Profesión de riesgo: cuatro entrenadores dejaron el cargo en un fin de semana y la lista llegó a doce en apenas 12 fechas

El número impacta. La cifra alarma. Cuatro directores técnicos dejaron el cargo en la fecha 12 de la Liga Profesional, un campeonato que ya se devoró a 12 entrenadores. El promedio abruma: 0,91 es el resultado de la triste cuenta de una estadística que se agiganta si el recorrido comprende los ocho meses que desanda el 2024, donde los cambios alcanzaron a 22 DT’s, entre la Copa de la Liga y el actual torneo. Proyectos que se derrumban con un recorrido mínimo: Walter Ribonetto (Talleres, de Córdoba), Francisco Meneghini (Defensa y Justicia), Martín Cicotello (Independiente Rivadavia) y Alejandro Orfila, los últimos en dejar un cargo que a esta altura asoma como un trabajo de riesgo. Con 15 jornadas para la finalización de la temporada, el escenario es de preocupación y la situación crítica puede acelerarse con los promedios y la tabla anual que determinarán los dos descensos para el siguiente calendario.

Los torneos modificaron su nombre en múltiples oportunidades: Liga Profesional, Copa de la Liga, Superliga, Inicial, Final, Apertura, Clausura… El formato ni la denominación cambió el sentido de la curva, como tampoco si la temporada consagra a uno o dos campeones anuales, si hay descensos, se suprimen o se retoca la cantidad de equipos que pierden la categoría, como ocurrió el año pasado.

Nada ofrece una seguridad y el conductor que un par de meses atrás era ovacionado por los hinchas, ese mismo público lo abuchea ante la adversidad. Los dirigentes utilizan los fusibles para descomprimir la tirantez de la relación con los simpatizantes, un mecanismo que también utilizan como escudos para evitar ser apuntados como los responsables de una elección equivocada, de un proceso con varios errores o de un mercado de pases en el que los refuerzos enseñan la fragilidad económica-financiera de la institución.

El receso de la Copa América provocó un quiebre en Talleres, que pasó de ser un equipo de paso firme y un animador de la Copa Libertadores y de la Liga Profesional a caer al séptimo puesto del torneo local y ser eliminado por River en los 8avos de final del certamen más importantes de clubes que organiza la Conmebol. La derrota del domingo con San Lorenzo, cuatro días después de la caída con los millonarios, provocó el desenlace del ciclo que lideró Walter Ribonetto. De finalizar segundo por diferencia de goles de San Pablo en el Grupo B de la Libertadores a ensayar un hilo de apenas un triunfo en siete partidos –sobre Independiente Rivadavia, en la undécima jornada-, los resultados y el tembladeral que significó la partida de una figura como Ramón Sosa a Nottingham Forest, la desprolijidad para manejar situaciones como la de Juan Gabriel Rodríguez –de entrenarse apartado del plantel a ser el autor del gol de la victoria con los mendocinos-, la tensa pretemporada desarrollada en Rusia… puntos negativos que esmerilaron la tarea del cordobés, de 50 años, que dirigió 36 partidos, con 17 victorias, 12 empates y siete derrotas. Una efectividad del 58%, aunque la imagen de un equipo vencido empujó la decisión.

Último en la tabla de los promedios que determinarán uno de los dos descensos, vigesimoquinto entre 28 equipos en la tabla anual –el otro mecanismo que rige para señalar la restante plaza que perderá la categoría-, la derrota 2-0 ante Platense en el estadio Bautista Gargantini provocó el quiebre de la relación entre Martín Cicotello e Independiente Rivadavia, de Mendoza. El entrenador presentó la renuncia y hoy, martes, Alfredo Berti iniciará su tercer ciclo en la Lepra mendocina.

“La fragilidad de nuestra posición es evidente y los proyectos están supeditados a los resultados. Uno trata de elaborar conclusiones y aprendizaje de cada experiencia, pero la profesión es muy frágil: [Martín] Demichelis ganó un montón en River, me enteré que se fue Ribonetto de Talleres con un buen porcentaje de puntos… Un amigo me dice ‘los contratos son de un mes’”, explicó Cicotello en una charla con DSports Radio. “Llegamos a una institución que necesita de tiempo para adaptarse a la máxima categoría del fútbol argentino. Intentamos colaborar con esa construcción y competir, las dos cosas. Consideramos que hoy Independiente Rivadavia tiene mejor plantel que cuando ascendió”, afirmó el entrenador, cuyo ciclo se compuso de 21 partidos, con seis éxitos, cinco empates y diez derrotas.

La fragilidad que señalo Cicotello se refleja en el recorrido de Meneghini en Defensa y Justicia. El proceso apenas se extendió durante diez partidos, con apenas un triunfo, cuatro empates y cinco caídas. Vigesimosexto en la Liga Profesional, sin complicaciones en la tabla de los promedios y surfeando la mitad de la tabla anual –a 17 puntos del último puesto y a seis de la clasificación para la Copa Sudamericana-, la goleada sufrida con Instituto (4-1), el viernes en Córdoba generó la reunión y el acuerdo para romper el vínculo en su primera experiencia en el fútbol argentino.

Paqui, que fue espía de Marcelo Bielsa e integró el cuerpo técnico de Jorge Sampaoli en el Mundial de Rusia 2018, tenía contrato hasta diciembre y llegaba desde Chile, donde dirigió a Unión La Calera, Audax Italiano y Everton. Para Defensa y Justicia, un club ordenado y con apuestas a entrenadores sin cartel, pero que ofrecieron resultados, 2024 es un año complejo: en ocho meses se devoró a Julio Vaccari –actualmente en Independiente- y ahora a Meneghini.

Este martes se sumó la salida de Alejandro Orfila de Barracas Central. El uruguayo, de 48 años, había llegado al Guapo a fines de 2023, en reemplazo de Sergio Rondina. Sin embargo, la campaña no fue buena. Apenas ganó uno de los últimos trece encuentros, y la derrota por goleada sufrida ante Vélez este lunes fue el impacto final. Los números de Orfila no han sido buenos, claro: 9 triunfos, 11 empates y 10 derrotas, en un rendimiento que fue de mayor a menor. Tras ser cuartofinalista de la Copa de la Liga -una meritoria performance-, se fue desdibujando en la actual Liga Profesional, que encuentra a Barracas en la penúltima posición de la tabla.

La Liga Profesional descubrió desde el episodio inicial la crudeza para los directores técnicos, con la salida de Vaccari, en la primera jornada. La segunda no fue mejor: Carlos Tevez se alejó de Independiente. Los dos equipos rosarinos cambiaron sus entrenadores: Newell’s despidió al uruguayo Mauricio Larriera en la 4ta fecha y Rosario Central, de común acuerdo, rescindió el vínculo cuatro jornadas más tarde con Miguel Ángel Russo, que fue campeón y tiene una estadística de 300 partidos al frente de los canallas. Un ídolo como Julio Falcioni, con cinco ciclos en el club, no logró torcer el rumbo y acordó con los dirigentes de Banfield dar un paso al costado.

Martín Demichelis, con tres vueltas olímpicas en River, y el colombiano Lucas González Vélez, que cosechó un empate y siete derrotas en su paso por Central Córdoba, de Santiago del Estero, opuestos que demuestran la complejidad para no caerse de la rueda. En la antesala de la desventurada fecha 12, Pablo Guede se alejó de Argentinos: eliminado de la Copa Sudamericana en la etapa de grupos y de la Copa Argentina por Huracán, el tropiezo con Unión finalizó la aventura en la Paternal.

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