SAN PABLO.- El último 29 de septiembre, tras la derrota por 3 a 1 ante São Paulo, Ramón y Emiliano Díaz abandonaron el estadio Mané Garrincha, de Brasilia, sumamente preocupados. La dupla técnica compuesta por padre e hijo llevaba poco más de dos meses al frente de Corinthians, un gigante del fútbol mundial que se hundía en la Z4, como es conocida la temida zona que integran los cuatro equipos que descienden a la Serie B del Campeonato Brasileño. “No se preocupen, si seguimos así no vamos a caer”, dijo el técnico riojano tras el resultado adverso, casi repitiendo la famosa frase “No va a bajar”, que utilizó en la temporada 2023, cuando sacó a Vasco da Gama del pozo. Hasta hoy ese lema, recitado en español, retumba en los vestuarios de São Januario.