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Mejor, conocidos: el scouting de Juan Román Riquelme y Miguel Russo en Boca para buscar refuerzos
"Mejor viejos conocidos que nuevos por conocer…", dice el refrán. No bien se puso en marcha el nuevo mandato en Boca, en diciembre de 2019, se estableció un plan deportivo. Con Jorge Amor Ameal a la cabeza, llegó Juan Román Riquelme con el Consejo de Fútbol a sus hombros y puso en la dirección técnica a Miguel Ángel Russo. El técnico y el ‘10’ campeones de la Copa Libertadores 2007 -suelen relatar- coinciden en prácticamente todos los puntos futbolísticos que tratan sobre el presente y el futuro del club. Uno de ellos fue qué característica de jugador y cómo incorporar para volver a poner en lo alto a la institución.
Mientras que la anterior gestión, la de Daniel Angelici, tuvo permanentemente entre sus prioridades invertir importantes sumas de dinero y, por ejemplo, le daba prioridad a incorporar jugadores jóvenes con poder de reventa, en la actual directiva apuestan a que la receta -al menos inicial- está en la experiencia. Aquello no hace referencia sólo a la edad, sino que esencialmente al conocimiento de la camiseta azul y oro. Es decir, buscar futbolistas que hayan pasado previamente por Brandsen 805, ya sea a través de las inferiores o bien llegando desde otros clubes y hayan dejado una buena sensación.
De enero a hoy, Boca sólo ha sumado cuatro incorporaciones, de las cuales tres tienen esa característica. Apenas Carlos Zambrano, el zaguero peruano, es el que desembarcó como un "extracomunitario". Parecieran entender que esa es la base para volver a elevar la imagen de un club que fue una bomba a presión tras la final de la Copa Libertadores 2018 perdida ante River, en Madrid. De hecho, meses antes de las elecciones, Carlos Tevez había brindado su análisis sobre los mercados de pases: "Ponerse la camiseta de Boca hoy es un fuego. Antes nos moríamos por jugar acá, pero hoy los jugadores no quieren venir". Buscar futbolistas con pasado azul y oro y deseos de revancha parece acortar los dificultosos caminos que existen para incorporar, sobre todo en días en los que la economía mundial no es la mejor.
Porque ese es otro de los puntos que se tiene en cuenta. "Buscamos no gastar demasiada plata porque no tenemos", advierten desde lo alto del club, tras hacerse cargo de unas oficinas que contienen menos dinero del que detalló el mandato anterior, según lo sentenciado por Ameal. Mientras se sigue esperando los resultados de la auditoría, el punto fundamental de la idea para enfocar los refuerzos pasa por acortar el período de adaptación: "Buscamos gente que suma, que sabe lo que es el club. Que se ponga la camiseta y juegue sin tener que acostumbrarse al Mundo Boca. Y, de a poco, ir metiendo a jugadores que sientan el club de otra manera", le detallan a LA NACION.
Por todo eso, Guillermo Fernández fue la primera apuesta que hicieron Riquelme y Russo. Pol no tuvo demasiado lugar en primera (de 2012 a 2013) luego de formarse en el semillero xeneize y comenzó su excursión por diversos clubes del país. Hasta que Riquelme, uno de los máximos ídolos, lo llamó en enero, le transmitió su confianza y lo incorporó a préstamo desde Cruz Azul, de México.
Una operación factible por un volante que, tal como quieren, fue titular desde el comienzo y rindió de menor a mayor hasta ser importante en la estructura ofensiva del entrenador: su gol a Colón en Santa Fe, en la penúltima fecha de la Superliga, empezó a acercar a su equipo al título. Su desempeño potenció la intención que ya existía apenas lo reincorporaron: en estos meses dialogarán con los mexicanos para hacer uso de la opción y comprar su pase.
Por aquellos días también se supo decir que Andrés Cubas tuvo contactos telefónicos con Román. Desde su aparición (2014), el volante central aparentó tener el estilo aguerrido que patentaron en la historia de Boca tantos N°5 que se transformaron en referentes. No se llegó a comprobar porque se fue tras dos años. El Consejo quiso repatriarlo, pero ante la consulta Talleres, de Córdoba, lo tasó en US$ 5.000.000 y desistieron.
Edwin Cardona fue otro de los apuntados antes del campeonato que le arrebataron a River con el último suspiro. De hecho, su llegada estaba casi concretada, pero una lesión doméstica sacó la mirada de Riquelme y su gente. Era otra opción accesible, pero necesitaban apellidos que rindieran inmediatamente. No obstante, el interés no se perdió. El actual vicepresidente segundo admira el fútbol del colombiano. En efecto, el volante ofensivo, que estuvo en Boca de 2017 a 2018 y fue campeón con Guillermo Barros Schelotto como DT, ya está en el país cumpliendo el aislamiento. ¿Cómo llegó? Un año y medio a préstamo desde Xolos, de Tijuana.
Siempre a la par del extranjero sonó el nombre de Ricardo Centurión, que estuvo en la Ribera entre 2016 y 2017, tiempo en el que también llenó los ojos de Riquelme por su forma atrevida de jugar. Era casi una elección. Uno u otro. Ricky terminó adquirido por Vélez, pero estuvo en la carpeta de Boca. No hubo una gran negociación: apenas un diálogo entre uno de los integrantes del grupo de ex jugadores y el futbolista, además de la consulta a Racing sobre su cotización. Exigieron tres millones de dólares y el pase de Leonardo Jara, propuesta que no convenció a los directivos boquenses.
Pese a todavía no haber transferido ni a Esteban Andrada ni a Agustín Rossi, el arco de Boca sumó hace días la experiencia de Javier García. Con sus 33 años y con su carrera formada en Tigre y Racing, retornó al club que lo preparó en juveniles y le permitió el debut en el fútbol profesional, coronándose en el torneo Apertura 2008. Si bien su vivencia en el xeneize no fue del todo convencedora, ya que alternó buenas y malas, su amigo Riquelme quiso darle la segunda oportunidad, más allá de que, por ahora, es el tercer arquero. Sobre todo, porque llegó libre desde la Academia. Como Pol Fernández, García se valorizó en su paso por Racing.
Otro de los protagonistas que sobrevoló entre los rumores fue Jonathan Calleri, el goleador que llegó desde All Boys en 2014 y Boca no disfrutó demasiado pese a haber rendido. Hace tiempo que Riquelme y Russo buscan un 9. Ya en Europa desde hace unos años, existió la posibilidad de sumarlo en estos meses. Aunque en Boca supieron que era muy difícil conseguir una cesión.
Desde que asumió Jorge Ameal, los primeros "viejos conocidos" que volvieron a Boca fueron Riquelme y Russo. Después le siguieron el Patrón Bermúdez, Raúl Cascini y Marcelo Delgado. Entre el vicepresidente y el Consejo de Fútbol, también buscaron desde los perfiles refuerzos que sepan lo que significa ponerse la camiseta de Boca. Con algunos tuvieron éxito en las negociaciones, con otros no. Pero sienten que, así, están dando un paso adelante, que le ofrecen al DT un atajo en la relación adaptación-rendimiento. El comienzo promete. Y el 17 de septiembre retomarán el sueño de volver a levantar juntos la Copa Libertadores.
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