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Tras la despedida de Lionel Messi, Barcelona pierde patrocinadores y se hunde en lo deportivo
Se fueron 10 jugadores, y ya se cayeron dos sponsors
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Irreconocible, sin estrellas, endeudado... Barcelona, prestigiosa institución que dominó Europa a principios de la década 2010 vive una travesía del desierto simbolizada por el 3-0 que le infligió Bayern Munich, un año después del terrible 8-2. Los barcelonistas, que ya ni siquiera tienen a Lionel Messi, no ganan un partido de la Champions desde el 2 de diciembre de 2020 frente al modesto Ferencvaros (3-0).
Antes un fortín, el Camp Nou es ahora un terreno donde los gigantes de Europa ya no tienen miedo y en el que el Barça ha perdido sus tres últimos encuentros de Champions, recibió diez goles y marcó sólo uno.
La prensa madrileña y catalana está de acuerdo en constatar el revés azulgrana este miércoles. “Pobre Barça”, tituló Marca, mientras que para el barcelonés Sport es “La triste realidad” y el diario deportivo en catalán L’ Esportiu titula “Muy, muy lejos”. Una impotencia compartida por el icono blaugrana Gerard Piqué tras el partido: “Es lo que hay, estoy convencido de que es un año complicado. Hay que ser franco: no estamos entre los favoritos”.
Según los medios catalanes, el presidente Joan Laporta y su círculo más cercano mantuvieron una reunión de urgencia en las oficinas del Camp Nou por la noche, tras el encuentro, sin anunciar ninguna decisión inmediata. ”El partido confirmó la impresión depresiva que en estos días tiene atrapado al Barça (...) Un partido inútil y largo, una especie de corredor de la muerte al final del cual no había otra esperanza que la derrota. Nadie podía esperar otra cosa”, escribió Alfredo Relaño, presidente de honor del diario As en su columna este miércoles.
El desánimo fue acompañado, en simultáneo, por una catarata de burlas en las redes sociales, por el mal desempeño, por la nostalgia por Messi y los recuerdos de un campeón que ya no existe.
El desastre económico
La cuarentena se le vino encima a Barcelona. Las restricciones, en realidad: la de fútbol dañó su economía, y la de Lionel Messi la amenaza por un largo tiempo. Después de bajar sus aportes millonarios al club por la baja de la actividad deportiva, ahora los patrocinadores más importantes, ya sin el argentino en el plantel, deciden terminar su relación con la entidad o al menos parecen estar en serias dudas de seguir.
A los números: la japonesa Rakuten, que luce en el pecho de la camiseta y en lugares muy visibles del estadio, primero redujo su contribución de 55.000.000 de euros anuales a 30.000.000, a raíz de la menor actividad por la pandemia, y ahora le avisó a la junta directiva que se irá dentro de ocho meses; la turca Beko, mencionada en las mangas, ya pasó de 19.000.000 a unos 10.000.000 por temporada, consecuencia del coronavirus, y también se marcha, y Nike, tras 23 años ligada a Barça, levanta sospechas de que se añadirá a la lista de egresos, y sin ella desaparecerían nada menos que 105.000.000 en cada campaña.
En el club tratan de equilibrar las palabras para describir la crisis, pero la sangría es cada vez mayor. Pero lo que no se dice en un lado, se empieza a describir desde otros. Hasta sus rivales empiezan a hablar de los problemas del club catalán. Uli Hoeness, presidente de honor de Bayern Munich, primer adversario en la Champions League, fue contundente: “Barcelona está en quiebra. Si estuviera en Alemania, sería un caso para el juez de quiebras”.
Sin Luis Suárez desde hace un año y un par de meses, y ahora sin Messi y sin Antoine Griezmann, Barcelona se deshace de sueldos enormes, pero también de ingresos abundantes. Si bien el rosarino había aceptado rebajarse el salario anual 50%, el gesto no alcanzó: el cuadro blaugrana y su histórico número 10 ahora son adversarios. Y eso implica para la institución menos abonos en el Camp Nou, menos venta de indumentaria y menos publicidad.
Este quinto año de contrato entre Barcelona y Rakuten, una empresa japonesa de comercio electrónico, es el último de un vínculo que le reportó 250.000.000 de euros al club: 55 millones en las primeras cuatro temporadas (desde 2017) y 30 millones en la actual. ¿Por qué la baja? La Covid-19 y sus estragos. ¿Por qué el adiós a mediados de 2022? Nadie lo dijo, pero la salida de Messi parece explicar gran parte de ello.
La turca Beko, del rubro de los electrodomésticos, cree que su ciclo está cumplido y también partirá a fines de este ejercicio. Nada de ser la que ponga su nombre al Camp Nou, que necesita una compañía comercial en su nombre histórico para las obras de remodelación que pide a gritos a esta altura del siglo XXI. Las que sí ha encarado en su Santiago Bernabéu el archirrival, Real Madrid, que goza anualmente de 70.000.000 que llegan de Fly Emirates. Algo más atrás, pero ahora bien arriba de Barça, está Manchester United, receptor de 55.000.000 por parte de Team Viewer.
Y Nike está asociada muy fuertemente con la entidad culé: desde 1998 comparten caminos. De la firma estadounidense provienen 105.000.000 de euros cada año que pueden convertirse, por regalías, en hasta 155.000.000. Da la impresión de que ya no ocurrirá: hay quienes ven a la alemana Puma en el horizonte de corto plazo, tomando el lugar de su competidora. Ergo, el lucro cesante anual inmediato para las arcas blaugranas será de, como mínimo, 40.000.000 de euros, y aunque bien puede ser de más de 145.000.000. Claro que algunas empresas reemplazarán a las salientes, pero muy posiblemente con ofertas menos lucrativas para Barça.
En sus años más jugosos, Barcelona llegó a ufanarse de entradas por 1.000.000.000 de euros, una cifra que hoy parece estratosférica. Quizás tanto como las posibilidades de sus oponentes más calificados. Como Bayern, de nuevo firme candidato a ser campeón de Europa. Se lo enrostró este martes con un 3-0 (un gol de Thomas Müller y dos de Robert Lewandowski) en el mismísimo estadio culé, donde el capitán, Gerard Piqué, declaró: “Es lo que hay, ahora somos lo que somos”. Aun así, el defensor mantuvo cierto tono optimista sin dejar de reconocer el resultado “abultado” y la superioridad alemana: “En líneas generales me quedo con que al final han entrado no sé cuántos chavales de 18 años, el equipo ha dado la cara y ha competido. Ahora hay una diferencia, pero tenemos gente como Ansu [Fati], como [Ousmane] Dembélé, como Kun [Agüero], que puede darnos, sobre todo arriba, para ser más competitivos. Estoy convencido de que vamos a acabar compitiendo, aunque es un año muy complicado”.
Se siente en más de un rubro el adiós de Messi, incluso más allá del deportivo y el económico. Lo dejó en claro el otro gran referente del plantel, Sergio Busquets. “Lo viví como la mayoría. Me quedé en estado de shock por lo que supone Leo para el Barça y lo que suponía en el nivel personal para mí, para nuestras familias. Tuve emociones difíciles de gestionar. Leo aportaba en el nivel colectivo y no voy a contarte lo que aportaba al mundo del fútbol hoy. Son decisiones difíciles que no dependen de nosotros. Es duro, pero tenemos que cambiar el chip”.
Cambiar el chip futbolístico será difícil. El económico, sin el 10, aun más.
Agencia AFP
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