Mundial de Clubes. Es árabe, tiene 12 años, quiere que gane River y sueña con la Argentina, Riquelme y la Bombonera

AL AIN (Emiratos Árabes Unidos).- Parece extraída de un cuento de fútbol. De ficción. Pero es una historia real. De esas que sólo el amor a la pelota puede construir. Y sucedió en Al Ain , un día de diciembre de 2018, durante un Mundial de Clubes .

Entre tantas curiosidades y situaciones infrecuentes que ocurren en esta ciudad, una de ellas acapara la atención en el medio de la cobertura de uno de los entrenamientos de River previos a su debut de mañana frente al Al Ain FC.

A unos metros de un reducido grupo de periodistas argentinos, se destaca la figura de un padre que acompaña a su hijo a cumplir el sueño de tomarse fotografías con los jugadores del Millo.

Pero no es cualquier padre y no es cualquier hijo. Porque el hombre, que nació hace 45 años en Arabia Saudita, viste una túnica blanca característica, su Kufiyya (esa chalina que cubre la cabeza) y el agal (el cordón, generalmente negro, que corona la vestimenta). Mientras que su hijo, de 12 años y también árabe, luce orgulloso una camiseta de la selección argentina y se muestra muy ansioso.

La escena es tan llamativa que es imposible no acercarse a dialogar con ellos. Preguntarles qué hacen allí y de dónde viene ese fervor celeste y blanco. Y entonces comienza una historia fabulosa, que sólo el fútbol explica.

Abdullah Sultan nació hace 12 años en Arabia Saudita. Juega en las divisiones inferiores del Al Ain FC, pero mañana a las 20.30 irá al Hazza Bin Hayed a alentar por River. Cuenta orgulloso que ya sacó entradas del lado del campeón de América. Ante la consulta de LA NACIÓN al respecto, resume con toda la frescura que derrocha su edad: "Básicamente, Argentina es mi vida. Amo mucho a la Argentina. No conocemos ese país, pero deseamos ir alguna vez."

No es una broma. Basta con navegar por la cuenta de Instagram del chico para encontrarse con varias fotos suyas con los colores albicelestes. Desde bebé hasta la actualidad, lleva el fútbol argentino en la sangre. Y con videos con sus mejores goles.

Es entonces cuando su padre, Sultan, se suma a la charla: "Yo crecí con Maradona. Quedé maravillado con él y con la selección argentina en el Mundial de España 1982. Y el nacimiento de mi hijo coincidió con la aparición de Messi. No lo digo en voz alta, pero creo que Messi es mejor, es más constante. Soy un fanático del fútbol argentino. Amo a Boca Juniors, a River (lo pronuncia con ere y no con erre), a Estudiantes… Cualquier cosa vinculada con el fútbol argentino nos encanta."

Nacieron en Arabia, pero derrochan argentinidad en cada opinión: "Vimos la final de la Copa Libertadores por televisión. Fue un gran partido", dice el padre. "Hubiera sido mejor si se jugaba en el Monumental. Fue una verdadera lástima todo lo que pasó", aporta el hijo.

Ante la consulta acerca de cuál es el equipo que alientan en Al Ain, Abdullah Sultan no duda ni un segundo. "A River", dice, antes de explicar que juega de mediocampista en el sub 12 de Al Ain FC. "¿Cómo Modric?", se le pregunta. "No, como Riquelme", responde el padre. Es increíble. El apego al fútbol argentino es genuino y muy intenso.

A pedido de LA NACIÓN, el chico se anima a compartir su amor por nuestro país y a mandarle un mensaje audiovisual a Juan Román. "Hola Riquelme, son un gran fan tuyo. Deseo alguna vez conocerte y sacarme una foto con vos. Sos el mejor jugador que conozco", le dice a la distancia, soñando con que llegue una respuesta del ídolo del otro lado del mundo.

El intercambio ahora se enfoca en la crisis de la selección argentina. En esta época de reconstrucción que vive el conjunto albiceleste luego de la frustrante experiencia en el Mundial de Rusia 2018. Y a 13.632 kilómetros de distancia de Buenos Aires, Sultan padre parece tener todas las soluciones que la AFA no encuentra. Si no fuera por su vestimenta ni su inglés tan árabe, el hombre podría pasar por un porteño más: "Es tiempo de renovación, tiempo de Lautaro Martínez, Palacios, Lo Celso, Paredes, Dybala. Y Messi. Eso sería un equipo perfecto. No Di María. No Higuaín. No Agüero. No Meza. Sobre todo Meza, ¡Por favor! ¡No más Sampaoli!, que no sé de dónde salió. Tampoco Mercado. ¡Por favor Mercado, basta! Sí Lautaro Martinez, gran jugador a pesar de que el Inter no es un buen equipo. Pero Lautaro es un gran futbolista. Ellos tienen que jugar con Messi y así ganarán la Copa América."

Frente a tanta pasión argenta, una de las consultas finales está enfocada en qué es lo que les gustaría conocer de la Argentina, en caso de que algún día viajen. La respuesta es al unísono: "¡La Bombonera!". Cuando se les muestra a través del celular un video con la salida de los equipos de Boca y de River al campo de juego del templo xeneize, en el partido de ida de la final eterna, la emoción que demuestran contagia. Y Sultan padre, señalando sin saber el palco de Maradona, sueña despierto: "Oh, por favor. Eso es maravilloso. Ojalá algún día pueda sentarme ahí y disfrutar de semejante espectáculo."

Parece extraída de un cuento de fútbol. De ficción. Pero es una historia real. De esas que sólo el amor por la pelota puede construir. Y sucedió en Al Ain, un día de diciembre de 2018, durante un Mundial de Clubes.

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