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River – Boca: 5 claves tácticas, de la voracidad de Marcelo Gallardo al ataque directo de Sebastián Battaglia en “modo” Copa Libertadores 2018
Fortalezas y debilidades de los dos equipos más poderosos del fútbol argentino de cara al clásico que disputarán este domingo, en el Monumental
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Sebastián Battaglia, entrenador de Boca, afirmó que jugar ante River es un campeonato aparte. Históricamente, incluso, protagonistas de uno y otro lado reconocían que no importa cómo llega cada uno, sino cómo se levantan ese día desde la actitud, personalidad para afrontar esta clase de enfrentamientos y la eficacia individual trasladada a lo colectivo. Marcelo Gallardo, por lógica de continuidad de trabajo, parece tener las ideas más claras. ¿Qué puede suceder el domingo? El análisis táctico del juego, en cinco claves.
1- Diferencia en la maduración de los estilos
De la idea consolidada de Gallardo a un Battaglia que sigue en la búsqueda. El entrenador de River fluctuó desde los sistemas tácticos en los últimos 8 años. Ahora se apoya en un 4-1-4-1 con un solo punta definido (Alvarez) pero con muchos volantes ofensivos que pueden crear como enganches y también llegar al gol como delanteros. A veces le puede salir mejor que otras, pero todos saben cómo juega River. Cuando está con todas las luces, es un “equipo insoportable”, cualidad que soñó hacer realidad Gallardo desde que asumió en 2014. Presiona y ataca con una voracidad que, por momentos, se hace insostenible. Y cuenta con más de una herramienta para llegar al gol.
“El rival juega, el rival toma sus precauciones o también puede llegar a tener cierto control del juego. También tenés que saber jugar cuando no tenés el control. En diferentes momentos del partido hay que saber controlar las emociones. Nosotros tenemos una idea que es llevar el control del juego, pero también somos peligrosos cuando el rival toma el control y nos sale a jugar. Buscamos saber entender las diferentes situaciones del partido”, explicó Gallardo.
Y sobre el balance en este comienzo de 2022, Gallardo confirmó el motor que impulsa a River hace años: “Me parece que venimos creciendo futbolísticamente de menor a mayor, hoy estamos en un buen momento y debemos sostenerlo. Cuando yo hablo de encontrar cierto funcionamiento que nos proteja, que nos de ese timing que nos indique que estamos bien, es porque nosotros mismos nos desafiamos a ser mejores. Es muy difícil en el fútbol argentino generar una supremacía y dominar 90 minutos con cualquier rival que te enfrentes. Nosotros veníamos siendo dominantes por períodos y cuando no lo hicimos perdimos merecidamente”.
Battaglia está al frente de Boca hace muchos meses, pero una de las mayores críticas hacia su proyecto (juegue desde el esquema 4-3-1-2 que busca ahora o desde el 4-3-3 que elegía incluso desde que estaba en la Reserva) es que todavía no se ve con claridad el estilo de juego. Contra Estudiantes el DT piensa haber encontrado un punto de partida. Pero, por lógica, River arrancará en ese sentido con ventaja, más allá de que luego Boca puede ganar el clásico.
¿Partido protagonista o inteligente?, le preguntaron a Battaglia. “Boca tiene que salir a buscar, tratar de hacer el mejor partido. El partido anterior con River se dio una situación que nos complicó (la expulsión de Rojo), pero a partir de ahora debemos tratar de que ellos se preocupen por nosotros”, dijo el entrenador xeneize.
Y agregó: “No es un partido para regular ni mucho menos. Todos deben dar el máximo les toque estar el tiempo que les toque estar. Mantener una idea, vamos a ir a jugar nuestro partido”, y con respecto a su identidad, Battaglia explicó: “El estilo que hemos tenido en la reserva se veía y estaba muy bien marcado. Cuando nos tocó agarrar en un momento difícil del club, nos tocó ganar la Copa Argentina y por momentos mostramos la idea que queríamos. Si uno me conoce, sabe lo que queremos y lo que intentaremos buscar. Esperemos que lo que se vio el otro día (ante Estudiantes) sea un comienzo. No podemos especular”. Después de esta frase, todo indica que Boca no saldrá a jugar como la última vez en el Monumental.
2- La pelota parada, desde la virtud millonaria al déficit xeneize
Más allá de dejar un par de jugadores libres al balón, tanto River como Boca suelen hacer marcas personales en los córners. Los dos tienen buenos cabeceadores. De todas formas, los de Gallardo demuestran una mayor eficacia en ataque, al mismo tiempo que los de Battaglia sufren más de la cuenta en defensa. Por esa vía, Boca recibió dos goles de Colo Colo (en un amistoso de verano; uno de un tiro libre frontal y otro de córner), y en la Copa de la Liga le convirtieron Lucas Beltrán (Colón), a cuatro minutos del final, Gastón Togni (Independiente) y Matías Cóccaro (Huracán), todos de córner.
Estudiantes, otro equipo con un gran juego aéreo, no le pudo marcar a Boca, pero tuvo por esa vía una chance clara con Toledo entrando por el segundo palo. Y encima Battaglia no tendrá a Carlos Izquierdoz, uno de los futbolistas que más se impone en las dos áreas. Zambrano, su reemplazante, hace goles de cabeza aunque en defensa sufre desconcentraciones.
River tiene (entre sus muchas virtudes) que hace goles de pelota parada, algo que mantuvo durante todo el ciclo Gallardo (por tener buenos cabeceadores pero también buenos ejecutores, de Pisculichi a Julián Alvarez). Paulo Díaz es el mayor exponente en la versión 2022 (gol a San Lorenzo) y Bruno Zuculini, que hoy es suplente, le marcó de cabeza a Laferrere. Robert Rojas, jugando como lateral derecho, le da esa doble variable al DT de River. El Millonario, por su forma voraz de atacar, fuerza cada tiro de esquina: tiene un promedio de 6,16 córners por juego, sin contar en esta estadística los tiros libres frontales y laterales con los que también puede sumar acciones de balón detenido para explotar su juego aéreo.
3- Los ataques directos de Boca
Quizás Battaglia encuentre una forma de lastimar a River el gol que Darío Benedetto le marcó a River en Madrid, en la segunda final de la Copa Libertadores 2018. Sería una llave, al mismo tiempo, de intentar desenredar la presión que tan bien ejerce el Millonario.
En aquel momento, fue una salida rápida con un pase filtrado de Nández a las espaldas de los centrales para la corrida vertical del 9 que volverá a ser titular justo en un superclásico. Boca tiene dos delanteros veloces y mediocampistas que pueden meter ese estiletazo, como Aaron Molinas y Oscar Romero. Por lo demostrado hasta ahora en la versión 2022 de Battaglia, el Xeneize suele atacar más por las bandas con Fabra y Advíncula, y con pases que implican una segunda jugada antes de la finalización, pero cuando intentó ir de manera más veloz y directa (el rol de Oscar Romero vs. Central Córdoba) atacó mejor.
4- Los pelotazos cruzados contra unos y otros
River corre riesgos defendiendo mano a mano atrás (aunque no le hacen muchos goles) y Boca da ventajas porque no achica bien los espacios desde la simetría colectiva, tanto para ser un equipo corto como angosto. Los pelotazos cruzados o los centros les hacen daño. El equipo de Gallardo sufrió por esa vía ante Unión y también con Racing (gol de Copetti); incluso Gimnasia –que perdió 0-4- lo inquietó un par de veces por allí con Tarragona.
Boca padeció los envíos cruzados con los goles de Cauteruccio (Aldosivi), Martínez Dupuy (Rosario Central) y Alan Soñora (Independiente); hasta por el gol de cabeza de Guido Di Vanni para Central Córdoba, por la Copa Argentina. En este ítem, igual, también defiende mejor River.
5- Muchos enganches a la espalda de Pol Fernández
Enzo Pérez era un volante derecho que se transformó en el mejor 5 táctico del fútbol argentino. Tiempista, con buena técnica para hacerle llegar buenos pases a sus compañeros pero –sobre todo- con la mentalidad para saber jugar mejor cuando su equipo no tiene la pelota; porque su nuevo rol no permite distracciones cuando River está atacando. Y que un 5 puede ser muy bueno desde la visión de pases, pero si no marca… Hace como 8 años que el ex Godoy Cruz se luce en su nueva posición y, además, Enzo Pérez se luce porque River es un equipo que recupera la pelota en bloque, presionado alto ante la pérdida o más abajo o en el medio campo pero con sus delanteros siendo los primeros defensores. Dicho de otra manera: no sólo Enzo Pérez hizo una transformación fantástica desde lo individual para ser 5, sino que además tiene el respaldo de todo el equipo para que su rol sea más sencillo de cumplir.
¿Pol Fernández puede ser el nuevo Enzo Pérez de Boca? Desde las características sí, aunque habrá que ver si su mentalidad viaja en la misma dirección que sus condiciones futbolísticas. Y recién lleva un partido en su nuevo rol y con un asterisco: Estudiantes le cedió la pelota a Boca y, en ese contexto (para un 5 que no es 5) es más fácil manejarse desde la posesión y la distribución en el círculo central.
Pol Fernández estuvo rápido para los cruces y marcar, pero Boca tampoco tiene aceitado ese retroceso colectivo para que Medina o Ramírez le cubran la espalda. Así, esa movilidad que ofrecen (casi sin darles referencia al rival) Barco, De la Cruz, Juanfer Quintero, Enzo Fernández, Palavecino, Pochettino, Simón y hasta un Julián Álvarez que aparece por todo el frente de ataque, puede ser un gran dolor de cabeza para Boca más allá de los buenos movimientos o voluntades de Pol Fernández.
Como en la antesala de los últimos superclásicos, llega mejor River. Pero es fútbol y después también juegan los contextos, las individualidades y las cosas que vayan sucediendo en los primeros minutos. El fútbol es un deporte que se lleva bien con la lógica, aunque también guarda una gran capacidad de sorpresa.
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