La primera vez que aparecieron los dos en el listado de candidatos a mejor futbolista del planeta fue en 2006. Cristiano Ronaldo en el puesto 14°, y Lionel Messi, en el vigésimo escalón. Hasta el combativo volante italiano Genaro Gatusso terminó más arriba en el ranking. Pero llegaban para quedarse, para gobernar el mundo.
Nunca más faltarían entre los candidatos al cetro, en cualquiera de sus múltiples nombres y envases que fue tomando el premio, desde el Balón de Oro France Football, el FIFA Balón de oro, el FIFA World Player o el The Best FIFA.
En el 2007 se subieron al podio para escoltar al brasileño Kaká. En 2008 lo recibió por primera vez Cristiano Ronaldo, detrás Messi, y luego Xavi, el ‘Niño’ Torres y Steven Gerrard, por ejemplo. Al año siguiente, Messi disfrutó de su bautismo, Cristiano en el espejo retrovisor, y más atrás el camerunés Eto’o, Ryan Giggs y Thierry Henry, por ejemplo.
Durante doce premiaciones, apenas se les escapó una distinción: en 2018 se las robó Luka Modric y el croata quedó como un atrevido intruso en la edad del rey bicéfalo del planeta fútbol. Seis veces Messi, cinco veces Cristiano Ronaldo.
Reescribieron los manuales. La historia, alguna vez, creyó que los tres galardones para el holandés Johan Cruyff (1971, 73 y 74), el francés Michel Platini (83, 84 y 85) y otro holandés, Marco van Basten (88, 89 y 92), serían insuperables. Nadie sospechaba el potencial que traería el siglo XXI.
Este año no habrá gala, ceremonia ni alfombra roja. La revista France Football, por primera vez desde 1956, interrumpirá su distinción. La publicación entendió que la temporada no ha sido regular: la mayoría de las ligas se reanudaron y concluyeron, pero otras no, como las de Francia, Holanda y Bélgica.
"Después de un análisis cuidadoso, no se cumplen todas las condiciones. Creemos que un año tan singular no puede -y no debe- ser tratado como un año ordinario", explicó Pascal Ferré, editor en jefe de la revista francés. La imposibilidad de trazar una comparación justa, dejó al Balón en pausa hasta 2021. Todo indica que la FIFA tampoco otorgará el The Best; a lo sumo, analiza para noviembre escenificar algo simbólico.
La pandemia de coronavirus alteró todo. Pero aun con sus interrupciones entre marzo y junio/julio, la temporada 2019/20 ofreció campeones y estrellas. Vale preguntarse, imaginando sondeos y encuestas, ¿el mejor del año hubiese sido Messi o Cristiano Ronaldo? Muy probablemente, ninguno de los dos. Y entonces, ¿quién?
Se abre el debate, por cierto, sin un candidato incuestionable. Sin un favorito. Sin un emergente ni una figura joven que atrape una fuerte adhesión. Entre los virtuales pretendientes al cetro, casi todos superan los 30 años.
La temporada 2019/2020, en definitiva, se convirtió en un buen ejercicio para espiar al futuro. Para imaginarse una nueva era. Cristiano Ronaldo, con 35 años, y Messi, con 33, podrán atrapar algún Balón de Oro, u otro The Best. Seguro. Han sido capaces de empujar los límites hasta lo inexplicable, por eso se volvería una insolencia no creer que son capaces de más.
Pero lo que ya no podrán es establecer un poder hegemónico. Por eso este cierre de estación, particularmente sin tribunales de premiación, quedará como una bisagra entre la dinastía que establecieron y el alumbramiento de una saga renovada o flamante realeza. La historia contará que se necesitó de un año sabático, de un océano para calmar tanto fuego.
Ambos son increíbles. Colocaron la vara tan alta que lo que produjeron en los últimos doce meses resulta insuficiente comparado con todo el potencial que le mostraron a la audiencia planetaria.
Cristiano nuevamente obtuvo la Liga italiana con Juventus, hizo 37 goles por todas las competencias y otros 11 con la selección de Portugal. Perdió la Supercopa italiana y cayó en la final de la Copa Italia.
Messi experimentó una situación que había olvidado: no ganó nada, como en 2007/08 con Barcelona. Además, se le escapó una liga que tenía encaminada, pero convirtió 25 goles para finalizar por séptima ocasión como Pichichi –récord–, entregó 21 asistencias –otra plusmarca– y cerró la temporada con 33 conquistas en total.
Pero a ambos, claro, se los mide especialmente en las grandes citas. Esas son las huellas que realmente les interesa dejar. Se trata de la Champions, y ambos decepcionaron con rápidas despedidas. Cristiano frente a Lyon en los octavos de final, y Messi ante Bayern Munich, en los cuartos de final, en la catastrófica tarde del 8-2 en Lisboa contra los alemanes, luego, campeones.
Vale como un juego. Diez futbolistas, diez pretendientes. Y corresponde sumarlos a Messi y a Cristiano Ronaldo, claro. No por volverse ‘terrenales’ han dejado de destacarse. Pero este año no les hubiese alcanzado para ganar. Desafío para la audiencia. Una invitación al debate. Entonces, ¿quién y por qué? Ser el mejor es la recompensa.
LA NACION acerca una oferta de calidad, un abanico de estrellas decididas a quedarse con ese bastón de mando que, en la última década, prácticamente se paseó por las mismas manos. La discusión está abierta.
Ganamos todo lo que se podía ganar y fui el que más goles marcó en todas las competiciones. Pienso que si un jugador consigue tanto, debería ganar el Balón de Oro
Personalmente, no he visto a ningún jugador mejor que él este año, el pasado y el anterior. Creo que Karim Benzema ya se merece un Balón de Oro
Sería bueno ganar el Balón de Oro, pero no es algo que me quite el sueño. No tengo que ganarlo la próxima temporada o la siguiente. No hay límite de tiempo
Sueño todo el tiempo con el Balón de Oro, desde mi infancia
No tengo nada contra Lewandowski, es un goleador excepcional, pero el mejor del mundo este año ha sido Manuel Neuer. ¡Todo lo que atajó en la rueda final en Lisboa!
Messi va a ganar el Balón de Oro hasta 2025. Y está bien
Entiendo que la presión sobre algunos jugadores de otros equipos pueda ser mayor. Pero, ¿no es cierto que cada jugador que haya logrado lo que he logrado yo ganaría el Balón de Oro?
Mbappé y Neymar se podrían haber disputado el Balón de Oro. Juegan en el mismo equipo y eso es muy doloroso para los equipos que se cruzan con el PSG
Tras su magnífica temporada, Lewandowski estaba muy bien posicionado para competir con Messi o Cristiano. Es una ocasión perdida para su carrera