Mauricio Pochettino, frente a la pelea de dos jugadores de Chelsea para patear un penal: más cerca de Demichelis que de Gago

Chelsea goleó por 6 a 0 a Everton, en el duelo que cerró la fecha 33 de la Premier League con cuatro goles de Cole Palmer. El volante de 21 fue la gran figura, y le dio aire a un equipo que, muy lejos de la cima de la Premier League (a 26 puntos de Manchester City) sueña con dar la vuelta olímpica en la FA Cup, torneo en el cual este sábado disputará una de las semifinales justo ante el equipo de Pep Guardiola. Sin embargo, Mauricio Pochettino se fue con cara de pocos amigos...

Y en la conferencia de prensa dejó en claro su postura. ¿Qué sucedió? A los 19 minutos del segundo tiempo dos compañeros de Chelsea se pelearon por ejecutar un penal (algo que últimamente se vio seguido en el fútbol argentino). Palmer anotó el quinto tanto de penal, pero esa ejecución que él mismo transformó en una mayor diferencia, se vio precedida de una pelea entre Noni Madueke y Nicolas Jackson. Ellos querían patear, hasta que el capitán Conor Gallagher intervino para mediar y le dio el balón a Palmer, el pateador oficial del equipo. ¿Pecados de juventud? Ambos tienen 22 años.

La pelea de Jackson y Madueke

”Les dije que es la última vez que acepto este tipo de comportamiento. En un partido con el rendimiento que tuvimos hoy no podemos tener ese comportamiento. Es una pena. Si queremos ser un gran equipo que luche por cosas importantes hay que pensar en el colectivo, así que no aceptaré que esto ocurra otra vez. Palmer es el lanzador de penales. No volverá a pasar, no podemos volver a comportarnos como niños. No es broma”, dijo Pochettino sobre ese incidente.

Cada entrenador tiene su “librito”. Así como hay quienes se inclinan por la línea de 3 o de 4 en el fondo, así como algunos juegan con extremos y otros prefieren poner más mediocampistas con manejo y posesión, también hay diferentes estilos en la forma de comportarse de los entrenadores ante las ejecuciones de los penales. Hay quienes designan un orden de prioridades, otros que nombran a dos o tres posibles pateadores y que “llegado el momento” agarre la pelota quien más confianza se tiene, en función de cómo se levantó ese día o de lo que marca el contexto de “su” partido.

En el fútbol argentino hubo dos situaciones que quedaron marcadas por el desenlace de penales que generaron polémicas y discusiones entre compañeros. La última con mayor rating fue la vivida en febrero pasado entre Atlético Tucumán y River.

River había igualado 0 a 0 en Tucumán ante Atlético y eso le cortó la racha ganadora en la Copa de la Liga. El resultado le sirvió para mantener el primer puesto de la zona A, pero el enojo fue evidente de Martín Demichelis durante y luego del partido por los dos penales fallados por Esequiel Barco. No sólo hubo reto en público, sino también una decisión de reemplazarlo tras el primer tiempo.

Iban 18 minutos del primer tiempo, en Tucumán, y se dio la jugada que desenfocó a River del partido. Penal -bien sancionado- para el Millonario por falta a Nacho Fernández. Esequiel Barco pateó y Devecchi lo atajó. En medio del caos general, el VAR avisó que había invasión. Que debía patearse de nuevo. Allí se vio que Demichelis conversó con Miguel Borja y tuvo un gesto inequívoco: el autor del segundo penal debía ser el colombiano. Por si no quedaba claro, nueve dedos mostraron sus manos, las dos bien amplias y nítidas: “el 9″. Barco se negó otra vez. Y el exIndependiente volvió a errar: envió la pelota a la tribuna. Tras esa acción, Demichelis no volvió a dar indicaciones y se sentó en el banco de suplentes hasta que finalizó la primera etapa. Se sintió desautorizado por un jugador.

“Barco me pidió disculpas”

El clima estuvo caldeado en el primer tiempo, hasta Facundo Colidio le había tirado la pelota lejos a Borja. Demichelis bajó el tono luego del partido: “A cualquiera le puede pasar de errar un penal, en este caso, dos. Esequiel salió porque consideré que no estaba emocionalmente al ciento por ciento, Esequiel es un gran chico, quería convertir, me pidió disculpas porque no es egocéntrico, no piensa solamente en él. En este caso no quiso ceder la pelota, de todo se aprende y hoy de acá se lleva una gran experiencia”. Sobre cómo se define al ejecutor de los penales, aclaró: “Cualquiera de los dos son los encargados de patear y ellos resuelven, dependiendo de sus sensaciones. Pero cuando erró Esequiel sí participé y pedí que sea Miguel, no se dio y el desenlace es el conocido”.

Más calmo, el DT de River le quitó dramatismo a la situación: “(Barco) Es un jugador desequilibrante, lo venía haciendo bien, después de fallar el segundo penal se vieron situaciones erráticas por parte suya y consideré que no estaba bien. Sabía que no iba a estar bien, por eso mandé a moverse a Mastantuono y lo saqué en el entretiempo para cuidarlo y también para no perder una ventana. No hay que dramatizar la situación”.

“El que decide es el jugador”

En octubre de 2022, Boca empató con Independiente 2-2 y salió campeón del torneo de la Liga. Pero el título pudo haber sido para Racing si le ganaba a River en Avellaneda. Tuvo un penal que pudo significar el 2-1 y la vuelta olímpica, pero Franco Armani se lo desvió a Jonatan Galván; al final el que triunfó por ese resultado fue el Millonario y el festejo se dio en la Bombonera. Galván nunca había pateado en la Academia, se cuestionó la decisión porque había jugadores como Enzo Copetti y Gonzalo Piovi, que luego tomó la posta para ejecutar. Los hinchas le cuestionaron en aquel momento porqué Gago no tuvo una mayor intervención para decidir él quién debía patear.

Incluso los mejores pateadores pueden tener un día inseguro. Y quizás alguien que no pateó nunca se sienta bien para hacerlo. Pero en un fútbol cada vez más estudiado, todos manejan información: ejecutantes y arqueros. Y se juega con eso. Entonces la ventaja puede estar en los detalles.

“Fue un momento difícil, pero hay que seguir. Tenemos un nuevo partido el miércoles que viene con la posibilidad de jugar una final. Hay que intentarlo”, había asegurado en referencia al duelo que luego ganaría contra Tigre para llegar a la final del Trofeo de Campeones. “Hay circunstancias del juego en que las decisiones la toma el jugador. El que decide patear el penal es el jugador. Se pueden patear 25 penales en todos los días, pero en las circunstancias del juego el que decide patear es él”.

Gago elogió a Galván por haberse hecho cargo de la responsabilidad: “Jony tuvo la personalidad y la confianza de patear el penal. Es un momento difícil, que nos duele porque tuvimos la chance de lograr el objetivo que nosotros pretendíamos, pero esto es un deporte y hay que seguir trabajando”.

En enero de 2023, Racing le ganó a Boca 2-1 en el final y se quedó con la Supercopa Argentina en Abu Dhabi. El tanto fue de penal y lo convirtió Gonzalo Piovi. Le pegó fuerte y al medio, leventemente cruzado. Fue el primero de varios que luego ejecutaría el zurdo en la Academia.

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