Newell’s - Rosario Central, por el Torneo 2021: en un muy buen clásico, empataron con goles de Damián Martínez y Nicolás Castro

Newell’s y Rosario Central empataron 1-1 por la séptima fecha del Torneo 2021 de la Liga Profesional de Fútbol. El partido fue intenso, de ida y vuelta. Lo dirigió Andrés Merlos y los autores de los goles fueron Damián Martínez (de cabeza), tras un córner de Vecchio -para el visitante- y Nicolás Castro, con un remate desde afuera del área, para los dirigidos por Fernando Gamboa.

Un clásico rosarino jugado con entrega y corazón. Un partido donde se metió, se cruzó la pierna fuerte, se disputó cada pelota con ahínco. Un enfrentamiento en donde no se trató bien la pelota, pero donde no faltaron las jugadas de gol. Del local y del visitante. Un clásico rosarino de hacha y tiza que dejó agotados a todos. El empate no dejó dudas. El uno a uno se ajusta a lo que entregaron, fiel a las virtudes de cada uno, y los defectos claros.

Lo mejor del empate en el clásico

Fernando Gamboa y Cristian González siguen invictos en los clásicos en su función de entrenadores. Una victoria, allá lejos del local, una reciente del visitante hoy. Y esta paridad. A Gamboa le sirve para mantener su invicto de local –llegaba de tres victorias- y reafirmar su proyecto. Al Kily, cortar una racha de seis derrotas consecutivas que incluyeron las caídas ante Bragantino por la Sudamericana, y tal vez, un salvavidas para mantenerse en su cargo. Su equipo marcha último en la tabla y no deja de atravesar tormentas.

Se sabe, este tipo de partidos hace crujir las bases de los proyectos deportivos. La derrota de Newell’s, tres a cero en Arroyito, en la Copa anterior, fue el golpe de nocaut para el anterior ciclo Germán Burgos. Gamboa al menos puede irse al vestuario con la materia de la entrega aprobada.

En el primer tiempo no hubo un dominador claro más allá de algunos pasajes de uno y otro, que tuvieron que ver con la presión alta del local, y la salida clara e inteligente del visitante en contraataque.

La gran atajada de Aguerre ante Zabala

Empezó movido el primer tiempo porque a los seis Alan Aguerre se revolcó en el área chica para sacar con su mano izquierda una entrada franca de Diego Zabala. El uruguayo aprovechó un centro preciso de Lautaro Blanco y todavía debe estar preguntándose como no fue gol. Fue un pasaje intenso a favor de los auriazules. De ese córner pudo venir la ventaja parcial incluso. La pelota quedó en un remolino de piernas en el área chica y fue finalmente despejada por la defensa local.

Reaccionó el local y las subidas de Gabriel Compagnucci, profundas, le dieron otro aire. De todos modos, el partido no cambiaba de sintonía. Se metía, se jugaba al límite, nada se daba por perdido. Empezó a llegar Newell’s. En los pies de Jonathan Cristaldo. La primera fue de zurda desde el borde de área tras un giro sorpresivo. Pasó al lado del palo mientras Jorge Broun solo miraba. Un minuto después, Broun y Avila se equivocaron feo en la salida y pudo llegar el gol local. Pablo Pérez asistió a Castro que alargó a Cristaldo y de cara a Broun, no ejecutó bien y se la entregó a las manos.

¿Algo más? Si, un mal retroceso de los auriazules, le permitió al ex Vélez escabullirse y su remate salió por arriba del travesaño, con la desesperación de Facundo Almada que corría a la par, y el achique del arquero.

Central se recompuso y encontró en Damián Martínez, una de las figuras del partido, una autopista sin peaje hasta el área de los rojinegros. Un problema sin solución para el local, una alternativa, es cierto, que generó más de lo que acertó.

La primera fue una combinación con Gamba que terminó en un remate fallido de Ferreyra desde inmejorable posición. La segunda, en la jugada posterior, una llegada al fondo que Cristian Lema cerró casi in extremis cuando Marco Ruben se relamía con el gol. Después, una propia. Entró en posición de siete, de cara a Aguerre y desvió el disparo. Las llegadas estaban a las órdenes del día.

Central pudo golpear duro en el alargue del primer tiempo. Fueron dos oportunidades en la misma jugada. Lucas Gamba asistió a Ruben, que no llegó por centímetros en el área chica. La pelota dio la vuelta y Ferreyra sacó un remate franco que hizo estirar a Aguerre. Final electrizante.

El segundo tiempo pareció iniciarse con una marcha menos, pero no por ello escondiendo ambos sus ambiciones. El gol de Rosario Central llegó a los siete, cuando Damián Martínez anticipó en el primer palo. La pegada de Emiliano Vecchio, con clase, ya había insinuado peligro en el primer tiempo con tres córners consecutivos. Tras el gol, Central tuvo el partido a su merced. El local tambaleaba y con solo acertar el segundo hubiera cerrado la discusión. Pero le faltó agresividad.

Y Newell’s, maltrecho en esa parte del encuentro, encontró el gol. Maxi Comba, de buen partido y Pablo Pérez armaron una buena jugada, para que Nicolás Castro, de derecha, casi en un calco de los dos goles que le convirtió a Estudiantes (4-2) en ese mismo arco, lograra empatar a los 14.

Después se tiraron algunos cross, casi como boxeadores agotados. Aunque no dejaron de buscar la victoria, se notó con el correr de los minutos que ya habían bajado su energía. Al fin y al cabo, el empate estuvo bien. Ambos tienen que corregir su andar futbolístico, porque son claras las deficiencias. Un empate en el clásico no deja heridas. Mañana será un lunes en paz.

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