La historia de Nicolás Fernández, el último héroe de los finales increíbles de Defensa y Justicia

La medianoche del lunes ya es historia en Florencio Varela, cuando Nicolás Fernández abandona la zona de los vestuarios después de atender a todos los medios y se convierte en una estrella de rock: después de una hora de vigilia, afuera lo espera un puñado de hinchas que se abalanzan sobre él, lo abrazan, lo besan y le agradecen.

"No sabés la alegría que le das a la gente del barrio, ídolo", le dicen y Fernández sonríe. El último héroe de los Avengers de Varela agradece el cariño, se saca fotos, guarda la pelota del hat-trick firmada por sus compañeros en el baúl de su Peugeot negro y se sube en la posición de conductor para manejar rumbo a su casa mientras elabora una idea que resonará en su cabeza en la mañana del martes: que Defensa y Justicia puede ser campeón del fútbol argentino.

Fernández está acostumbrado a confiar en su intuición. En la mañana del lunes se levantó con la tranquilidad de que iba a convertir después de cuatro partidos sin anotar. Horas más tarde, en la profundidad de la noche varelense, marcó el primer triplete de su carrera frente a Banfield y se tomó revancha de aquel partido que terminó en victoria 3-1 frente a Junior en la vuelta de los cuartos de final de la última Copa Sudamericana , pero en el que, tras anotar dos goles, marcó un tercero que fue anulado a instancias del VAR.

Fernández volvió a ponerse la capa de héroe, una escena repetida en el enésimo desenlace agónico del Halcón en el campeonato: en los últimos quince minutos marcó 13 goles, rubricó siete victorias, rescató tres empates y acumuló 24 puntos, el 47.05% de sus 51 unidades. "Somos un grupo que va en busca de todo, con hambre, humildad y un juego que plasmamos en cada partido", reflexionó post partido.

Máximo artillero junto a Matías Rojas con ocho conquistas cada uno, cinco de sus celebraciones fueron durante el último cuarto de hora: por duplicado desde el banco de suplentes en el debut frente a Lanús, en la 13ª fecha para hincar a Tigre; en la 17ª, para revertir el exigente desafío que representó San Martín de Tucumán y este lunes frente a Banfield. Sus ocho goles representan 13 puntos en la campaña de un equipo cuyos hinchas despidieron a Fernández entonando su apodo: "Uvita, Uvita", resonó en el Norberto Tomaghello tras su monólogo frente a Banfield.

Su sobrenombre lo acompaña desde su infancia en la ciudad de Santa Fe. "De chico me lo pusieron, por ser chiquito y negrito, es un apodo con un poco de humor", explicó. Uva, Uvita, fue a contramano de su familia: si bien todos son de Colón, él es el único hincha de Unión.

Nicolás es el cuarto hijo en una numerosa familia de diez hermanos. Leandro, el mayor que este 12 de marzo celebró sus 28 años, debutó en Defensa y Justicia en 2009 y, tras vestir las camisetas de Tijuana, Ferro, Comunicaciones de Guatemala, Godoy Cruz e Independiente, actualmente milita en Vélez.

Brian, nacido el 26 de septiembre de 1994, hizo su presentación profesional en Defensa en la B Nacional y se convirtió en una pieza clave en el ascenso. Su rendimiento lo llevó sin escalas a Racing, donde mostró destellos de su nivel pero sus problemas de adicción frustraron su permanencia en Avellaneda. Cedido a Sarmiento de Junín en mayo de 2017, regresó a Racing pero Diego Cocca prescindió de él y fue vendido al Metz francés. Tras un breve paso por Unión La Calera de Chile, se marchó a México para brillar en el Necaxa.

Melanie, Juan Cruz, Priscila, Valentina, Tomás y Martina completan la decena de hermanos. Miguel David, el segundo más grande, fue protagonista de una tragedia que marcó a la familia: con apenas 18 años, falleció el 13 de agosto de 2012 después de 30 horas internado en el Hospital Cullén de Santa Fe tras dispararse en la cabeza después de protagonizar un choque con su moto en las calles de la ciudad. En febrero de 2018, Leandro le marcó a Colón con la camiseta de Independiente y su festejo fue una emotiva dedicatoria a Miguel.

En ese mismo año, Nicolás abandonó su Santa Fe natal tras una infancia difícil, de carencias, un padre ausente y una madre que trabajaba a destajo. Así, llegó a Buenos Aires: "Vine para jugar en la séptima y me costó apenas llegué. Vine como ‘el hermano de’, pero me fui convirtiendo en algo más importante, fui goleador en las inferiores y pude salir campeón", recordó Uvita.

Dos años después, el 6 de diciembre de 2014, fue su debut oficial frente a Olimpo. En 2017/2018 fue su destape con 8 goles en 18 partidos por la Superliga, cifra que alcanzó ya en 2018/2019 a tres fechas del final. Defensa necesitará de sus goles: visitará a Patronato en Paraná, recibirá a Unión y enfrentará a Racing en una última fecha apasionante que podría consagrar a uno de los dos equipos o, en caso de que igualen en puntos, el prólogo de un desempate, aunque Fernández está confiado en que podrán adueñarse del título en esa última jornada: "No firmo un desempate porque vamos a ir a ganar a Avellaneda. Estoy convencido porque tenemos un grupo muy seguro de que podrá dar pelea. Nosotros queremos salir campeones, no nos conformamos con entrar en la Libertadores", anticipó.

Padre de Rihana y Ridwan, hoy disfruta de una realidad soñada, sin privaciones, que plasma su resiliencia, una virtud que quedó en evidencia frente a Banfield: después de marcar sus dos primeros goles y con el 2-1 parcial en el marcador, intentó picársela sin éxito a Iván Arboleda. El posterior empate de Nicolás Bertolo amenazaba con convertirlo en villano pero tuvo desquite a los 89 minutos: "Me golpeó fuerte porque había tenido una chance más, pero después tuve mi premio", esbozó con una sonrisa. Fernández pateó en cuatro oportunidades al arco del Taladro y marcó tres goles, pero aquella chance desperdiciada podría haber sobrevolado en su cabeza por el resto de su vida si finalmente Banfield le extirpaba un empate.

En su éxito juega un papel trascendental Juan Gambandé, entrenador de arqueros del cuerpo técnico de Sebastián Beccacece cuyo consejo resultó decisivo en dos de los tres goles frente al Taladro. "Hablamos siempre con Juan y me dijo que Arboleda venía falto de autoestima", confesó en una entrevista con Fox Sports. "Me han hecho más jugador. Aprendí mucho con Sebastián y su cuerpo técnico, soy mucho más jugador que antes", agregó el último héroe de Florencio Varela en su raid mediático.

El cuarto hat-trick en la Superliga

Cuatro veces se logró esa marca en 22 fechas. Luis Miguel Rodríguez, cuando aún vestía la camiseta de Atlético Tucumán, marcó los tres tantos en el triunfo por 3-0 frente a Tigre en la 5ª fecha; Leonardo Heredia, de Colón, hizo lo propio una jornada más tarde frente a Godoy Cruz, en Santa Fe. Hasta el hat-trick de Nicolás Fernández, que con la camiseta de Defensa y Justicia fue autor de 20 goles en 50 partidos, el más significativo triplete del certamen había sido el de Gabriel Ávalos, que en la 16ª fecha sorprendió a River en la histórica hazaña de Patronato, en el Monumental.

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