Encontrá resultados de fútbol en vivo, los próximos partidos, las tablas de posiciones, y todas las estadísticas de los principales torneos del mundo.
Milei y el fútbol argentino: la letra chica del decreto y todo lo que debería pasar para que un club se transforme en una sociedad anónima deportiva
Desde cambios de estatuto hasta la “prohibición de prohibir”, así impacta el decreto en los clubes
- 8 minutos de lectura'
El presidente Javier Milei concretó una de sus promesas de campaña: permitir que los clubes que quisieran puedan optar por otro modelo de gestión. Y transformarse así en una Sociedad Anónima Deportiva (SAD). Hasta aquí, las organizaciones deportivas -la AFA, la Liga Profesional, entre otras- estaban blindadas contra este tipo de figuras: sólo aceptaban asociaciones civiles sin fines de lucro. Es decir, el modelo asociativo por el que se rigen todos los clubes en la Argentina.
Pero el Decreto 70/2023 de Necesidad y Urgencia (DNU) desregula las afiliaciones, y obliga a las entidades superiores (AFA, Liga Profesional) a “no discriminar” de acuerdo a la figura que elijan los clubes -a través de sus socios- para administrarse. A partir de ahora, y mientras lo anunciado el miércoles tenga fuerza de ley, las asociaciones civiles como las sociedades anónimas deportivas deberán convivir.
“El DNU prohíbe prohibir”, cuenta un abogado especializado en derecho deportivo consultado por LA NACION. Con él coinciden otros dos expertos, quienes señalan además que el DNU tiene “fuerza de ley nacional”, por lo que supera al estatuto que puedan tener tanto la AFA como la Liga Profesional. Traducido: la AFA debería acatar todas sus disposiciones una vez que sea publicado en el Boletín Oficial (y siempre que no sea derogado por el Congreso). El fin que persigue el conjunto de normas publicadas este jueves en el Boletín Oficial es que en un futuro puedan competir instituciones deportivas, sin importar el modelo de gestión que adopten. Es decir, liberar todo tipo de restricciones.
Apenas la cadena nacional del presidente Milei concluyó, los celulares de los principales expertos en derecho deportivo explotaron. La primera pregunta (que nadie supo responder) fue el grado de “necesidad y urgencia” para desregular la organización deportiva. En países como Chile o Uruguay, por citar dos ejemplos, las SAD se adoptaron como modelo superador a la asociaciones civiles que estaban envueltas en deudas multimillonarias y precisaban inversores urgentes para rescatar sus economías. El caldo de cultivo para el ingreso de los inversores privados fue la mala administración de los clubes uruguayos y chilenos.
“Con todos los problemas que tiene el país, me pregunto cuál es la urgencia y en qué beneficia al Estado que los clubes sean SA, ya que el Estado no paga un peso a los clubes por ningún concepto ni los subsidia. Hasta la policía pagamos los días de partido. Sinceramente no entiendo el beneficio económico al país de esta “urgencia” dentro de un paquete de medidas tendientes a mejorar las arcas del Estado”, se preguntó en su estado de WhatsApp Eduardo Spinosa, presidente de Banfield. El club del sur bonaerense fue uno de los tantos que se unió a la campaña “#NoAlasSAD”, orquestada desde la AFA en tiempos electorales. Desde Ezeiza jugaron a favor de Sergio Massa y se diferenciaron del hoy presidente Javier Milei, quien se mostró a favor de permitirles a los clubes transformarse en SAD. Eso acaba de hacer como presidente.
Sin embargo, y más allá del DNU, el camino para aquel club que quiera convertirse en SAD no está tan claro. Por un lado, las SAD deben ser reglamentadas por una ley sancionada en el Congreso. Años atrás, Mauricio Macri lo intentó a través de un anteproyecto que jamás vio la luz. Los clubes de fútbol se abroquelaron detrás del “No” y el gobierno de Cambiemos no tuvo el plafón político para que la iniciativa fuera aprobada. “Ahora empezaron distinto, pero Milei no sabe de fútbol. Esto es Macri”, cuenta un conocedor de la interna del fútbol y la política. Para algunos, el apartado del DNU del fútbol es la concreción de la vieja idea de Macri de imponer las SAD como método posible para gestionar los clubes. Igual, conviene ir despacio.
Porque, en rigor, el megadecreto no habla siquiera de “sociedades anónimas deportivas”, sino de “sociedades anónimas”. Será así hasta que las SAD estén reglamentadas (algunos sostienen que ni siquiera es necesaria una ley para hacerlo), y allí se defina la letra chica del modelo. Es decir, sus obligaciones, sus alcances y todos los requisitos que deben cumplirse para que el club pueda transformarse en en una sociedad anónima deportiva. Para hacerlo, el decreto establece que serán necesarias las dos terceras partes de los votos de sus socios. Recién entonces el club podrá ir a la Inspección General de Justicia (IGJ), si está en Capital, o a la Dirección de Personas Jurídicas que le corresponda si está en el interior, para inscribirse como una SAD. Y cambiar así su modelo de gestión.
“Igual, hay que tener en cuenta que la mayoría de los clubes prohibieron en sus propios estatutos el cambio a sociedad anónima. Entonces, antes de transformarse en SAD tienen que lograr internamente que la Asamblea de Representantes de Socios, su órgano máximo, vote la modificación de estatuto y apruebe la transformación en SAD. Veo muy difícil que eso ocurra en los clubes que están blindados”, dice a LA NACION el abogado Sebastián Gasibe.
De todas maneras, y con toda la burocracia resuelta, el último paso será presentar los papeles en la AFA para competir. Aquí surgirá el gran escollo: las fuentes de la AFA confirmaron a LA NACION que no aceptarán a ninguna SAD, a menos que su propio estatuto (blindado, sólo permite clubes que sean asociaciones civiles sin fines de lucro) sea reformado con las dos terceras partes de los asambleístas a favor. Si mañana una SAD quiere inscribirse para participar de un torneo no podrá hacerlo. Dicho de otro modo: en la AFA consideran que “el DNU es opcional y no obligatorio”, y no descartan hacer una presentación judicial sobre este tema en el futuro.
A la sociedad anónima deportiva, entonces, le quedará el camino judicial. Podrá elevar una denuncia ante la IGJ para quejarse de que no le permiten participar en el torneo y que lo discriminan, justo lo que el DNU de Milei quiere evitar. De acuerdo con los especialistas, otra posibilidad es conseguir un amparo en un tribunal, si es que la competencia ya está iniciada. Los expertos coinciden en que el DNU es ley mientras no haya derogación. Por lo tanto (y siempre según los abogados consultados), lo más probable es que la Justicia termine dándole la razón a la SAD. Y la AFA se vea obligada a aceptarla entre sus miembros. “Igual, olvidate que esto pase con un club grande. Lo más probable es que la primera SAD sea un equipo chico del interior y la usen como conejito de indias para todo lo que venga después”, contó otro abogado fuera de micrófono.
El DNU tiene, además, otras dos cuestiones puntuales: por un lado rebautiza a las asociaciones civiles como “organizaciones deportivas” (más allá de su modelo de gestión). Por el otro, les otorga un plazo de un año a todas las asociaciones, federaciones y confederaciones para adecuar sus estatutos a los lineamientos del decreto. Es decir, la aceptación de clubes o instituciones que no sean necesariamente asociaciones civiles sin fines de lucro. Por más que el gobierno haya abierto las puertas para el desembargo de las SAD, todavía falta su reglamentación. Y saber qué ocurrirá el día en que un club se presente como tal ante las autoridades de la AFA. Mientras tanto, la Superliga, pensada durante el gobierno de Mauricio Macri como una entidad autárquica para agrupar a los clubes y controlar sus gastos, a la manera de las principales competencias europeas, nunca se dio de baja: podría volver a funcionar con un par de llamados.
Las SAD en Uruguay y Chile
En el país trasandino las sociedades deportivas existen desde 2005, gracias a una ley impulsada por el entonces senador -y luego presidente- Sebastián Piñera. En ese momento se habló de una “limpieza” en el fútbol chileno, y la ley contribuyó a modificar un panorama sombrío, que incluía deudas salariales con los futbolistas y obligaciones previsionales impagas. Además, tres años antes había quebrado Colo Colo, uno de los clubes más importantes del país.
En estos 18 años, los directorios de las sociedades deportivas de ese país decidieron cambios de entrenadores, contrataciones de jugadores y hasta modificaciones en los escudos y el ingreso de capitales externos. El modelo es ampliamente mayoritario: 14 de los 16 equipos de la primera división chilena son sociedades anónimas deportivas. Cobresal y Curicó son las excepciones. El primero fue subcampeón. El segundo terminó último. Y descendió.
En Uruguay, las SAD tienen aún más tiempo: su creación data de 2001, en el marco de una ley ómnibus sancionada para fomentar las inversiones en el deporte. Sin embargo, y más allá de la apertura a los capitales privados, los clubes que adoptaron este modelo de gestión tardaron en tener éxito. La primera SAD campeona fue Plaza Colonia, quince años después de la ley: 2016. En la primera división del fútbol uruguayo hay seis SAD. Pero ni Peñarol ni Nacional, los dos grandes del fútbol charrúa, lo son. Y recientemente descendieron City Torque, Plaza Colonia y La Luz. Las tres entidades son sociedades anónimas deportivas.
Seguí leyendo
Ataques de pánico y sudor. El calvario de una bicampeona olímpica: "No volveré a tomar esta mierda nunca más"
Casi fue futbolista. El Pelé del rugby: un try notable, la gira en la que impactó a los argentinos y lo que piensa del juego actual
"No valgo el score que hago". La prometedora golfista argentina que es licenciada en Economía y jugará tres majors en 2024
Otras noticias de Sociedades anónimas deportivas
"Dalo por hecho". Un estadio icónico a cambio de un cargo político: el trasfondo del acuerdo entre Tapia y Kicillof
Gana Brasil. Todo lo que la Liga Profesional tiene que envidiarle al Brasileirao: formato, definiciones y premios económicos
Victoria de la AFA. Un fallo de Cámara suspendió las Sociedades Anónimas Deportivas que impulsa el gobierno de Milei
- 1
Yuta Minami, el arquero japonés que se metió un insólito gol en contra en su partido despedida... ¡y llamó al VAR!
- 2
Dibu Martínez y un partido especial ante Manchester City: pase de billar en el primer gol, discusión acalorada con Grealish y Haaland y saludo navideño
- 3
Simeone, De Paul, Álvarez, Molina: el Asadito mecánico del Atlético de Madrid cocinó un triunfo histórico en Barcelona
- 4
Copa Argentina 2025: los rivales de Boca, River y cómo quedó el cuadro