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Barcelona se hizo amo y señor del clásico español y le ganó por 3-0 al Real Madrid en el estadio Santiago Bernabéu. Con este resultado, los catalanes pasaron a la final de la Copa del Rey, después del 1-1 cosechado en la ida, en el Camp Nou.
Disfrutó el partido el Barcelona de Lionel Messi, aunque es cierto que el argentino no fue el protagonista excluyente del juego. Ese lugar fue para su compadre: el uruguayo Luis Suárezparticipó en los tres goles y acaparó todas las miradas. Anotó el primero y el tercero -éste de penal, con una definición exquisita- y estaba encima de Varane en el segundo, que metió la pelota en su propio arco.
Ni el más fanático de Barcelona imaginaba el desenlace del partido al final del primer tiempo, que había dominado el equipo local. Sobre todo por lo que le había costado a Messi y a todo Barcelona. ¿Cómo fue el partido de Messi? El argentino participó menos en el juego de lo que suele hacerlo, sobre todo en ese tramo inicial.
Pero nunca hay que dar por vencido a este Barcelona de Ernesto Valverde. Si bien no suele brillar como en otros tiempos, se supo reinventar a tiempo y modificar su destino en el partido. Todo sin necesitar de un Messi, lo cual para este equipo terminó siendo una virtud que no había exhibido en estos últimos meses, más Messi-dependiente que nunca.
Luis Suárez, con sus movimientos, supo encontrar espacios y fue protagonista en los tres goles del equipo catalán. En el primero definió tras un pase de Dembelé, teniendo encima a Ramos. El segundo fue en contra de Varane, que también se encontraba asediado por Suárez. El tercero fue de penal: el uruguayo se dio el gusto de picar la pelota y completar su noche. Los dirigidos por Santiago Solari terminaron sufriendo el partido.
La final se disputará el 25 de mayo en el estadio Benito Villamarín del Betis. Con su triunfo, Barcelona alcanzó el sexto partido decisivo consecutivo. El rival saldrá de la semifinal que disputan este miércoles Valencia y Betis (2-2 en la ida).