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Mariano Andújar: la influencia de Messi y Maradona y a quién ve como el mejor arquero de la historia
Cuando murió el padre de Mariano Andújar, Diego Maradona no se conformó con darle el pésame por teléfono. Exigió que le pasaran la dirección de la casa velatoria para ir personalmente. Tuvo que insistir el arquero para hacerlo desistir; después de agradecerle mil veces por el gesto, logró convencerlo al explicarle que su presencia iba a revolucionar Lugano. Maradona está clavado en la vida de Andújar: debutó en la selección con él, disfrutó de los beneficios de ser argentino en Nápoles y ahora dirige a Gimnasia y Esgrima La Plata, sí, el archienemigo.
"Nada menos que él me puso en la selección, pero lo que más rescato de Diego es la relación humana que me propuso. Siempre que me pasó algo, él estuvo presente, ya sea con una llamada o con un mensaje. También cuando me lesioné la mano, me llamó para desearme suerte en la operación. ¡Y con todos los quilombos que tiene se hace un tiempo! Porque la vida de Diego es única, todo se potencia porque el mundo está pendiente. Nápoles es San Genaro y Maradona. Y en el club, en Napoli, es Maradona y nadie más. Todos los demás vienen después. Tienen devoción. Cuando estuve, el utilero era el mismo de la época de Diego, Tomasso, y obligaba a todos a ponerse de pie si hablaban de Diego. La llama sigue viva. Maradona generó algo especial: en Nápoles, por ser argentino, ya te quieren; arrancás bien. No pasa en ningún otro lado", compara Andújar.
Maradona es especial para él, más allá de los colores. "Ahora lo tengo en contra, pero esta rivalidad es circunstancial: arranca en el partido y termina en el partido. Yo quiero que se salven, pero no solo por Diego. Para la ciudad es importante que los dos estemos en primera; lo mismo pasa en Córdoba o en Rosario; lo mejor es que se juegue el clásico y que todo el país lo vea. Después, el resultado y las cargadas son cosas del folklore que duran un rato y nada más. Después, cuando nos cruzamos, nos matamos, pero porque los dos nos queremos ganar y está perfecto. El respeto que tengo es por la institución y sinceramente quiero que no desciendan", cuenta Andújar, que disputó 13 clásicos platenses y... no perdió ninguno.
Si Maradona lo dirigió, Messi fue su compañero en la selección casi durante una década. ¿Secretos de convivencia? "Leo es ameno, es lindo tratar con él porque es simpático y buena onda. Es más grande todavía por su forma de ser: completamente simple, sereno, sin ningún apuro. Por eso los que lo conocemos nos indignamos cuando le inventan cosas. Nunca te hace sentir que estás con una figura; podés tomar mate tranquilo con él sin que haya gente pensado "ahí está Messi". En la selección, siempre estuvimos todos muy cómodos". ¿Nada de ‘club de amigos', entonces? Por única vez se incomoda: "Si alguien tiene amigos mejores que Agüero, Biglia, Mascherano, Rojo o Di María que los lleve. No es que yo ponía a mi primo y otro ponía al hermano. Varios ejemplos demostraron que eso era mentira: que Banega no haya ido a Brasil 2014, que hayan citado a Icardi o que haya vuelto Carlitos [Tevez], que el Kun fuera al banco... Pero a veces hay que inventar. Vende mucho más el conflicto y la polémica; la verdad es aburrida".
–¿Extrañaremos a esa camada?
–No sé si extrañar, porque en la Argentina salen buenos jugadores de abajo de las piedras, pero no fue normal llegar a tres finales consecutivas. El tiempo ayuda a darles a las cosas la verdadera dimensión: valorás lo que no tenés. Además de haber sido grandísimos jugadores en sus clubes, consiguieron buenos resultados cuando la AFA estaba convulsionada y era una pelea de perros. Ojalá los chicos que están ahora puedan escribir su propia historia. Ojalá ganemos la próxima Copa América.
–¿Cómo ves la pelea por el arco de la selección?
–Está muy bien. Tenés a Andrada, Armani, Musso, Marchesín, Emiliano Martínez... Tenés un montón para elegir y lo difícil está en la elección. La complejidad que tiene Scaloni es la decisión, pero pienso que el puesto está bien cubierto.
–¿Qué le pasa a Messi que últimamente está más irascible?
–Creció. Dentro del plantel, antes era el más chico o el protegido. Creció, por eso ahora, él es que protege a los demás. Es natural.
–En las prácticas te han pateado Messi y Maradona...
–Pobre Diego, ya tenía las rodillas a la miseria; igual, ponía la pelota donde quería. Tienen otra cosa en el pie, algo que les permite tener una precisión diferente. Tienen una conexión cabeza-pie muy superior al resto. Y lo hacen de una manera tan natural que después, si les preguntás, ni ellos pueden explicarte cómo lo hacen.
De los guantes de Buffon a la camiseta de Ibrahimovic
"Gigi, ya me regalaste cuatros camisetas..., estoy armando un museo. ¡No me das los guantes?". Final de Napoli-Juventus, la pregunta llegó en la mitad del estadio San Paolo. De inmediato Buffon se los quitó y se los regaló a Andújar. "Es el arquero número uno de la historia, por lejos. Es el Messi, Maradona y Ronaldo juntos del arco. Además, humanamente es un fenómeno. Hemos compartido controles antidoping y nos quedábamos charlando. Y siempre recordaba los temas; a la siguiente vez que nos veíamos, me preguntaba por cuestiones de la conversación anterior. Lejos, es el mejor".
"¿A quién sufrí más en el calcio? A Ibrahimovic, un rival tremendo. También a Inzaghi..., a Totti, pero Ibra, por el porte, por la calidad. Es un superdotado, porque su físico no se condice con la calidad que tiene. Es un ganador y contagia. ¡También tengo una camiseta suya!", cuenta Mariano, que en Italia tuvo técnicos trascendentes. ¿Rafa Benítez? "Un tipo con un gran manejo de grupos y de figuras; muy abierto al diálogo y claro en los conceptos. Simple". ¿Sinisa Mihajlovic? "Una persona con una personalidad avasallante. Un tipo con una personalidad tremenda, que no podía entender que un jugador no se empeñara en un entrenamiento". ¿Vincenzo Montella? "Sin ser pedante, pone cierta distancia. Como entrenador intentaba un juego de mucha rotación, de mucha posesión, de salir de abajo con los tres del fondo, a veces arriesgando por demás". ¿Maurizio Sarri? "Solo lo tuve durante una pretemporada, pero es diferente a todos los demás: es ultraofensivo. Y siempre fue igual, desde que dirigía a Empoli y hasta Napoli y Juventus. Me hubiese gustado tenerlo más tiempo".
Los argentinos tienen un sitio preferencial. "Simeone me enseñó a entrenarme, a vivir la semana a full, a entender que uno no se puede enchufar directamente el día del partido". ¿Sabella? "Muy bueno leyendo los partidos, pero sobre todo destaco su valor humano, porque eso te lleva a querer brindarte el doble". ¿Martino? "Viene de la escuela de Bielsa, pero modificada. No es Bielsa, pero tiene ese ADN. Me sentí muy cómodo con él y aprendí mucho. En su propuesta, el arquero es fundamental".
Y los extremos del tiempo. "Carlos Babington fue el que me llevó al banco de la primera de Huracán cuando yo era un pibito. Y Milito es de los mejores entrenadores de mi carrera. Para él no basta con tirar palabras al aire, no, Gaby para cada situación tiene una explicación y tiene un video para mostrarte por qué te lo dice. Nunca repite un ejercicio. Me hubiese gustado tenerlo a los 17 o 18 años porque es un tipo que te abre la cabeza".
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