River: Nicolás De la Cruz juega su campeonato paralelo para llegar al Mundial de Qatar 2022

Restan 91 días para Qatar 2022 y Nicolás De La Cruz juega cada vez más fuerte en su campeonato paralelo. En junio pasado, en su más reciente participación con la camiseta de la selección uruguaya, anotó su primer gol en 15 juegos y potenció su sueño de estar entre los 26 elegidos por Diego Alonso para la cita mundialista. Pero hoy no se permite ver más allá del presente. Su foco está puesto en River y en la necesidad de volver a encontrarse con su juego. En medio de un contexto irregular e incómodo del equipo de Marcelo Gallardo, el mediocampista de 25 años busca reinventarse para seguir en el más alto nivel. Y, mientras tanto, su futuro también está en juego: aún no firmó la renovación de su contrato que vence en diciembre.

Después de ser suplente ante Aldosivi (3-0), Sarmiento (1-2) e Independiente (1-0) con buenas irrupciones desde el banco, Gallardo le devolvió la titularidad al uruguayo en los últimos dos partidos: se lució en el 4-1 a Newell’s y tuvo un correcto partido en el 0-0 con Arsenal en un juego chato en el que nadie sobresalió. Más cerca de Enzo Pérez en una posición interna dentro de un esquema que varió entre 4-2-3-1 y 4-3-1-2, De La Cruz volvió a sus bases para sentirse más cómodo: sin estar tan recostado en la banda, le aporta al equipo recuperación, dinámica, pase y remate de media distancia. Pero, claro, aún no pudo recuperar su explosión tan determinante que lo hizo figura entre 2019 y 2021.

A lo largo del año ya acumula 31 partidos jugados (24 de titular) de los 39 que disputó River con 1959 minutos (63′ por juego), cuatro goles y dos asistencias. De acuerdo a los datos de Opta, en la Liga Profesional es el jugador millonario que más faltas ha recibido (23 en 11 encuentros) y el segundo con más remates totales (18 y 4 al arco) en el plantel actual, detrás de Agustín Plavecino (27 y 6). Así y todo, le ha costado encontrar su lugar en un equipo en reconstrucción y ha tenido muchos vaivenes en su rendimiento, aunque para Gallardo es un jugador vital por su variado abanico de recursos y características.

Sin dudas, la lesión que sufrió a finales del año pasado fue un obstáculo demasiado grande e inesperado. Tras ser reemplazado en el 3-1 a San Lorenzo del 17 de octubre de 2021 por una “molestia muscular en el gemelo izquierdo”, los estudios determinaron que padecía una trombosis venosa en el pie izquierdo. Es decir, un coágulo de sangre en el interior de una vena que impedía la normal circulación de la sangre, lo que le producía hinchazón y dolor en su pierna. Por eso, no eran casuales las diferentes molestias musculares que había sentido tanto en el psoas como en los gemelos izquierdos a lo largo de los últimos meses.

Comenzó con reposo y diferentes consultas con un hematólogo y un flebólogo. Luego, inició un tratamiento de mesoterapia y medicación con anticoagulantes, que recién terminó tras los primeros días de diciembre y, como el cuerpo médico no quiso acelerar la recuperación para prevenir un problema de salud aún más grave, no jugó más en el año. Apostó a la pretemporada de verano y quedó trunco el deseo y la promesa de la dirigencia de una posible venta al fútbol europeo: Real Sociedad y Villarreal aparecieron en el radar como posibles interesados en su pase, al igual que Roma y Fiorentina.

Figura del equipo en la Fase de Grupos de la Copa Libertadores en el primer semestre, no pudo estar en la ida en Liniers de los octavos de final contra Vélez por un traumatismo en el tobillo y no se destacó en el juego de vuelta que decretó la eliminación en el Monumental. Ahora, con la Liga Profesional como gran objetivo y tras sondeos que recibió de Botafogo, Atlético Mineiro y Palmeiras de Brasil sin ofertas formales, De La Cruz necesita volver a sentirse importante de cara al Mundial y mientras se resuelve el futuro de su contrato.

De acuerdo a lo que pudo saber LA NACION, en los pasillos del Monumental se asegura que está todo encaminado para la renovación del contrato del volante uruguayo, aunque resta definir la duración: podría ser hasta diciembre de 2024 o diciembre de 2025 con una actualización salarial incluida. Hoy su cláusula de salida es de 22 millones de dólares y ese es otro punto que se sigue debatiendo, ya que podría reducirse el monto. Hoy en Núñez cuentan con un 30% del pase -se pagaron tres millones en agosto de 2017-, mientras que el 70% restante lo tiene Liverpool de Uruguay. Por otro lado, no se descarta la posibilidad de negociar la compra de otro porcentaje del jugador para tener mayor ganancia al venderlo.

Aunque su vínculo vence en diciembre, River tomó una postura muy diferente a la de los casos de Fabrizio Angileri y Benjamín Rollheiser, quienes estuvieron separados del plantel los primeros seis meses del año por no acordar la renovación de su vínculo e irse libres. Según esgrimieron siempre desde la CD millonaria, las situaciones no son comparables: con De La Cruz y su representante Paco Casal siempre hubo charlas positivas y una constante predisposición para acordar una vez que termine el mercado europeo el 31 de agosto, mientras que con Angileri y Rollheiser nunca hubo posibilidades de acercar las partes por sus marcadas posturas.

El próximo miércoles el uruguayo jurará para completar los trámites de la ciudadanía argentina y liberará un cupo extranjero. Y en River esperan poder acelerar a fondo para firmar cuanto antes el nuevo contrato de un De La Cruz que lleva más de cinco años en el club y quiere volver a ser el de antes.

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