Mundial Qatar 2022. ¿Hay barras argentinos? Los que burlaron la prohibición de ingreso y las faltas que más irritan a la Policía

DOHA (enviados especiales).- Terminaron los octavos de final y ya quedaron en el camino 24 de las 32 selecciones que llegaron a jugar el primer Mundial de Fútbol en Medio Oriente. En la Copa de los millones, la seguridad era uno de los aspectos más sensibles para las autoridades qataríes, que prepararon la cita mundialista durante más de una década.

Cómo se comportaría el millón y medio de hinchas llegado de todas las partes del mundo durante semanas conviviendo en una misma ciudad era uno de los grandes interrogantes. Las autoridades locales sostienen que el balance en ese sentido es positivo y que hasta el momento no hubo que lamentar ningún enfrentamiento ni hecho de gravedad en los estadios.

Los argentinos tienen una de las hinchadas más numerosas, que todavía sobrevive en la competencia. Se calcula que son unos 20 mil, que llegaron apenas comenzado el torneo. El primer partido frente a Arabia Saudita significó no sólo un golpe para el equipo de Lionel Scaloni. Tras esa noche en el estadio de Lusail, hubo además un cambio en el comportamiento de la hinchada argentina que, desde entonces, se ubica en una de las cabeceras, con bombos, aliento incesante y banderas conocidas para nuestro fútbol doméstico.

¿Hay barras argentinos en Qatar?

Según pudo saber LA NACION, se trata de segundas o terceras líneas de clubes como Boca, Vélez, Racing y otros del ascenso. Llegaron diseminados y se juntan los días de partido. La mayoría están alojados en Barwa, el barrio de monoblocs en las afueras de Doha, donde pasan su estadía mundialista los argentinos con presupuesto low cost. Sin embargo, un viaje a este Mundial, con pasajes, entradas y estadía, está en el orden de los 10 mil dólares, una cifra inalcanzable para muchos de los que van a la cancha cada fin de semana en la Argentina.

El Ministerio de Seguridad nacional argentino elaboró una lista con casi 7 mil barras para aplicarles derecho de admisión en el Mundial. Los nombres fueron facilitados por las autoridades provinciales, la ciudad de Buenos Aires y, en menor medida, los propios clubes.

La idea surgió del ministro Aníbal Fernández, para tener un “Mundial libre de barras” y mostrar buena letra en la previa de un año electoral en el que el funcionario buscará un cargo electivo. Según fuentes de la cartera de Seguridad, no se trató de una medida obligatoria, sino que fue presentada a principios de noviembre ante las autoridades qataríes en Buenos Aires para que les denieguen la tarjeta Hayya, el requisito indispensable para ingresar a Qatar.

Por este convenio buscan brindar “colaboración y cooperación” ante la policía qatarí. Por eso, desde hace más de tres semanas está en Doha Ignacio Candia, director nacional de Seguridad en Eventos Deportivos, y un jerárquico de la Policía Federal Argentina. “Vinimos a colaborar con el gobierno qatarí y con los hinchas argentinos para evitar cualquier tipo de problemas”, le dice a LA NACION el funcionario que responde a Aníbal Fernández. La cantidad de efectivos argentinos esta vez es exigua comparada con otros mundiales (a Rusia habían viajado 7) y también con otros países. Los mexicanos trajeron 15 policías y los españoles, 12.

Pese a todo, la policía qatarí destaca que hasta ahora no han tenido ningún incidente en las tribunas o en los alrededores de los estadios. Según Candia, lo que más irrita a las autoridades qataríes es que los argentinos se saquen la remera durante el partido. Los filman, les exigen que se vuelvan a vestir. Pero hasta el momento nadie fue preso por eso. Otra de las “faltas” que comenten los argentinos es ubicarse en otros asientos en la cancha o pararse sobre una de las estructuras detrás de los arcos con bombos y banderas.

Pese a todas las advertencias previas, la policía local no tiene orden de reprimir este tipo de comportamiento “inaceptable” para un país donde los hechos delictivos tienen niveles bajísimo y en el que se vanaglorian de ser la nación “más segura del mundo”.

Pero, ¿cómo entraron los barras, aunque se trate de segundas líneas? Las autoridades argentinas aseguran que si no están en la lista de derecho de admisión, es que no cuentan con antecedentes y por ende pueden ingresar a territorio qatarí. Si algún club o jurisdicción evitó algún nombre o se “borró” por el camino, se deslindan de esa responsabilidad.

Hay tres casos emblemáticos, relacionados a la barra de Vélez. Adriano Mautone, Jonathan Pereyra y Eduardo Raúl Ciminelli estaban en la lista original que presentó el Ministerio de Seguridad argentino. Pero ahora están en Qatar. Mautone es hijo del empresario binguero Daniel Mautone, socio de Daniel Angelici en el negocio del juego.

“Nuestra lista es informativa. Los que deciden quién entra o no son las autoridades qataríes”, sostienen desde la cartera de Fernández.

La restricción de Tribuna Segura sólo es para el ingreso a los estadios. Si no cuentan con una causa penal que se los impida, pueden salir sin problema de la Argentina, como cuando la barra de Boca viajó a Colombia por la Copa Libertadores en abril pasado.

Quiénes son los supuestos barras que están en Qatar

La idea original de tener una Copa del Mundo sin hinchas caracterizados parece que no fue posible para las autoridades locales. Sólo fue suficiente para que ingresen los primeros argentinos que están cerca del corazón de la hinchada de cada club para que los demás, los más “efusivos”, tomasen la determinación de pisar suelo qatarí.

Parte de los hinchas que están cerca de La Pandilla de Liniers, como se conoce al centro de la tribuna de Vélez, fueron captados por las cámaras, como es el caso de “Raulo” Ciminelli, “Jhony” Pereira, Matías Fontanello, el “Castor” Cejas y “Nano” Mautone.

También se pudieron ver algunos otros fanáticos que son parte del grupo más importante de la hinchada de Excursionistas, así como también algunos del centro de la tribuna de clubes como Chicago, All Boys y Atlanta. Además, se vieron hinchas de Morón que conocían a la ″vieja guardia” de la tribuna que tenían al “Zurdo” y a “Cadena” como referentes.

En el partido ante México apareció en una de las cabeceras la bandera de Leopardi, un club de la zona de Villa Luro, que está muy identificado con la hinchada de Boca. Si bien no están aquí ni Rafael Di Zeo ni Mauro Martín, los dos que más frecuentan el club, viajaron más de veinte hinchas que están cerca de La 12, pero ninguno de ellos tenía impedimento alguno.

Además, algunas imágenes en el estadio permitieron ver que la hinchada de Belgrano trajo a parte de sus miembros y a uno de sus más reconocidos: Pedro Minuet. De la misma manera que se lo vio al “Cabezón” Emerson, muy vinculado con la hinchada de Argentinos Juniors, y a gente de Huracán, que tuvo su representación con el “Bocón” Emiliano. Asimismo varios hinchas de la Academia se identificaron en la tribuna con la bandera de Los Pibes de Racing y se mostraron por el estadio 974, ante Polonia. También hubo bombos de la Guardia Imperial.

Una de las versiones más fuertes que circula aquí es que uno de los hinchas que estuvo en la organización del ingreso de muchos fanáticos es “Cachito Miami Beach”, un exintegrante del grupo más caracterizado de la tribuna de All Boys, que desde hace varios años se transformó en el líder de los fanáticos de Inter de Miami, el equipo de David Beckham. Incluso, en su cuenta de Instagram se ven fotos de su amor por el club estadounidense. En la descripción de su perfil dice: “La barra del Inter de Miami”, “La barra de @davidbeckham”, “El cachin de la people”.

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