Racing goleó 4 a 1 a Sarmiento, se afirma en la cima y es el único puntero de la Copa de la Liga

Racing goleó a Sarmiento por 4 a 1 con un cierre a toda orquesta: perdía con el gol de Julián Brea, pero se repuso y dio vuelta el resultado con dos tantos de Enzo Copetti, un penal de Tomás Chancalay y la conquista final de Javier Correa, que había ingresado a los 20 minutos del segundo tiempo. De esta manera, la Academia es el sólido puntero de la la Zona 1 de la Copa de Liga, pero además es el único invicto en todo el certamen.

El partido se jugó al ritmo de los nervios, pero Racing sigue mandando en el campeonato y terminó armando una gran fiesta en el Cilindro de Avellaneda. El equipo de Fernando Gago hilvanó su quinto triunfo consecutivo, un número que invita a una ilusión que se hizo notar en el estadio. Las intervenciones del VAR, el planteo defensivo del visitante y la constantes pérdidas de tiempo que propuso el conjunto de Junín transformaron la tarde en una montaña rusa de sensaciones.

En Avellaneda, de entrada, ya coincidían distintas emociones. A los homenajes por el 40 aniversario del inicio de la Guerra de Malvinas se le sumaba el regreso al Cilindro de Lisandro López, el último ídolo del club, y también los honores a Juan Carlos “Chango” Cárdenas, autor del gol más importante de la historia de la Academia, que falleció el último miércoles. Era, además, el reencuentro del equipo con sus hinchas después de la victoria en el clásico ante Independiente. A todo eso se le agregaba que Racing llegaba puntero.

Con el sol como invitado, la cancha estaba llena. Lo que no se sabía era que a todos esos ingredientes se le iba a sumar la estrategia de Israel Damonte, el entrenador de Sarmiento. Por momentos, parecía un partido de Futsal: el Verde acumulaba jugadores dentro de su área y la Academia intentaba encontrar el hueco para llegar al arco de Josué Ayala. La Academia tuvo que jugar también contra la ansiedad.

Once tiros de esquina tuvo en todo el partido. Un número muy alto, con ocho en el primer tiempo. La orden de Gago es no ejecutar los córner con un envío al área. Racing jugaba corto y la pelota recorría el área grande, con ocho futbolistas de Sarmiento dentro del área chica, listos para defender. Esa podría haber sido la foto del partido, hasta que se destrabó al promediar el segundo tiempo.

Como si el contexto no alcanzara para alterar el clima otoñal, Julián Brea clavó un golazo para los de Junín a los 31 minutos del primer tiempo. 0-1 decía el marcador. Sorpresa en Avellaneda. La tecnología intervino dos veces en la primera mitad para descartar dos penales en favor de Racing. ¿Qué pasó? La primera fue para revisar un posible penal, que quedó descartado porque la pelota había salido cuando Mura mandó el centro. La segunda: Alcaraz pateó desde la medialuna del área. La pelota dio en la mano de Guanini. Rapallini cobro penal. El VAR advirtió que la mano del defensor de Sarmiento estaba pegada al cuerpo y el juez revirtió el fallo. Y todo se reanudó con un pique.

Con ese cúmulo de sensaciones se fue Racing al vestuario. En la segunda mitad, sin embargo, salió convencido del libreto. El gesto más recurrente entre los futbolistas era con las dos palmas hacia abajo, pidiendo paciencia. Los imitaba Gago, del otro lado de la línea de cal. Dio sus frutos.

La llave para la remontada apareció a los 13 minutos, cuando Guido Mainero bajó a Tomás Chancalay cuando apuntaba hacia el arco. Cuando Sarmiento quedó con 10, el muro que había construido delante de Ayala pareció empezar a caer. A esa altura, Racing ya minaba el área visitante con centros. Al enésimo envío de Facundo Mura, llegó la conexión con Enzo Copetti que significó el empate. El grito fue de desahogo. Parecía escrito que vendrían más.

La tercera fue la vencida. El ingresado Jonathan Gómez tiró una pared con Leonel Miranda y sacó el centro, que se cruzó con la mano de Emiliano Méndez. Esta vez, Silvio Trucco no dio ninguna alerta desde la cabina VOR que se encuentra en el predio de Ezeiza. Y Fernando Rapallini cobró penal en Avellaneda. Lo convirtió Chancalay. Con el 2 a 1 se desató el festejo. Si el hincha de Racing suele encontrar fácil el camino a la ilusión estos cinco triunfos en fila lo ponen en una situación expectante en esta Copa de la Liga, a la espera del arranque de la Copa Sudamericana el próximo jueves, en Montevideo, ante River Plate.

Todavía faltaban dos motivos para el festejo. Copetti convirtió de cabeza el tercero. Y Javier Correa, que volvía tras cinco semanas afuera por un desgarro, anotó un gol para un cuadrito: arrancó desde mitad de cancha con pelota dominada, se sacó dos rivales de encima, y le calvó en el ángulo. Con clima de puntero y un contexto adverso, Racing no falló como local. Selló un 4 a 1 que lo mantiene al tope de la tabla.

El resumen del partido

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