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No supieron cómo quedarse con la victoria
Independiente no pudo sostener su buen juego y Newell´s, con más entrega que fútbol, lo privó de un éxito que necesitaba: 1-1; Diego Ochoa, uno de los líderes de la barra, fue acuchillado en el ingreso en la popular.
Por Pablo Casazza
Para LA NACION
ROSARIO.- Se trata de sostener una idea y saber ejecutarla. Dudar y no poder capitalizar un plan puede dejar la sensación de vacío. Mostrarse inseguro e inconstante le puede dar al rival de turno indicios de cuáles son las propias imperfecciones. Quizá de esa forma se pueda entender por qué Independiente no pudo ganar y Newell´s advirtió cómo hacer que se repartiese el botín.
El comienzo del juego mostró a Newell´s demasiado desorientado y desarticulado como para poder quebrar la resistencia del rival. Lo suyo apareció en la segunda etapa. En la primera etapa no fue profundo como para imponer sus condiciones. Incluso ofreció facilidades en el bloque defensivo que le permitieron al conjunto de Avellaneda acomodarse a su plan de lastimar de contraataque.
Esa fue la carta que habían elegido los Rojos para sumar de a tres en su visita a esta ciudad, pero no les alcanzó con eso. En el comienzo del partido fueron aplicados defensivamente e inteligentes para explotar cada avance. En la mitad de la cancha, Fredes y Godoy pusieron su cuota de juego. Y los demás aportaron lo suyo. Tanto que en la primera salida rápida, una buena conexión entre Leandro Gracián y Patricio Rodríguez terminó en los pies de Andrés Silvera y el delantero de los Rojos se encargó de hacer lo que mejor sabe: definir con mucha categoría ante la salida de Sebastián Peratta.
Tuvo chances el equipo de Avellaneda para extender su ventaja, pero el arquero de Newell´s se encargó de desactivar los intentos del rival. Patito Rodríguez fue uno de los que no pudieron superar la barrera que impuso Peratta.
La ecuación se modificó en el segundo tiempo. Aunque sin demasiadas luces, Newell´s acomodó sus piezas, mejor dicho su DT Roberto Sensini, y le puso la cuota de entrega a su intención de emparejar la historia. Lentamente se encargó de quitarle intensidad a la mitad de cancha del rival, que durante la primera etapa le había hecho demasiado daño. Algunas buenas acciones se fueron gestando desde el empuje; incluso, lo acorraló por momentos a Independiente.
Por eso los Rojos fueron perdiendo su eje. Ya no pudieron imponer sus condiciones con los hombres que en los primeros 45 minutos estuvieron cerca de su mejor versión. Aparecieron demasiadas dudas, manifestadas en la tibieza de los avances que encabezaron Gracián y Silvera.
La liviandad del equipo de Avellaneda fue una inyección de ánimo para el conjunto rosarino, que se insinuaba con Formica y Borghello. Le faltaba peso en los últimos metros y la defensa rival pareció tener claro cuál era el mejor negocio ante la desesperación de Newell´s. Sin embargo, no pudo sostenerse y fue el propio Formica el que se encargó de darle el empate al local, que incluso pudo haberse quedado con el premio mayor en un bombazo de Pulga Rodríguez que dio en el travesaño.
El final los dejó con sensaciones casi similares. Independiente había hecho méritos para ganar, pero fue tibio. Newell´s intentó sacarle todo, pero claro, fue muy poco lo que ofreció.
Acuchillaron a un líder de la barra local
ROSARIO.- Los días consumidos por la interna en la hinchada de Newell´s vuelven a escena por otro hecho de violencia: uno de los líderes de la barra brava, Diego Ochoa, apodado el "Panadero", fue acuchillado anoche en el ingreso en la popular, aunque no se confirmó su traslado al hospital Clemente Álvarez.
Por este hecho, la tribuna local mostró varios claros como consecuencia de la movilización de la barra de Newell´s cuando se enteró de la agresión a uno de sus referentes. Ochoa había quedado al mando de la barra después del asesinato de Roberto "Pimpi" Camino, en marzo pasado, de cinco balazos. Pero no fue la única víctima, pues en febrero último, Walter Cáceres, de 14 años, falleció de un disparo en una emboscada a un grupo "leproso" que regresaba a Rosario después de un partido con Huracán, en Buenos Aires.