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Marcelo Gallardo se va de River: el “estigma Riquelme” y el cambio de época que lo amargó desde que asumió en Boca
El Muñeco, el DT más ganador de la historia del club Millonario, perdió un campeonato, sufrió dos eliminaciones directas y apenas pudo celebrar una vez en los 7 partidos que se cruzaron desde que el exvolante comenzó su carrera como dirigente
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El aura de Juan Román Riquelme volvió a sentirse en la atmósfera de la Bombonera el 7 de marzo de 2020. Esa tarde/noche, con Juan Román en el palco junto a Ángel Clemente Rojas, con Diego Maradona como DT de Gimnasia y Esgrima La Plata, y con Carlos Tevez como autor del agónico gol del triunfo, Boca vivió una jornada única, eterna e inigualable. Porque juntó en el coliseo xeneize a los cuatro máximos representantes de la camiseta azul y oro con el número 10.
Pero además, esos tres puntos le permitieron al equipo de la Ribera consagrarse campeón de una Superliga 19/20 que parecía sentenciada. Porque River era el cómodo líder desde 7 fechas antes del desenlace. Sin embargo, el equipo de Marcelo Gallardo no pudo pasar del 1 a 1 con Atlético en Tucumán y Boca le arrebató el título y la fiesta en los últimos minutos de la última fecha.
El cambio dirigencial que se había dado en Boca en diciembre de 2019 le había puesto punto final a un ciclo de 8 años liderado por Daniel Angelici, los cuales coincidieron con la etapa más gloriosa de la historia de River, con 9 títulos. De los que se destacaron dos copas Libertadores (2015 y 2018, la segunda precisamente frente a su clásico rival), una Copa Sudamericana y tres Recopas Sudamericanas. Además de cinco eliminaciones directas en cruces mano a mano con el club azul y oro.
Por eso, en medio del jolgorio por una nueva estrella lograda por Boca aquel 7 de marzo, en los festejos se escuchaba la frase: “Volvió Román. Volvió la alegría”.
Creer o reventar, la asunción de Riquelme como vicepresidente tercero (luego segundo por la dolorosa muerte de Roberto Digón) y máximo responsable del fútbol boquense marcó una bisagra en la historia reciente de cruces con River.
Luego de ese primer gran impacto (arrebatarle un título que el Millonario ya saboreaba en la última fecha) se le sumaron otros. Pandemia mediante, los rivales de toda la vida recién volvieron a verse las caras el 2 de enero. Fue un electrizante 2 a 2 en la Bombonera, válido por la Copa Maradona 2020.
El 14 de marzo, también en Brandsen 805 porque el Monumental estaba en obra, volvieron a igualar. Fue 1 a 1, ya por la Copa de la Liga Profesional 2021.
Solo dos meses más tarde, otra vez el Coliseo xeneize sin público (por la pandemia, pero también por mérito deportivo del local) fue testigo de un nuevo cruce. También fue 1 a 1, pero como se disputaban los cuartos de final debieron definir por penales quién avanzaba a las semis. Y allí Boca ganó 4 a 2 y celebró la clasificación y nada menos que la primera victoria en cruces mano a mano desde que Gallardo era DT de River.
La posibilidad de revancha apareció rápido. El 4 de agosto hubo Superclásico en el estadio Ciudad de La Plata para definir quién de los dos seguía en la Copa Argentina 2020. Después de un deslucido 0 a 0, el Xeneize volvió a eliminar a los de Núñez desde los 12 pasos, ratificando que la rueda había girado y ahora eran tiempos de alegría azul y oro.
Finalmente volvió el público a los estadios argentinos. Fue el 3 de octubre de 2021 y con un River-Boca. El primero también de la era Riquelme dirigente en el Monumental. Con un Julián Álvarez inspiradísimo (autor de los dos goles), el Muñeco se dio el gran gusto de finalmente celebrar un triunfo 2 a 1 ante el equipo dirigido entonces por Sebastián Battaglia y liderado por JR.
Ya en 2022, con los calendarios reacomodados en la pospandemia, los eternos rivales se cruzaron por la Copa de la Liga en abril, en Núñez, y por la Liga Profesional en septiembre, en la Bombonera.
En ambos casos ganó Boca 1 a 0. En el Monumental gracias a un gol de Sebastián Villa, que aprovechó una distracción defensiva para facturar, y una soberbia actuación de Agustín Rossi, que atajó todo lo que le tiraron.
En Brandsen 805 todo es más reciente: en la mejor actuación del equipo conducido por Hugo Ibarra en lo que va de su breve ciclo, Boca ganó 1 a 0 con gol de Darío Benedetto de cabeza, que en el festejo se trepó al alambrado, emulando a lo realizado hace 30 años por el uruguayo Sergio Manteca Martínez en el alambrado opuesto.
Estuvo muy cerca la chance de que otra vez se cruzaran en las semifinales de la Copa Argentina de este año. Pero River cayó en cuartos de final con Patronato y el conjunto de Paraná impidió ese Superclásico. Que de haber existido quizás hubiera sido el último partido oficial de Marcelo Gallardo como DT de River, al menos en este primer ciclo suyo en el club que lo vio nacer.
Más allá de los partidos y la racha negativa de Gallardo contra el Boca de Riquelme, la desvinculación del Muñeco también le pone final a un duelo mediático que condimentaba cada previa y post Superclásico. La última fue cuando Gallardo dijo que el exvolante “tiene tiempo de comer asado y hablar de fútbol”.
El ex número 10 anotó esa frase y la respondió a su debido tiempo, más exactamente tras la última victoria de Boca en la Bombonera, cuando declaró: “Ahora se le da mucha atención al nutricionista por el cereal. El jueves a la noche comimos asado con los técnicos de Inferiores. El viernes comimos asado con todo el plantel. El sábado tuvimos que comer asado por la visita de Óscar Córdoba. Y hoy se está preparando el asado porque teníamos la seguridad de que íbamos a ganar. Los muchachos disfrutan de pasar un rato juntos.”
En resumen, de las 7 veces que el Muñeco enfrentó a Boca con Riquelme como dirigente, el Xeneize ganó dos en el tiempo reglamentario, empataron 4 (de los cuales en dos ocasiones también padeció el festejo del equipo azul y oro tras la definición por penales), y apenas pudo ganar una vez.
A todo ese dato estadístico de los mano a mano se le debe agregar la ya mencionada Superliga 19/20, que Boca le ganó a River en la última fecha.
Desde que Riquelme asumió como dirigente, Boca venció al River de Gallardo con Miguel Ángel Russo como entrenador, con Sebastián Battaglia y con el trinomio técnico compuesto por Hugo Ibarra, Roberto Pompei y Leandro Gracián. Lo amargó en la Superliga, en la Copa de la Liga, en la Copa Argentina y en la Liga Profesional. En la Bombonera, en el Monumental e incluso en La Plata.
Podrá hablarse de una mera casualidad. O del aura de Juan Román Riquelme. Es solo cuestión de creer o no creer. De eso se trata.
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