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No existen registros para encontrar una sanción parecida a la que recibió Lionel Messi por parte de la FIFA. Los cuatro partidos de suspensión que recibió por insultar al árbitro en el partido que la Argentina le ganó a Chile marcan la dureza de una decisión que le duele al fútbol argentino. Sin embargo no es la primera vez que el Tribunal actúa de oficio. Algo parecido pasó con Luis Suárez en el Mundial 2014 y con el chileno Gonzalo Jara, en la Copa América 2015.
Quedará en la historia lo que sucedió en el Mundial 2014 cuando se enfrentaban Uruguay e Italia. Luis Suárez se cruzó con el defensor Giorgio Chiellini y lo mordió en la espalda. El árbitro mexicano Marco Rodríguez ni siquiera lo amonestó al hoy delantero de Barcelona por esa acción.
Sin embargo la FIFA decidió sancionarlo de oficio luego de ver los videos de lo que había sucedido. Le dieron a Luis Suárez cuatro meses de suspensión. Es decir que no sólo no pudo jugar con su selección lo que quedaba del Mundial, sino que tampoco podía hacerlo con su equipo (lo había contratado Barcelona en aquel entonces), ni siquiera podía asistir a las canchas o entrenamientos.
Gonzalo Jara también fue suspendido de oficio. Pero, esa vez, fue la Conmebol la que tomó cartas en el asunto. Sucedió durante la Copa América de Chile 2016, luego del partido entre la Roja y Uruguay, en el que una cámara registró al defensor tocándole la cola a Edison Cavani para provocarlo -el uruguayo reaccionó con un manotazo y fue expulsado-.
El ente regulador del fútbol sudamericano lo sancionó con tres fechas. Así, Jara se perdió la semifinal contra Perú, la final ante la Argentina y el primer partido de las eliminatorias rumbo a Rusia 2018.