Manchester City y su revolución ofensiva: ¿Guardiola piensa en la fórmula Álvarez-Haaland?

Cuando Julián Álvarez haga las valijas rumbo a Inglaterra será recordado en el fútbol argentino como el pase más importante de este semestre, por lo económico y futbolístico, pero en el momento de ser presentado en Manchester le espera una figuración menos relevante. Seguramente quedará un poco a la sombra de una contratación que el City acaba de hacer oficial. El noruego Erling Haaland, la aparición goleadora más significativa en el Viejo Continente después de Kylian Mbappé, dejará Borussia Dortmund por una suma muy cercana a su cláusula de rescisión, cifrada en 75 millones de euros y jugará en el equipo de los Citizens.

Contemporáneos, menos de seis meses separan a Álvarez de Haaland. El cordobés nació el 31 de enero de 2000, mientras que el noruego vino al mundo el 21 de julio. Por la “Araña”, el City hizo una inversión sensiblemente inferior, destinada a un medio futbolístico económicamente empobrecido, que en la dinámica de la oferta y la demanda negocia desde una posición de debilidad frente a las ligas top de Europa. Y mucho más en este caso, en el que Manchester City entra en la categoría de club-estado por depender de los fondos soberanos de Abu Dabi (Emiratos Árabes). Por un monto bruto de 21.411.500 de euros, de los cuales a River le quedarán 18 millones limpios, Álvarez se pondrá a las órdenes de Pep Guardiola.

El entrenador catalán será un capítulo vital en la carrera de Álvarez, a quien en River le elogian su capacidad perceptiva para aprender. Un juvenil-esponja, humilde, al que su explosivo segundo semestre de 2021 no lo mareó ni sacó del eje de la evolución y una vida profesional. Por esos días en los que River festejaba el título, Leonardo Ponzio decía de Álvarez: “Siempre está con las antenas paradas cada vez que habla algún referente del plantel. Sabe escuchar, presta atención, respeta las jerarquías. Es un chico inteligente”. Enzo Francescoli, director futbolísticos de River, fue en el mismo sentido en declaraciones a radio Continental: “Julián es un chico muy profesional, se adapta rápido. Ha crecido mucho y siempre trabaja por el equipo”.

El Kun Agüero y el puesto que puede ocupar Álvarez en el City

Seguramente, esos atributos le servirán al cordobés para no dejarse llevar por la ansiedad y saber encontrar su lugar en un contexto nuevo y muy diferente. Titular indiscutido en un River en el que Marcelo Gallardo no le regala un segundo a nadie si no lo justifica con el rendimiento, la continuidad de Álvarez en la formación del City no está garantizada. Y mucho menos si le traen un competidor directo como Haaland, considerado una prioridad por Guardiola, el guiño que le hace la conducción del club al entrenador para renovar el contrato hasta 2026.

El sueño postergado de la obtención de la Champions League también exacerbó la necesidad de reforzarse. A Manchester City no le falta gol; es el máximo anotador de la Premier League, con 89 (dos más que Liverpool), y en la Champions se despidió con 29, dos menos que Bayern Munich y uno que Liverpool.

Técnico inquieto, de variar dibujos y esquemas, Guardiola va en camino de discontinuar una idea suya que lleva más de una temporada: la de jugar sin un N° 9 de área, referencial, si bien entre sus mandamientos está el de la movilidad constante, en la que no hay lugar para el centro-delantero grúa, estacionado. Tras la salida del Kun Agüero, quedó Gabriel Jesús como el centro-atacante más definido. Pero el brasileño muchas veces no fue titular, y cuando lo incluyeron le asignaron una ubicación más abierta, cerca de las bandas. Los ligeritos Phil Foden y Raheem Sterling tuvieron que aprender a salir y entrar de la zona central del ataque; función que también cumplió Ferrán Torres, hasta que fue vendido a Barcelona.

De los 2140 millones de euros que los árabes desembolsaron en contrataciones desde 2008, un porcentaje considerable fue destinado a defensores a partir de la llegada de Guardiola, en 2016. Para esta temporada que se acerca al final fue en busca de talento, con los 117 millones de euros que pagó por Jack Grealish, que hasta aquí está resultando menos decisivo de lo que se esperaba. Sus gambetas no limpian tanto terreno y su aporte goleador se reduce a dos goles en la Premier y uno en la Champions.

La apuesta por Haaland y Álvarez pone el acento en la ofensiva. De 1,94m de altura y un aspecto de cyborg, el noruego tiene un promedio de casi un gol por partido en sus tres temporadas en la Bundesliga: 13 tantos en 15 encuentros en 2019/20; 27 en 28 en 2020/21, y 21 en 23 en 2021/22. Su mejor marca en la Champions son los 10 goles del curso pasado.

Álvarez supo tomar el relevo de Rafael Santos Borré, cubrió la cuota goleadora del colombiano. Lo ayudó mucho la asociación y el entendimiento con Matías Suárez. Puede ser primer delantero o segundo, tanto en zona central como entrando en diagonal desde los costados. A los dos los distinguen los movimientos explosivos, al espacio. Con ellos dos, los zagueros no pueden descuidar sus espaldas. Más allá de su estatura de basquetbolista, Halaand se relaciona bien con la pelota en los pies, está muy lejos de ser un grandote torpe. Y estaba esperando un desafío de este calibre. Si no era el City, los otros destinos posibles estaban en Real Madrid o Barcelona.

Haaland, como refuerzo franquicia del City para la próxima temporada, ocupará un lugar que tapará la inserción del cordobés, si bien un calendario cargado, con Premier, Champions, FA Cup y Copa de la Liga, le ofrecerá oportunidades.

Después del hat-trick a Patronato, Álvarez fue elogiado por Guardiola: “Creo que el City hizo una operación increíble porque es un jugador que se mueve muy bien. Los goles que hizo fueron con movimientos similares a los de (Jamie) Vardy”. Este delantero veloz y escurridizo de Leicester suele moverse de afuera hacia adentro, es comparable al nacido en Calchín. ¿Estará pensando Pep en una sociedad Álvarez-Haaland o los considerará excluyentes? La revolución ofensiva del City está en marcha.

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