Encontrá resultados de fútbol en vivo, los próximos partidos, las tablas de posiciones, y todas las estadísticas de los principales torneos del mundo.
River. Marcelo Gallardo y una noche con varios fastidios: del airado pedido para el penal (que no acataron) al “correctivo” a un defensor
El DT vivió el empate contra Atlético Tucumán con la intensidad de siempre, aunque se lo notó más nervioso que en otros encuentros; “fue una caricia en la espalda”, minimizó
- 6 minutos de lectura'
Si algo caracteriza a Marcelo Gallardo es la intensidad con la que vive cada partido. Esa voracidad por intentar ganar todo lo que River juega es precisamente el secreto de su éxito. Nunca se conforma. Ni siquiera estando arriba en el marcador lo desvía del objetivo.
Y el partido ante Atlético Tucumán no fue la excepción. Porque aunque ya haya pasado poco más de una década desde su retiro, el Muñeco sigue “jugando”. El empate dejó al entrenador insatisfecho con el rendimiento y el resultado. Es que River sigue segundo en la Zona 1 con 23 puntos y una diferencia de +11 goles, pero el final sigue abierto.
De principio a fin a Gallardo se lo vio inquieto. Cuando sobre el final del primer tiempo Facundo Tello sancionó penal, el DT no dudó en pedir que lo ejecute Julián Álvarez. Las cámaras de la transmisión lo captaron cuando gritaba: “¡Hey! ¡El 9! ¡Que patee Julián!”. Sin embargo, el responsable del remate fue Enzo Fernández, que estableció el 1 a 0 con suspenso, porque Campisi estuvo cerca de desviarlo.
"QUE PATEE JULIÁN"
— TNT Sports Argentina (@TNTSportsAR) April 24, 2022
Gallardo, efusivo a la hora de elegir el pateador del penal pero no le hicieron caso: pateó Enzo Fernández y lo cambió por gol pic.twitter.com/zEXhB2SiAS
Tras el partido, y sobre este ítem, Gallardo explicó: “En el penal que convirtió Enzo Fernández siempre dejo que los jugadores decidan y se me ocurrió que estaba bueno que convirtiera Julián Álvarez, porque hace rato que no lo hace, pero no me escucharon. Por eso me hubiese gustado que pateara él”, reveló.
Ni la ventaja ni el descanso del entretiempo hizo bajar la intensidad de Gallardo en pleno partido. Aunque sorprendió su reacción con Marcelo Herrera, cuando el lateral derecho intentó capturar, sin éxito, un cambio de frente de Pavaecino muy comprometido. El DT le pegó un cachetazo en la espalda a su dirigido, mientras le gritaba, con el rostro desencajado: “Que no pique. ¡Que no pique! ¡Que no pique!”
Luego del partido, la efervescencia bajó. Y entonces, Gallardo se acercó al banco de suplentes de Atlético Tucumán y se dio un cariñoso abrazo con Lucas Pusineri, DT del Decano.
En la conferencia de prensa, que comenzó más de una hora después del final del partido, Gallardo minimizó todo con una sonrisa. “¿Cómo le voy a dar un correctivo a Herrera? Si se lo hubiera querido dar, se lo hubiera dado bien. No fue un correctivo, fue una caricia en la espalda. Sabía que la pelota iba a picar y salir. La vi venir... la vi venir y sabía que iba a picar... Me la agarré con el pobre de Herrera, que es más bueno... La pasé mal, vivo mucho así. Pero desde afuera es muy fácil resolver las situaciones. Siempre desde afuera es fácil. Lo que están adentro son los jugadores”.
Además, el Muñeco reconoció: “La pasé muy mal. Teníamos todo para pasarla bien y la pasamos para el culo. No le escapo a la autocrítica: No podemos jugar como jugamos hoy. Hoy era un partido en el que teníamos todo para pasarla bien y la terminamos pasando para el culo. Es el resumen del análisis que tengo para hacer del partido. Nos desconocimos. Es una tarde noche para olvidar”.
Los últimos partidos los vivió con mayor nerviosismo Gallardo. Tras la derrota en el superclásico ante Boca, no pudo evitar molestarse por una consulta que no le gustó. Una crítica de uno de los periodistas que estaba en la conferencia de prensa lo sacó de eje, más allá de que en su discurso pedía que “serenidad”. El entrenador de River miró fijo a su interlocutor y con los ojos cargados de fastidio respondió: “No me voy a sentar acá a hacer una crítica para que vos estés contento con tu pregunta, cuando yo suelo ser muy autocrítico”.
El periodista que inquietó a Gallardo tras el partido con Boca buscó consultar al entrenador por su análisis sobre el mal funcionamiento en la zona defensiva y sobre lo que generó en ese sector la ausencia de David Martínez, que se recupera de una lesión. “Hay muchas críticas por González Pirez y tal vez por la falta de peso ofensivo teniéndolo a Julián sólo arriba ¿Tenés alguna autocrítica? ¿Cómo lo ves vos? ¿Cómo lo analizás?”, expuso el periodista. El DT no pudo contenerse y lo interrumpió: “¿Es una pregunta o es una opinión tuya?”.
La tensión se advirtió de inmediato y Gallardo continuó: “Hay que mantener la serenidad, tranquilo. A mí no me confunden estas situaciones, una derrota, un resultado adverso. Tranquilidad, serenidad. Serenidad, te pido serenidad”.
Y luego de la derrota de River ante Talleres por 1-0, en Córdoba, de entresemana, Gallardo volvió a tener un contrapunto con un periodista en la conferencia de prensa. Y se repitió esa expresión del DT: “¿Es una pregunta o es una opinión tuya?”. Tuvo que ver con una reflexión sobre el gran recambio que había realizado en el equipo por la seguidilla de partidos. Y si la utilización de jugadores que habitualmente no suelen ser titulares no conspiró en el resultado. La palabra que lo molestó, aparentemente, fue “subestimar”.
“De ninguna manera. Jamás subestimo a ningún rival. Tenía que hacer lo que hice y es una responsabilidad mía poner ese equipo en cancha”. Y luego, con un visible enojo, agregó: “Puede ser que haya hecho los cambios tarde, puede ser como no... La idea era darle recuperación a muchos jugadores y el resultado no me iba a confundir. Si no, iba a ser contradictorio”.
Este domingo, luego del empate con Atlético Tucumán, profundizó en el análisis sobre el contexto que vive River: “Acá nunca se le escapa a la crítica ni a la autocrítica. Y lo seguiremos haciendo porque siempre lo hicimos. Y además hay que asumir que tenemos lesionados y en este deporte de contacto son parte del juego. Pero cuando te pasa en todos los partidos, no es normal que se empiecen a caer jugadores importantes todos seguidos”, se lamentó.
Y aclaró: ”Pero quiero aclarar que Nicolás De la Cruz, si no jugó no fue por una lesión sino por una patología de rodilla que viene de hace tiempo. Y en cuanto a Enzo Pérez, el parte médico de ahora dice que no sufrió una lesión muscular. Y cuando me preguntan por Felipe Peña Biafore, quiero decirles que está evolucionando pero todavía no estará disponible para este semestre”, advirtió.
”Lo que nosotros necesitamos es reconocernos y eso lo vamos a tener que lograr jugando, porque no podemos parar ahora ya que el calendario es muy apretado y no hay tiempos de entrenamientos para preparar el partido que viene. Por eso debemos seguir esforzándonos, porque cuando no lo hacemos y nos caemos físicamente, el equipo lo siente”, reconoció Gallardo, que buscará que River mejor sus niveles individuales y colectivos de manera inmediata.
Seguí leyendo
Faltan dos fechas. Las posiciones de la Copa de la Liga: los cruces de cuartos y qué les falta a Boca y a River
La figura. Facundo Pieres vuelve al centro de la escena: campeón en el Abierto de los Estados Unidos
Se cortó la racha. Racing fue tan ofensivo como siempre y pateó ¡26 veces!, pero empató con Newell's 0-0
Otras noticias de Copa de la Liga 2022
Uno por uno. Qué equipos clasificaron a las copas Libertadores y Sudamericana 2023, definida la Liga Profesional
Experiencia y goles. Copa de la Liga 2022: los números de Mauro Boselli, el máximo anotador del torneo
Todos los datos. La racha de Boca campeón, goleadores “veteranos” y 11 entrenadores menos
Más leídas de Fútbol
Disputado. Argentina vs. Perú: resumen, goles y resultado del partido de las eliminatorias rumbo al Mundial 2026
Con movimientos. Así quedó la tabla de posiciones de las eliminatorias sudamericanas, tras la fecha 12
Scaloni sube la vara. Quiénes son los que necesitan mejorar en 2025 para no quedar abajo de la selección
Un partidazo. Cinco goles en Rosario: dos joyas al ángulo, la gran jugada colectiva y un rebote sin suerte