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Real Madrid: el equipo del año cerró su balance con una dura derrota
Ganó cinco títulos en 2017, récord en su historia; batió marcas que tenían entre 27 y 59 años de vigencia; Barça le borró la sonrisa final
“Estamos jodidos”. No debería ser la expresión de un director técnico que llevó a su equipo, Real Madrid , a ganar lo que nunca antes en la historia del club: cinco títulos en un año, con una foja personal de ocho coronas sobre diez competencias disputadas desde que asumió, hace dos años. Pero Zinedine Zidane no podía el sábado desentenderse del impacto, anímico y futbolístico, que había tenido el 0-3 ante Barcelona en el Santiago Bernabéu. Una goleada programada para ser vista en China en un horario central. Fue una manera amarga de despedir un año dulce para Real Madrid. Noventa minutos en los que la exuberancia goleadora de Cristiano Ronaldo , dueño del quinto Balón de Oro, quedó a la sombra de la magia de Lionel Messi para decidir el destino del clásico.
A 14 puntos (con un partido menos) del líder Barcelona, Real Madrid, cuando todavía faltan dos fechas para que se complete la primera rueda, ya empieza a resignar la defensa del título de la Liga. Exigentes y triunfalistas como son, los hinchas fueron abandonando progresivamente las tribunas mientras Barcelona consumaba un triunfo apoyado en una superioridad táctica y física, con Messi como eximio director de la obra.
Quedará por ver si fue una caída con consecuencias negativas sobre la dinámica positiva que traía el equipo. La incógnita por el futuro no invalida el esplendoroso 2017. Pasaron 59 años hasta que Real Madrid volvió a ganar el doblete, Liga de España y Champions League en un mismo año. En 1958 lo hizo comandado por Alfredo Di Stéfano, el argentino que cambió la historia del club, que lo llevó a una dimensión superior. En 2017, Real Madrid repitió aquella gesta abanderado por Cristiano Ronaldo, el Di Stéfano de estos tiempos en Chamartín, no por similares características futbolísticas, sino por su influencia y repercusión en las conquistas. Si la Saeta Rubia era el jugador de toda la cancha, CR7 es un goleador voraz, insaciable, la llave de un montón de triunfos. Cada uno le puso su sello y deja una huella en su época.
Nombrado por la FIFA el club del Siglo XX, Real Madrid sigue respondiendo a semejante honor. En estos 12 meses dominó todo: España, Europa y el mundo. Fue inabordable para todos. Gobernó con puño de hierro. Aprovechó el desinfle de Barcelona en la última parte de la temporada. Cuando se cruzó con alguno de los otros poderes continentales establecidos, no tuvo problemas con Bayern Munich (6-3 en el global) ni en la final frente a Juventus (4-1). Las potencias emergentes, los proyectos engordados con fortunas en refuerzos, como Manchester City y PSG, no estuvieron lo suficientemente maduros para el golpe y escalar por primera vez al trono. Bicampéon de Europa, el primero desde el Milan de Arrigo Sacchi coronado en 1989 y 1990
Real Madrid hace ostentación de su grandeza. En el hall que es la antesala al palco de honor del Bernabéu son exhibidas las copas de lo que fue definido como un “año blanquísimo”: la Duodécima, la Liga 33, la cuarta Supercopa de Europa, la décima Supercopa de España y el sexto Mundial de Clubes. El presidente Florentino Pérez ensayó un discurso muy para la ocasión: “Los logros fueron de un equipo de leyenda. Los madridistas vivimos con inmensa felicidad una de las mejores temporadas en nuestros 115 años de existencia. En este club siempre queremos más. No hay tiempo para la autocomplacencia. En el Madrid la ambición es insaciable”.
Son horas en las que Zidane es cuestionado por haber elegido a Kovacic, en lugar del talento de Isco, para intentar controlar a Messi. Fue un plan que le funcionó para doblegar ampliamente al Barça en la Supercopa de España. Pero aquel Barcelona era un equipo diferente al actual. Ernesto Valverde acababa de llegar y no había tenido tiempo de inculcar su plan, que además debía cubrir el enorme vacío que dejaba Neymar.
Real Madrid tuvo un pletórico cierre de temporada a mediados de año, momento en el que la renovación del plantel no fue la más acertada a la luz de los acontecimientos del segundo semestre. Cristiano Ronaldo hizo un diagnóstico tras la derrota frente a Tottenham: “Pepe, Morata y James (Rodríguez) nos hacían más fuertes. Eran tres futbolistas, a los que se podría agregar al lateral Danilo, que aseguraban un recambio de calidad. Lejos de embarcarse en una millonaria política de contrataciones como la de PSG o Manchester City, Real Madrid recuperó a proyectos que se curtieron en otros clubes: Borja Mayoral, Dani Ceballos, Jesús Vallejo, Marcos Llorente y Theo.
La enésima lesión de Bale, y la larga recuperación que siempre le demanda, acortaron las variantes. Los más jóvenes no siempre aprovecharon las oportunidades y algunos de los consagrados, como Marcelo, bajaron el nivel. El menor porcentaje de gol de Benzema irrita más a la hinchada que al francés, que se siente útil en otras facetas del juego, además de contar con el apoyo irrestricto de Zidane.
Lo mejor del equipo había quedado atrás, con la versión más aplastante de Cristiano Ronaldo, goleador de la Champions League por quinta vez consecutiva. En esta oportunidad con 12 tantos, pocos de relleno y muchos de un valor superlativo: dos a Juventus en la final, tres a Atlético de Madrid en semifinales y cinco a Bayern Munich en cuartos de final.
Los cinco títulos ubicaron a Sergio Ramos y Marcelo dentro los cinco futbolistas más ganadores de la historia del club. Con 18 cada uno quedaron a cinco de los que ostenta Gento. En el rubro entrenador, Zidane, que en el momento de ganar el Mundial de Clubes tenía un promedio de un trofeo cada 89 días de gestión, está segundo, a seis de los 14 de Miguel Muñoz.
“El fútbol no tiene memoria. No te podés quedar en el halago o la crítica negativa”, fue la reflexión de Sergio Ramos luego de perder el clásico, una frontera entre el mejor año de Real Madrid y la derrota más dolorosa para cerrar el balance.