River y una novela desprolija: por qué no se cierra el pase de Juanfer Quintero a China

La transferencia Juan Fernando Quintero al fútbol de China es tan desprolija como confusa. El jugador se encuentra en Miami a la espera de finalizar el trámite para conseguir la visa de trabajo que le permita desembarcar en el país asiático, el pase y el contrato todavía no están firmados ante la demora, y en River empieza a surgir la preocupación porque no se pudo concretar una operación vital para la economía del club.

Desde un primer momento, la negociación tuvo muchas idas y vueltas que oscurecieron el panorama. Nada parece estar claro en su totalidad. Hoy es una novela anormal que mantiene en vilo tanto al cuerpo técnico como a la dirigencia millonaria y al propio entorno del jugador, a la espera de una resolución positiva del conflicto. Porque cuando todo parecía estar cerrado, comenzaron a aparecer barreras en el camino que frenaron lo que parecía inminente.

Con números que fueron variando a lo largo de las diferentes ofertas que acercó Shenzhen Football Club, más la aparición de otros posibles destinos para el jugador como Arabia Saudita, la salida de Quintero empezó a tomar color cuando el jugador se despidió el sábado 22 de sus compañeros. Luego, el lunes 24 no se presentó a los entrenamientos que River comenzó a realizar en la burbuja sanitaria en Ezeiza. Y a partir de allí todo empezó a enrarecerse.

En un primer momento, tanto el cuerpo técnico como la dirigencia se sorprendieron con la decisión del 10 de no sostener su presencia en las prácticas, ya que lo esperaban hasta que todo estuviera finiquitado. Tras el malestar inicial, las partes hablaron y se limaron las asperezas a la espera de la resolución de la negociación. Pero los días pasaron y los papeles no se firmaron. Primero, por la necesidad de los avales bancarios para la operación, que se realizaría en dos cuotas y le dejaría entre 9 y 10 millones de dólares limpios al club, y también por diferentes acuerdos de deudas y cuestiones impositivas.

Quintero está en Miami, pero todavía no consiguió la visa de trabajo, por lo que no puede viajar a China para realizarse la revisión médica y firmar su contrato.

Quintero, quien podría recibir cerca de 15 millones de dólares por tres temporadas en China, resignaría parte de la deuda salarial que el club mantiene con él, que supera los 500 mil dólares, y también un porcentaje del 15% que le corresponde por la transacción para que River pueda recibir la cifra pretendida. Así, el colombiano, tras entrenarse durante más de una semana de forma personal en Buenos Aires, se despidió el pasado 3 de septiembre al emprender un viaje personal hacia Miami, desligado de su futuro futbolístico.

"Estoy muy agradecido con los hinchas. De mi parte todo está muy bien. En este momento tengo que solucionar unos problemas personas. El día que sea oficial, lo diré. El resto es todo especulación. Son muchas cosas, ya está. Tengo que solucionar temas personales, como cualquier ser humano. Yo me voy bien, viví momentos increíbles y cada cual tendrá su conciencia, no pasa nada", contó Juanfer en el aeropuerto antes de partir.

"Fueron semanas muy difíciles, mi familia sufrió mucho cuando se hablan tantas cosas. Pero es parte de la vida y el fútbol. Yo me voy feliz y en paz, estoy tranquilo y contento con todo lo que me han brindando los hinchas. Espero que las dos partes se pongan de acuerdo y se pueda hacer oficial todo", agregó el colombiano, que marcó 12 goles y logró cuatro títulos en 61 encuentros (26 de titular), en los que sumó 3.005 minutos y promedió 49' por juego.

River tiene una deuda salarial con el jugador que supera los 500 mil dólares y todavía le debe 1,3 millones a Porto por el pase.

Ahora bien, pese a su despedida, y tal como aclaró en sus declaraciones, River todavía no puede oficializar su salida. Primero, por la demora para definir los detalles de la transferencia entre Shenzhen y el grupo Go Pro Sport Management que representa a Juanfer, y ahora porque el 10 todavía no consiguió la visa de trabajo, por lo que no puede viajar a China para realizarse la revisión médica y firmar su contrato.

Frente a estas diversas situaciones que enfriaron un pase que ya parecía cerrado, en Núñez esperan que todo se pueda resolver en las próximas horas porque la operación significaría un alivio económico más que necesario para la economía del club. Hoy River debe más de 10 millones de dólares por cuotas e intereses de siete futbolistas diferentes, entre ellos el propio Quintero: al concretarse la operación, se deberán descontar los 1,3 millones de euros que le debe al Porto por la última cuota del pase (en enero de 2018 cerró un préstamo de un año por 500 mil euros y luego el club le compró el 100% del pase en otros 3,25 millones de euros).

Hasta no destrabar la negociación de Juanfer, River no podrá inscribir a Moreira en la Copa Libertadores porque tiene lleno el cupo de extranjeros (Borré, Carrascal, De La Cruz, Rojas, Díaz y Quintero).

Además, con la venta, el club también se desprende de uno de los contratos en dólares más altos del plantel. El vínculo se vencía recién en junio de 2022. Al mismo tiempo, la CD también considera una muy buena operación poder vender a ese precio a un jugador de casi 28 años, que ha tenido muy poca participación en el último tiempo y no era titular habitual en el equipo: jugó tan solo 440 minutos repartidos en 15 partidos en los últimos 17 meses.

Pero no todo pasa por lo económico. River también necesita poder concretar la transferencia de Juanfer para liberar el cupo que le permita sumar a la lista de la Copa Libertadores a Jorge Moreira, quien regresó de su préstamo en Portland Timbers en la MLS, pero todavía no tiene el alta en la AFA de su contrato actual. Hasta que no se resuelva todo, ya que el club tiene el máximo de seis foráneos registrados, el lateral paraguayo no podrá formar parte de la lista de buena fe para el torneo continental que se presentó hoy y que podrá tener hasta cinco cambios al momento de su cierre, el próximo sábado 12 de septiembre a las 18 horas de Paraguay.

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