“Desastre”, “incendio”, “pesadilla”, “Crisis total”: estos son algunos de los calificativos recibidos por el Real Madrid, vigente campeón de la Champions League y de España y que brilló el año pasado por su solidez. La derrota del martes contra el Milan por 3-1, la segunda consecutiva luego del clásico contra el Barcelona (4-0), profundizó un clima interno inestable que no se disipó pese a la reunión que hubo entre el entrenador Carlo Ancelotti, y el presidente Florentino Pérez.