"Los que saben de fútbol se quedan junto al mar, los que no saben se van a Europa a estudiar para intentar aprender algo", quizás por esa frase se explica cómo Renato Portaluppi o Renato Gaúcho, entrenador de Gremio y rival de River esta noche en la semifinal de la Copa Libertadores, apenas tuvo un fugaz paso por Italia.
Fue un futbolista que deslumbró en su época. Siempre eligió jugar en Brasil, excepto un rápido paso por Roma, en Italia, que le duró poco. Gremio, Flamengo, Botafogo, Cruzeiro, Atlético Mineiro, fueron algunos de los clubes en donde jugó en su país. Sus actitudes tampoco lo ayudaron a triunfar en Europa. "Es al único jugador al que vi llegar borracho a un entrenamiento en 16 años en el club", contó Giuseppe Giannini, quien fue histórico capitán del equipo de la capital italiana. Le gustaba la noche, solía escaparse de las concentraciones y ese fue el motivo por el que no estuvo en México 1986.
Jugaba como extremo y se perfilaba para ser una de las figuras de su selección en aquel Mundial. Sin embargo previo al viaje, el entrenador de aquella selección, Telé Santana, les dio la tarde libre a todos los jugadores con el expreso pedido de regresar a la noche. Renato volvió a la mañana siguiente. Portaluppi fue Inmediatamente desafectado del equipo. Ganó una Copa América y estuvo en Italia '90: ingresó en el segundo tiempo del recordado partido del bidón. Hace un tiempo se describió como futbolista: "Los chicos de ahora admiran a Cristiano Ronaldo. Yo fui mejor jugador que él. Es un gran futbolista, pero no es tan versátil como era yo. Es muy fuerte, pero no tiene mucha técnica".
"Me tienen que hacer una estatuta", reclamó Renato Gaúcho cuando, en 1983, le marcó dos goles a Hamburgo para que Gremio sea campeón del mundo. Ya había conseguido la Copa Libertadores. Lo tomaron como un gesto más de altanería de un futbolista con ese tipo de actitudes, pero duplicó la apuesta el año pasado: le ganó la final de la Copa a Lanús, como entrenador, y se convirtió así en el primer brasileño en conquistar el certamen continental como técnico y jugador. "Si no lo hacen después de esto, me rindo", desafió.
El look del técnico llamó la atención hace siete días en el Monumental. Renato Gaúcho se convirtió en el blanco de las miradas por su camisa abierta, pese al frío. "Es que tengo una cadenita... yo me la pongo en la boca y, entonces, tuve que quedarme con los botones de la camisa abiertos", explicó. Una cábala que le funcionó: se fue con el triunfo de Núñez. Pero si algo más le faltaba al buen entrenador que tiene el equipo de Porto Alegre, son sus declaraciones de sus noches. Se jactó en el pasado de haber estado "con más de cinco mil mujeres".
Actualmente está casado con Maristela Bavaresco, pero ella vive en Río de Janeiro y él en Porto Alegre. Se pasa varias noches de la semana en un hotel, a pocos minutos del estadio de Gremio, al que sólo sale para entrenar al equipo, concentrar o para los partidos. Es asediado por los hinchas de Gremio. Allí estuvo parando River estos días en su estadía en Brasil.
Se convirtió en un verdugo de equipos argentinos en el último tiempo. Es que Gremio venció en la final del año pasado a Lanús, en la final de la Copa. A principios de año se cruzó con Independiente, en la Recopa, y superó al equipo de Ariel Holan. En la actual Libertadores, eliminó en octavos a Estudiantes (con un gol agónico) y a Atlético Tucumán en la instancia siguiente. A Godoy Cruz le había ganado en la edición 2017. Ahora va por River. Es más: en 2008 eliminó a Boca en la semifinal dirigiendo a Fluminense.
Si el perfil del técnico no alcanza, se potencia con el de su hija. Carol, hija de un matrimonio anterior, tiene 24 años. Se considera la hincha "número uno" de Gremio y suele publicar en las redes sociales imágenes y festejos del club de Porto Alegre. Para la previa al partido con el Millonario, publicó los "mandamientos" del equipo pensando en la revancha.
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Renato Gaúcho sigue apostando a todo no nada: va por el bicampeonato de la Libertadores. Claro que para eso deberá eliminar a River. Luego vencer a Boca o Palmeiras en la final. Por si acaso, la escultura ya está en construcción y su inauguración está prevista para antes de fin de año.
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