio, el capitán Pincha no tuvo un buen partido. Se paró por delante de una línea de cuatro volantes y su función fue no dejar jugar a Somoza. Pero la ecuación se invirtió: Somoza le ganó durante todo el partido. Las trabadas, las divididas, los saltos. Verón es siempre claro con la pelota en los pies, toma buenas decisiones y es preciso. Pero ayer el equipo no ofreció variantes y opciones para las descargas. Verón sintió el cansancio propio y del equipo, no supo ser respuesta a la embestida de Boca. "La verdad es que estaba tan cansado dentro de la cancha que no pude ver a quienes tenía a mi alrededor. Por eso no sé cómo jugó Riquelme", dijo cuando se retiraba del estadio.

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