PSG-Leipzig: con un brillante Ángel Di María, los franceses golearon 3-0 y se metieron en la final de la Champions League

Efectivo, desfachatado, ambicioso y soñador, Paris Saint-Germain huele gloria y encara sin dudarlo. En el año del 50 aniversario del club, ya está en la final de la Champions League por primera vez. El equipo francés goleó por 3-0 a Leipzig, de Alemania, en la burbuja de Lisboa y buscará el domingo próximo en el mismo estadio Da Luz el título que persigue con ansiedad desde 2011, cuando se hizo cargo de la entidad una sociedad catarí.

Tiene la magia de Neymar, recuperó la velocidad de Kylian Mbappé y suma la participación determinante de Ángel Di María, autor de uno de los tantos y de cuyos pies nacieron los otros dos: sus centros fueron a la cabeza de Marquinhos y Juan Bernat para sellar la clasificación anhelada. En la definición, el conjunto que también integran Leandro Paredes (fue titular) y Mauro Icardi (estuvo en el banco) espera por el vencedor de Bayern Munich y Lyon, que se enfrentan este miércoles, también sin público, en suelo portugués.

El 1-0, de Marquinhos

En el inicio del juego, los primeros avances habían sido de Leipzig, presionando la salida de los franceses con sus delanteros mientras se repliega. Los alemanes pisaron el área rival con cierto peligro tres veces en los primeros nueve minutos. No obstante, la más clara la tuvo a los 6 Neymar, que quedó cara a cara con el arquero Peter Gulacsi, tras una gran habilitación de Mbappé. La definición del brasileño se fue besando el palo izquierdo del número 1. No se daban respiro.

Estirados los músculos, Neymar la pedía, encaraba, se atrevía y comenzaba a marcar la diferencia. Y a los 12, tras una falta que le cometieron al propio 10, Di María lanzó el tiro libre en forma de centro que Marquinhos lo transformó en gol con un cabezazo en solitario. Fue el 1-0.

Otra genial habilitación, pero de Ander Herrera a Mbappé, puso al delantero frente al arquero a los 16. La rapidez de Gulacsi le quitó espacios y llegó a tiempo para desviarle el remate. PSG era más punzante en los metros finales. Le llegaban con explosión al arquero de los teutones.

Yussuf Poulsen estuvo cerca del empate a los 24. Empalmó el centro atrás de Konrad Laimer y la pelota se fue a centímetros del arco, con Sergio Rico ya sin posibilidades de llegar si el centrodelantero acertaba el arco en la definición.

Pasada la media hora del primer tiempo, Neymar apostó a la picardía en un tiro libre. Todos esperaban el centro, pero lanzó directo al arco, desde un costado, y el balón dio en el palo, justo cuando Gulacsi volvía sobre sus pasos a toda velocidad. Lúcido en sus movimientos y en sus ideas, al brasileño sólo le falló la puntería, otra vez.

El que no perdonó fue Di María, resolviendo un mano a mano a los 42, tras una habilitación exquisita de taco de Neymar, dentro del área. Una falla en la salida con los pies del arquero, ante la presión de los delanteros galos, generó la repentina jugada.

El gol de Di María

Cerca estuvo del tercer gol el conjunto francés poco antes de irse a los vestuarios. Mbappé la peleó en velocidad en un contragolpe por derecha y su asistencia llegó a Neymar casi llevándose la pelota por delante en el área. Se fue apenas desviada.

En el segundo tiempo, obligado por la desventaja, Leipzig buscó más adelante, con dos cambios en el entretiempo. Como en el inicio de la primera etapa, los alemanes se enfocaron en el arco de enfrente pronto, pero sin profundidad. Por eso, Emil Forsberg probó desde afuera a los 6; el disparo se fue por encima del travesaño.

El tercero, finalmente, llegó a los 11, llegó entre quejas y el aval del VAR. Juan Bernat, de cabeza, anotó tras un centro de Di María, después de que Nordi Mukiele se resbalara cuando salía por un costado del área y reclamara una infracción. El propio defensor quedó habilitando desde el suelo al autor del gol.

Bernat marcó el 3-0

Fue un mazazo a la ilusión de los germanos. Mbappé tuvo doble chance entre los 25 y los 27. Primero, llegó algo forzado a la ejecución final de un cabezazo fallido. Enseguida, el arquero le tapó el remate con el puño derecho en alto.

En la búsqueda del descuento, Leipzig encontró una muralla en la defensa y respuestas sólidas de Rico, como el despeje hacia un costado en otro intento desde afuera, ahora de Angeliño. Mientras tanto, Gulacsi sufría por algunas desatenciones en defensa. Dejó de hacerlo cuando llegó el pitazo final. La quedaba por mirar la otra mitad del vaso: el club, fundado en 2009, llegó entre los cuatro mejores en su segunda participación en la Champions.

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