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Messi, la selección argentina y el problema que generó el Barcelona de Guardiola
Tras su alejamiento de Racing y Valencia, Roberto Ayala habla del capitán del equipo nacional, sus defensores preferidos y la influencia del equipo catalán
Consultas médicas, algunos tratamientos, cremas y hasta un viaje a Cuba, pero contra la repentina invasión del vitíligo… Ayala acepta la desigualdad del combate y convive con la pérdida de la pigmentación en algunos sectores de su piel. “Jamás tuve tantos nervios como en Racing y en Valencia como secretario deportivo, gritaba cada gol mucho más fuerte que los míos”, rememora, y encuentra las razones para la menor producción de melanina. Sí, estrés. El hombre que se enfrentó pie a pie con Ronaldo, Drogba, Ronaldinho, Raúl, Owen, Kaka, Figo, Zidane y hasta Messi y Cristiano Ronaldo, entre tantos, descubrió otras tensiones al costado de la cancha.
“Desde afuera yo no podía corregir nada… Entonces descubrí un técnico interno que me pide campo”, acepta Ayala, al que le falta una materia para terminar el primer año del curso de entrenador en ATFA. “Tal vez ahí está lo mío… Pero a medida que voy haciendo el curso veo la carnicería que es este ambiente y me pregunto si me voy a meter ahí... Tal vez en las inferiores, porque la formación me gusta, pero también soy muy crítico de los que están en la formación para después pegar el salto a primera. Evidentemente todavía estoy buscando mi lugar”, acepta. Desde que se retiró, en 2010, además de desempeñarse como manager de Racing y Valencia, también trabajó como comentarista para ESPN y Televisa.
–¿Te preocupa el momento que atraviesa la selección?
–Hay capacidad y material para sacar los resultados. Hay que ver cuánta rebeldía tiene el jugador para asumir el momento, que no es poca cosa. Pero prefiero ver el vaso lleno: sé que quieren venir, siguen en la búsqueda de la gloria y eso es bueno. Y no es un capricho, mantienen el fuego encendido.
–¿No falta definir un estilo?
–Es muy complicado darle un estilo a la selección…, cada uno interpreta su librito en su club. ¿Cuánto se puede trabajar en lo táctico? No podés bajar al jugador de un avión y tenerlo horas y horas repitiendo movimientos en el campo. No le podés sacar tanta energía. Ni mostrarle mil videos. Eso sí, el jugador de selección tiene que ser consciente de que debe acortar los tiempos. Debe llegar, entender y rendir.
–¿Te gustan Otamendi y Funes Mori como centrales?
–Se han ganado el puesto a base de rendimiento y solidez. A Nico lo llevamos nosotros a Valencia y tuvo un año increíble. Funes Mori me sorprendió porque superó las sospechas y fue figura, pilar de River y ahora está en la Premier League. Y cuando tuvo la oportunidad en la selección, no le pesó. De los centrales no me interesa tanto que salgan con la pelota dominada, a mí los centrales me tienen que dar seguridad. Al central lo mido por si sabe jugar un mano a mano en zonas complicadas, cómo se maneja con los espacios, la capacidad de mando para cargarse a su defensa… y más si sos jugador de selección.
–¿Mantenés trato con Messi?
–No, no hablo con él. Lo he visto muy pocas veces, pero me imagino que le duelen las críticas. Más a un tipo que se supera año tras año y que en su selección todavía no ha podido ganar. Pero siempre quiere estar en la selección. El problema es que acá caemos en las comparaciones; hoy tenemos a Leo y no sabemos cuándo nos va a salir un jugador parecido. ¡Quizás nunca! Disfrutémoslo. Si juega mal, se lo criticará, un mal día lo tuvimos todos, y punto.
–¿Creés que cambió mucho desde el Mundial de Alemania?
–Era un chico callado, ni lo veías… y ahora ha crecido mucho. El es un líder futbolístico, si yo jugara en esta selección, levantaría la cabeza y lo que haría sería buscarlo a él. Como me pasaba con Verón, con Aimar, con Román…, pero vos te das cuenta en gestos de que ha madurado muchísimo. Él ya tomó ese rol, antes quizá sólo se quedaba en su lugar. No sé cómo se desenvolverá en el grupo, pero me imagino que todos estarán pendientes de lo que hace o lo que dice. Él tiene su carácter y su forma de ser y no podemos pedirle que sea Diego. No es Diego, es él.
–Si Messi no fuera argentino, ¿quién sería el mejor?
–...¿Hoy?... Ufff…, no hay. El diferente es sólo él, marca mucha distancia con el resto. Sí tenemos muy buenos delanteros, ha sido una camada más rica de mitad de cancha hacia adelante.
Con acento español
”En Valencia había un triángulo muy peligroso”
Ayala también se alejó como manager de Valencia. “Di un paso al costado cuando vi cosas que no estaban bien. Había un triángulo peligroso entre el dueño [Peter Lim], el entrenador [Nuno Espírito Santo] y Mendes, el representante. Un triángulo que no iba a ayudar al club. El plan inicial era perfecto: una secretaría técnica que peinaba todo el mercado buscando lo que mejor se adaptaba al club, el cuerpo técnico para potenciar al jugador y el representante más hábil del mundo para después negociar ese producto. Pero no lo entendieron así: compraron con sobreprecios y yo no podía compartir ese estilo de gestión.”
“En cierto modo, el Barça de Guardiola ha hecho mal”
“El Barcelona de Guardiola es el mejor equipo que vi en mi vida, pero en cierto modo ha hecho mal. Ahora muchos defensores quieren salir jugando como si estuvieran en el Barcelona, y no, no se puede. ¿Centrales? Primero que defiendan, que me den seguridad. ¿Laterales? Y... que no pierdan de vista que primero son de-fen-so-res.”
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