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River y las joyas detrás de Julián Álvarez: los nombres de las inferiores que también piden pista y se destacan para conseguir el campeonato local
Las respuestas que buscaba Marcelo Gallardo las empezó a encontrar en el lugar que más añora: las divisiones menores; frente a San Lorenzo no sólo se destacó Alvarez, autor de los tres goles
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El 2021 para River está marcado por las dificultades y la irregularidad. Marcelo Gallardo se cansó de buscar alternativas de apellidos, sistemas y planes de juego para potenciar a su equipo. Quizás le costó por demás alcanzar el actual estadío de tranquilidad y conexión entre los resultados y los rendimientos, pero las respuestas que buscaba las empezó a encontrar en el lugar que más añora: las divisiones inferiores. Este domingo le ganó 3-1 a San Lorenzo, sumó su sexto triunfo consecutivo y le sacó cuatro puntos de diferencia al escolta Talleres en la cima de la Liga Profesional. Pero el público millonario se fue envalentonado del Monumental porque se deleitó con las joyas de la cantera. Julián Álvarez se llevó todos los reflectores con un hat-trick en otra actuación excepcional, pero Felipe Peña y Santiago Simón lo acompañaron en el podio de los rendimientos y Benjamín Rollheiser y Enzo Fernández también aportaron lo suyo. De Núñez para el mundo.
En un partido crucial para las aspiraciones de River en el torneo, los jóvenes dieron la cara. Una vez más. Con cinco futbolistas surgidos de las bases formativas en el equipo titular (Peña, Martínez, Simón, Rollheiser y Álvarez), la energía, el talento y la creatividad de los chicos le permitió al equipo de Gallardo dar vuelta un partido que se le hacía cuesta arriba. Sin poder tener los mejores destellos de su fútbol en tramos sostenidos del partido, superó con el poder de fuego de sus promesas a un tímido y tacaño San Lorenzo que siempre se supo inferior. Aún con las ausencias de Paulo Díaz, Braian Romero y Matías Suárez y la tempranera lesión de Nicolás De Lo Cruz a los 23 minutos.
Lo mejor del partido ante el Ciclón
Lo de Álvarez ya no sorprende. Con potencia, desequilibrio, lucidez y un olfato goleador en crecimiento, no para de confirmar su presente de selección y su futuro europeo. Es la gran consolidación del año en el fútbol argentino. Anoche se despachó con un triplete para dar vuelta el resultado y sostener a su equipo en lo más alto de la Liga, pero demostró todo lo que Gallardo y Lionel Scaloni ven en él: es un 9 intenso y técnico que juega y hace jugar. Así, ya es el goleador del torneo con 10 festejos y acumula 16 goles y 13 asistencias en 40 partidos de la temporada. Ningún otro jugador del país tiene sus números. Categoría premium y explosiva.
El joven de 21 años rescató a River de un partido que se le hacía cuesta arriba. Porque en los minutos iniciales se impuso el juego de San Lorenzo, que se plantó con un 5-3-2, esperó su momento aferrándose a su orden, cortó los caminos de un River monótono y con poca claridad y lo obligó a jugar más acelerado de lo habitual. En ese tramo, aprovechó para lastimar cuando el partido menos lo esperaba: Nicolás Fernández Mercau estableció el 1-0 con un zurdazo cruzado en un lateral que fue el tercero consecutivo que cayó al área y penetró fácilmente a una defensa millonaria dormida.
Justo tras el cachetazo, entró Enzo Fernández por el lesionado De La Cruz y el viento empezó a cambiar. Cuando parecía que podía marearse, las pinceladas de Álvarez comenzaron a ser un dolor de cabeza para los defensores rivales y una motivación para sus compañeros. Despertó al equipo en un momento necesario con un espectacular remate de afuera del área para marcar el 1-1 tan solo nueve minutos después del gol del Ciclón. Y uno de sus grandes aliados fue Santiago Simón.
Con 19 años, el mediocampista que lleva solo 15 juegos en primera (8 de titular) asistió a la Araña para el empate con una sutil asistencia de caño y luego construyó la jugada del 2-1 a los 20 minutos del segundo tiempo con un exquisito pase en profundidad para romper y permitir el desborde de Robert Rojas por la banda derecha. De esa acción, llegó el remate en el área de Agustín Palavecino que atajó Sebastián Torrico y que Álvarez aprovechó para capturar el rebote y adelantar a River en el marcador. Finalmente, a falta de seis minutos para el cierre, el joven de Calchín marcó su tercer tanto en un mano a mano en el que definió por entre las piernas de Torrico.
Aunque las miradas se posen en la figura estelar de Julián, detrás suyo también se erigió Felipe Peña como un pilar central del equipo en la defensa. Sólido y seguro en la zaga con David Martínez, el juvenil de 20 años completó otra gran actuación en su sexto partido en primera. Y, además, tanto Rollheiser como Enzo Fernández mostraron destellos de su talento y se acoplaron bien al rendimiento colectivo del equipo que creció con el correr de los minutos y terminó aplastando a San Lorenzo.
River volvió a ganar. Lo buscó hasta el cansancio y lo logró. Doblegó a su rival y disfrutó de una noche completa con el auge de sus inferiores. Álvarez brilla, pero los otros jóvenes lo respaldan, lo acompañan y lo ayudan a seguir agigantando su figura. Las respuestas de Gallardo estaban al alcance de la mano.
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