La tendencia va en aumento en los últimos años: hay cada vez menos futbolistas argentinos en los grandes clubes de Europa. Por supuesto, la explicación a todo esto es multicausal. No hay sólo un motivo. Pero sí existen un combo de razones que interactúan para llegar a esta situación. Primero, la gran apertura de los mercados a nivel mundial. Ya no sólo se apunta a los países tradicionales. Y después otras cuestiones: la formación de los juveniles; escasa preparación para dar el salto a los grandes clubes; las deficiencias en los torneos, tanto en las divisiones inferiores como en la primera; las negociaciones engorrosas; las tentaciones económicas en diversos rincones del mundo. Y también un salto de calidad en los desarrollos de los juveniles de los propios clubes europeos.
Lo cierto es que existe un nuevo mapa en nuestro fútbol. Para Europa el Sur también existe, aunque parece que mejor es probar en otro lado, como por ejemplo Brasil. Un relevamiento de @VarskySports muestra que si se bucea entre los principales clubes de Inglaterra, Italia, España, Alemania, Francia, Holanda y Portugal, apenas cinco argentinos son categoría Sub 23 y forman parte del primer equipo en las entidades más renombradas: Exequiel Palacios (Bayer Leverkusen), Lisandro Martínez (Ajax), Leonardo Balerdi (Olympique de Marsella), Cristian Romero (Atalanta) y Maximiliano Romero (PSV Eindhoven). Lautaro Martínez (23 años y dos meses), en Inter de Italia, tal vez sea la gran referencia de los jóvenes albicelestes en el exterior.
En la comparación que se hace con Brasil, por ejemplo, basta con revisar que en Real Madrid cuentan con los jóvenes Vinicius Jr., Rodrygo y Eder Militao. Mientras, hay que viajar a 2014 para encontrar al último argentino asentado entre los merengues: Ángel Di María.
Hace una década, 47 jugadores nacidos en este país figuraban en la Serie A. Este año, según el recuento de AXEM (Argentinos por el mundo) el torneo cuenta con 29. La Argentina es el segundo país con más extranjeros en Italia, por debajo de los 37 que aporta Brasil. Pero en España e Inglaterra el número también disminuyó. En la temporada 2017-2018 había 39 en La Liga, mientras que este año aparecen 26. En tanto que en la temporada 2014-2015 la Premier League contó con 23. Este año, apenas 11.
¿Por qué la Argentina dejó de vender a los grandes clubes europeos? Inclusive The New York Times se ha hecho eco del tema. "Europa, no hace mucho, se llevaba a los jugadores tan rápido como Argentina podía desarrollarlos. Ahora, parece que la línea de producción se ha paralizado", escribió el periodista Rory Smith. Y añadió: "La caída de Argentina no puede ser atribuida enteramente a un daño autoinfligido. Existe una nueva realidad del mercado: los horizontes de los clubes se han ampliado mucho más allá de los mercados tradicionales".
Distintas estadísticas van marcando la mutación del mapa futbolístico a nivel mundial. En los últimos tiempos, resulta difícil que potencias como Real Madrid, Barcelona, Manchester City, Manchester United, Liverpool, Bayern Múnich o PSG pongan sus ojos en exponentes de este país. Es decir, prácticamente no hay jugadores argentinos que los seduzcan para realizar una gran inversión. "Ahora, tal vez nuestros compatriotas se instalan con fuerza en Europa más adelante, es cierto. Pero no tengo dudas de que el trabajo en las selecciones juveniles les da una vista hacia el mundo. Claro, es ese mundo que antes se fijaba mucho en nuestro país… Sin embargo, creo que siempre van a surgir jugadores en la Argentina. Ojalá que el trabajo actual con los juveniles se encamine una vez más hacia el éxito" abre el juego Hugo Tocalli, entrenador y legendario formador de futbolistas. Tocalli es palabra mayor: buena parte de las estrellas que surgieron de estas tierras en los últimos 25 años pasaron por sus manos y las de José Pekerman.
Un trabajo minucioso de Big Data Sports aporta más detalles: en la última Superliga argentina hubo 725 futbolistas que disputaron al menos un minuto. El 30% fueron juveniles menores de 23 años. Algunos ya saltaron a varios de los países más fuertes de Europa: Alexis Mac Allister (Brighton, Inglaterra), Nicolás Domínguez (Bologna, Italia), Juan Brunetta y Lautaro Valenti (Parma, Italia) y Facundo Medina (Lens, Francia). Otros están en certámenes de menor nivel, pero también en Europa: Maximiliano Lovera (Olympiacos, Grecia) y Adolfo Gaich (CSKA Moscú, Rusia). Bruno Amione, de apenas 18 años, disputó un puñado de partidos en Belgrano de Córdoba y se marchó a Hellas Verona, de Italia. De Talleres era otro joya como Nahuel Bustos (22 años), que fue adquirido por el City Football Group y ubicado en Girona, de la segunda división española. Y Santiago Ramos Mingo (18), que no llegó a debutar en Boca, se fue al equipo filial de Barcelona.
"Son momentos, es cierto. Pero siempre vienen a buscar a los argentinos. Cuando estamos en los torneos los reclutadores van a ver todos los partidos de nuestro país porque saben la cultura de los futbolistas: son ganadores y competitivos. Hoy sucede algo puntual y Paulo Dybala es un buen ejemplo: fue a Palermo, un equipo chico, se adaptó y después lo terminó comprando Juventus", remarca Fernando Batista, actual entrenador del Sub 20 nacional.
Un informe reciente del periodista Roberto Parrottino en Tiempo Argentino señala que si se cuenta los futbolistas que no son de los países de origen en los planteles de Liverpool, Juventus, Bayern Múnich, PSG y Real Madrid, últimos campeones de liga, el podio lo completan Brasil (15), Francia y España (10). Le sigue Holanda (6). Y recién después Argentina (4), con Dybala (Juventus), Di María, Leandro Paredes y Mauro Icardi (PSG). Datos muy interesantes para entender la coyuntura. Además, señala que en la última Champions League, entre los equipos que jugaron los octavos de final, no hubo ningún futbolista argentino menor de 24 años.
Nicolás Burdisso, ex defensor de Boca, también se desempeñó como director deportivo de la entidad de la Ribera. Mundialista dos veces con la Argentina, tiene un vínculo muy fuerte con el fútbol italiano, dado que jugó allí casi 15 años repartidos entre Inter, Roma, Genoa y Torino. "Creo que los clubes no vienen a buscar a los jugadores a nuestro país porque no les dan lo que antes sí les daban. No logran hacer la diferencia como hace algunos años. En general no están preparados para la competencia de elite y les falta un paso intermedio y a veces dos", explica a LA NACION.
En un reporte elaborado por Big Data Sports, el periodista Nicolás Rotnitzky detalló que durante los mercados de transferencias entre 2016 y 2019, el promedio de edad de ventas de Argentina directo a las cinco ligas top de Europa fue de 21,5 años. La media cambió según el campeonato: 23 años en Francia, 22,8 en España, 21,7 en Italia, 20,6 en Alemania y 19,5 en Inglaterra. Después de los 23 años, es difícil que un futbolista salte directamente desde la Argentina a lo que se llama el Big-5: la reciente transferencia de Lucas Martínez Quarta (24) a la Fiorentina de Italia es una de las excepciones. Por otro lado, la realidad indica que no hay ventas resonantes en cuanto a lo económico porque muchas veces los clubes europeos se aprovechan de la delicada actualidad del fútbol argentino. Con inflación y el dólar por las nubes, la situación es dura. Las instituciones están agobiados por las deudas y ven en las posibles transferencias al exterior el único salvavidas para quedar en cero. "Creo que lo primero pasa por entender el lugar que ocupamos hoy en el fútbol mundial, y el rol que ocupamos más que nunca como formadores de jugadores. Hay que formar futbolistas para que en su momento se los pueda vender y tras eso se pueda traer a jugadores de jerarquía. Es una cosa que lleva a la otra", añade Burdisso.
Varios de los recientes campeones de la Champions League, por caso Liverpool y Bayern Múnich, no tuvieron argentinos en su plantel. A tal punto que los últimos que levantaron la "Orejona" fueron Lionel Messi y Javier Mascherano, con Barcelona en 2015. Tiempos más lejanos. "Son momentos, son camadas, como en su momento tuvimos a Messi, Di María o Agüero. Hay algo que es cierto: hay muchos más argentinos repartidos en el mundo, aunque no tantos en las ligas más importantes. Pero creo que en algún momento eso volverá a emparejarse. Y por supuesto nosotros debemos hacer nuestro mea culpa. Aunque yo no veo tantos cambios con Europa con respecto a la forma de trabajo y a los formadores en sí. Tal vez ellos nos saquen ventajas en algunos clubes con respecto a las estructuras. Tenemos que potenciar a los chicos con educación, buena alimentación y metodologías", apunta Bernardo Romeo, coordinador de los seleccionados juveniles.
La FIFA, a través de Transfer Matching System (TMS), realiza informes del Big-5 que aportan información sobre los traspasos de las cinco federaciones miembro más activas: Alemania, España, Francia, Inglaterra e Italia. Se publican dos veces al año: en febrero, con los datos de los mercados de fichajes de invierno, y en septiembre, con los del mercado de verano europeo. Es cierto que la pandemia de coronavirus provocó una crisis económica que afecta a toda la industria del fútbol. Tanto, que los niveles de facturación y la cantidad de transferencias de jugadores retrocedieron luego de tres años de crecimiento y volvieron a las cifras de 2016. Hubo un 18% menos de pases en el mundo, mientras que en los ingresos cayeron 32% en relación con el año pasado, según un documento divulgado. En ese contexto, en términos de volumen y de ingresos, el fútbol argentino sigue a las sombras de Brasil. Al revés de lo que se vivió algunos años atrás.
Tocalli recuerda con una sonrisa el título mundial con el Sub 20 en Canadá 2007. ¿Quiénes estaban allí? Nada menos que Sergio Romero, Banega, Mercado, Di María y Agüero, por citar algunos ejemplos. Protagonistas de una camada y un proyecto que todavía sigue alimentando al seleccionado mayor. "Durante 15 años se hizo un gran trabajo y fue el mejor momento en cuanto a transferencias al exterior. A los 20 años ya eran chicos muy conocidos. Recuerdo que a Mauro Zárate y a Romero los vendieron antes de ir al Mundial de Canadá. En el propio campeonato se transfirió a Di María, Pablo Piatti, Maxi Moralez, Banega. Mercado siguió el mismo camino. Federico Fazio ya estaba jugando en Sevilla. Era impresionante. El conocimiento de los campeonatos y los juveniles daba cuenta de que los países venían a comprar mucho más a la Argentina. Y ahora, es verdad, cuesta".
Para muchos protagonistas, la tentación de ganar dólares fronteras afuera y resignando prestigio ya es una tendencia. No importa dónde. En Grecia, por caso, encuentran una salida laboral y mejor calidad de vida. La Superliga de este país ha bajado el perfil y ya no apuesta tanto por las estrellas internacionales. En Sudamérica, el 41% de los extranjeros que se desempeñan en las diversas ligas son argentinos. México, Estados Unidos (tienen a Ezequiel Barco, de 21 años, y Emanuel Reynoso, de 24) y Asia en general amplían el espectro. "Antes la MLS compraba a jugadores de 35 años para fomentar la liga, pero hoy se lleva a chicos que son muy buenos. Viene a la Argentina el Inter Miami y te pone una millonada por Julián Carranza y Matías Pellegrini, ambos de 20 años, y es difícil decir que no. Tanto el club como el futbolista lo analizan y no les va a interesar si la propuesta es de España o Estados Unidos. Eso te abre el abanico. Y por supuesto que lo económico también es importante", dice Batista.
¿Más razones? Existen, claro. Y muchos hablan de lo engorrosas que suelen ser las negociaciones con las instituciones de nuestro país. Así lo describió recientemente en LA NACION Hernán Losada (Beerschot, Bélgica) uno de los cuatro entrenadores argentinos en la primera división europea, junto con Marcelo Bielsa, Diego Simeone y Jorge Almirón. "Los clubes de este país resignaron la posibilidad de trabajar o de buscar en Argentina. Es muy difícil la negociación, el tema de los representantes, aparecen dos, tres y hasta cuatro dueños de un mismo futbolista. Eso dificulta las negociaciones y acá las cosas son muy hechas y derechas. Cuando se ve que algo no es muy claro, se deja de lado y se busca otro jugador", argumentó.
Hace algunos días, como cada año, se conoció la lista de las 20 joyas del fútbol mundial que son candidatos al Golden Boy (el diario Tuttosport otorga este premio desde 2003 a los mejores exponentes Sub 21). Entre los 20 finalistas no hay argentinos. Y en el listado original de 100 apenas aparecieron Nehuén Pérez y Facundo Colidio. El marcador central, perteneciente a Atlético de Madrid, fue cedido a Granada. El ex delantero de Boca, fichado por Inter, está en Sint Truidense de Bélgica.
En Sudamérica, Venezuela es un buen ejemplo de la apertura de los mercados. Históricamente apuntada como la selección de menor nivel en las eliminatorias, en la reciente convocatoria de 30 futbolistas para medirse ante Brasil y Chile hay 25 que juegan fuera de su país. Los cinco restantes son menores de 23 años que militan en la liga local. Asimismo, siete de los 11 titulares que saltaron a la cancha contra el equipo de Tite en el Morumbi se desempeñan en el fútbol europeo (del resto, tres en Estados Unidos y uno en Brasil).
Hay más: Granada, uno de los equipos revelación de España, tiene como pilares en su estructura a Yangel Herrera y Darwin Machís, ambos venezolanos. "Europa se abrió mucho hacia distintos mercados, no sólo a la Argentina, Brasil y Uruguay. Buscan otra clase de jugadores e inclusive muchas veces les sale más barato y los terminan potenciando. Todo está mucho más abierto, porque antes se pensaba apenas en Italia, España o Inglaterra, pero además crecieron otros países como Portugal o Rusia", sostiene Batista.
En un fútbol argentino cargado de incertidumbre (la Copa Liga Profesional es apenas un ejemplo) muchos de los formadores consideran que un certamen de 24 o 26 equipos en primera división es irreal y baja el nivel de competencia. "A esto le sumo los campeonatos en las inferiores. Y lo digo con conocimiento de causa porque mi hermano Mateo está en Estudiantes de La Plata. Juegan poquísimo en un torneo muy poco atractivo. Suele haber mucha diferencia entre los equipos. Se debería modificar el sistema de competencia porque eso ayudaría a que los futbolistas lleguen mejor formados", subraya Burdisso.
Para Burdisso, además, es elemental la manera en la que se construyen los equipos de primera. "Hay que pensarlos en hacer lo mejor para que se potencie a los jóvenes jugadores. Y en ese sentido hay varios clubes en nuestro país que lo hacen: dejan cuatro o cinco futbolistas históricos que les dan sostén a los más chicos para que absorban las presiones y jueguen tranquilos, y los más grandes sepan guiarlos y aconsejarlos para marcarles las primeras armas".
El ex defensor de Boca hace hincapié permanentemente en el trabajo con los más chicos y en los encargados de guiarlos. "Personalmente, creo que hay que replantearse la formación de los jugadores e ir a cambiar muchas cosas en cuanto a los técnicos de esas categorías: controlarlos, potenciarlos, actualizarlos. Hay gente que hizo el curso de entrenador hace 20 años y no se renovó. Es una realidad. Tienen experiencia, sí, pero no la preparación que hoy se necesita", analiza.
"A mí me parece que se mejoró bastante la tarea en las inferiores con respecto a lo que era hace un par de años. La calidad de los entrenamientos es interesante y los clubes se dieron cuenta de que las canteras son importantes. Hay ejemplos de buenos trabajos: Vélez, Lanús, Newell’s y Argentinos", argumenta Batista.
Romeo, por su parte, detalla un plan de acompañamiento que involucra a los seleccionados juveniles. "En AFA tenemos la idea de reclutar a muchos chicos repartidos por el mundo. En su momento la bandera fue Messi y ahora está Luka Romero en Mallorca. Habrá un departamento de scouting con sede en Madrid para hacer seguimientos, estar en contacto con los jugadores, sus familias, el colegio, ayudar en su crecimiento y que puedan llegar a las ligas más importantes del mundo. Es un proyecto muy interesante a nivel masculino y femenino".
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