Mateo Musacchio: "Esto que vivo es un sueño"

WASHINGTON.- Se quita el buzo, quiere sentirse cómodo. Se mueve con naturalidad, sonríe no por formalidad, se advierte que está genuinamente feliz. El escenario invita a dejar de lado las tensiones. El aspecto señorial del Ritz Carlton hace el resto. Se acomoda en un sillón, estira las piernas y por unos 35 segundos todo cambia en el ambiente. Unas sirenas quiebran la armonía. Es imposible no quedarse atrapado por ese instante. Por uno de los ventanales se advierte que una cantidad interminable de motocicletas de la policía pasan a toda velocidad, abriendo el paso; detrás, varios autos negros, con vidrios polarizados haciendo zigzag en la calle completan la escena. Todo se paraliza. "Está pasando Obama", dice alguien por detrás con total naturalidad. Se acaban las sirenas y todo sigue como si nada, no hay palabras, sólo asombro. Y en la cara de Mateo Musacchio también. Es que él, uno de los futbolistas que eligió Gerardo Martino para la aventura en los Estados Unidos, se proyecta como una de las caras que podría instalarse en ese proyecto, y aceptó charlar un rato de este momento que vive en su primera experiencia aquí.

Se concentra ante cada pregunta. No quiere dejar espacio para que su interlocutor pueda pensar que está quitándose de encima el asunto. Las manos ofician como potenciador de ideas. Ni los ruidos de una convención en el hotel desvían su atención. Y tampoco que unos chicos se asomen a una ventana para sacarle fotos. Musacchio, de 24 años, habla con seguridad y con una alta preocupación: mantener el perfil bajo. Se siente mejor así, con esa postura, la misma que tiene también en Villarreal, donde terminó por conformar su perfil de futbolista profesional. Y quizás estas cuestiones también son las que convencen a Martino de que debe seguirlo de cerca, porque no sólo los atributos deportivos son los que examina el seleccionador argentino, sino también cómo se conducen los jugadores fuera del campo. Allí, Musacchio suma puntos y demuestra que está preparado para el desafío.

-¿Cómo definirías esta oportunidad?

-Es impresionante estar acá, con todos estos monstruos. Trato de disfrutar cada minuto. Es lindo. Es como que voy cayendo de a poco. Si bien es un disfrute todo este momento, también es real que me exijo estar concentrado y atento a todo, porque mi idea es hacer las cosas bien para estar en esta selección.

-Tu apellido suena como uno de los apuntados para el recambio, ¿tenés más ansiedad?

-No lo sé. La verdad es que lo pasé muy mal por el tema de la lesión, porque llegó la citación de la selección y justo me lastimé esa semana. No había tenido ningún problema antes, pero bueno? Son cosas que suceden. Pero ahora estoy bien, con fuerza, con muchas ganas y voy sumando ritmo. Todavía entiendo que no estoy como estaba antes de lesionarme, pero sé que partido a partido voy a ir recuperando ese nivel.

-¿En qué punto estás hoy?

-Mucho mejor. Tuve la suerte de jugar bastante últimamente en Villarreal. Algún partido me tocó descansar, es verdad, pero para ponerme bien, para no tener otra recaída. Además, porque cuando me enteré de que estaba en la lista, mis cuidados físicos los puntualicé más. Yo quería estar acá y lo estoy haciendo. Y la verdad es que me siento muy bien en lo físico.

-Debe ser especial estar dentro de los planes de un ciclo que tiene cerca una Copa América y más lejos un Mundial?

-Me tocó estar en las selecciones juveniles, en la Sub 20 y la Sub 17, pero, para mí, como me imagino que para cualquier futbolista, la selección mayor es lo máximo que te puede pasar. Desde que arrancás a jugar al fútbol pensás en poder vestir la camiseta de la Argentina. Cuando estuve en la lista, sentí un orgullo gigante. Pero insisto que ahora es otra historia, que tengo que pensar en hacer las cosas bien. Trato de no darme manija porque me desenfoco del lugar que me puede permitir quedar entre los nombres de la selección mayor.

-Da la sensación de que, más allá de ponerte bien físicamente, también te concentraste en tomarte las cosas con calma.

-Trato de no mirar muy lejos y de focalizarme en los partidos que vienen ahora [El Salvador y Ecuador], porque si mirás para adelante, te volvés loco. Hay que aprovechar el momento y saber que lo que tengo por delante es lo más importante.

-Ser defensor te debe generar una ilusión extra, porque si fueses delantero, sería casi imposible entrar...

-Puede ser... pero también hay defensores argentinos en un gran nivel en todo el mundo. Por eso es importante estar acá, en esta gira. Tengo bien en claro que es un honor estar en esta convocatoria. Es cierto que entrar en el ataque es muy difícil, pero tampoco me parece que sea imposible; ahí está Lucho [por Vietto], que sabe que es muy complejo ganarse un lugar, pero no pierde la ilusión. Está también Dybala. Hay muchos muchachos que están en un momento bárbaro, no me parece algo imposible. Uno tiene que hacer las cosas bien en su club y creo que todo puede suceder.

-Que se abran oportunidades como, por ejemplo, la tuya, ¿refuerza esta idea que planteás?

-Tal cual. Está Mancuello, Lucas [Orban], Funes Mori, está Ruli, estoy yo? Somos muchos los nuevos en esta gira. Son varias las caras que aparecieron para esta gira y estamos todos con las mismas ganas de demostrar que podemos formar parte de la selección.

-¿Qué sentís al compartir un plantel con Messi, Agüero, Mascherano, Higuaín, Tevez??

-Es algo tremendo. Son unos monstruos increíbles. Tienen una onda genial. Me recibieron muy bien, me siento muy cómodo. Esto es un sueño y voy a trabajar día tras día para poder seguir viviéndolo.

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