Lionel Messi y Kylian Mbappé, el dúo para rescatar al PSG en la Champions League, mientras Neymar entra una vez más al quirófano

El tridente ofensivo de Paris Saint Germain se rompió por el lado más débil, el físico de Neymar. Nada nuevo y que no haya ocurrido antes, solo que la reiteración de lesiones en los tobillos y dedos, ya con 31 años, limitan periódicamente la ambición del brasileño de ser uno de los mejores futbolistas del mundo. Su historial da cuenta de 27 lesiones -diez en los tobillos- en la última década, en la que no pudo ser tenido en cuenta para 104 partidos, a los que habrá que agregarle los que restan hasta el final de esta temporada por la operación a la que será sometido en los próximos días.

A causa de esta discontinuidad y padecimientos con sus extremidades inferiores, archivado definitivamente parece su objetivo de ser alguna vez Balón de Oro, sueño que persiguió cuando en 2017 se fue de Barcelona a PSG, que al pagar la cláusula de 222 millones de euros lo transformó en el pase más alto de la historia.

Sin que su decisión afectara su amistad con Lionel Messi, Neymar sintió hace cinco años y medio que debía dejar de compartir un equipo con el rosarino para tener posibilidades de recibir el Balón de Oro. Mientras fuera su compañero, siempre estaría a la sombra de Leo. Lo que sospechó durante mucho tiempo lo terminó de comprobar la noche de marzo de 2017, cuando fue la gran figura en el 6-1 con que Barcelona remontó la serie ante PSG por la Champions League. Sin embargo, la consideración se la llevó Messi, festejando parado sobre uno de los carteles de publicidad. Tres meses después hizo las valijas rumbo a la capital francesa.

Paradójicamente, las únicas dos veces que quedó en el podio (tercer puesto) del Balón de Oro fue siendo socio de Messi en Barcelona. En PSG se acentuó su calvario de las lesiones, con consecuencias en el seleccionado brasileño, del quedó al margen en la conquista de la Copa América 2019. Una rotura en los ligamentos del tobillo derecho en un amistoso frente a Qatar lo bajó de la lista oficial, en la que estuvo a punto de reemplazarlo Vinicius Jr, por entonces con 18 años, pero finalmente el entrenador Tité optó por Willian.

Neymar en su Instagram: “Volveré más fuerte”

Sin Neymar, que frente a Lille -hace 15 días- sufrió una lesión en los ligamentos del tobillo derecho que lo llevará al quirófano y lo aleja de las canchas por el resto de la temporada, Messi y Kylian Mbappé quedaron como los generales del ataque. En ellos dos, PSG deposita gran parte de las expectativas para revertir este miércoles en Munich la derrota por 1-0 ante Bayern en la ida de los octavos de final de la Champions League.

Ausente el brasileño, la química entre Messi y Mbappé fue inmejorable en los últimos dos cotejos por la Ligue 1. En Marsella resolvieron el siempre efervescente clásico ante Olympique con un 3-0. La sociedad funcionó a pleno: los dos goles del francés fueron tras asistencias del argentino, que convirtió el suyo luego de un pase de Mbappé. Luego siguió el 4-2 a Nantes, con un tanto de cada uno.

El entrenador Christophe Galtier estimaba que podía llegar a contar con Neymar durante algunos minutos en el desquite frente a Bayern Munich, pero se impuso el criterio de los servicios médicos de PSG, quienes aconsejaron la intervención quirúrgica ante el riesgo de que la recuperación por la vía kinesiológica fuera insuficiente. “Neymar está entre los mejores pasadores de la Ligue 1 y es una ausencia perjudicial para nosotros, no es algo anodino”, había dicho el viernes Galtier, cuando aun no se conocía la gravedad de la situación.

Video con la acción de la última lesión de Neymar

El parte médico oficial del club fue taxativo: “Neymar ha presentado muchos episodios de inestabilidad en el tobillo derecho a lo largo de los últimos años. Tras su última torcedura, el equipo médico del PSG ha recomendado en conjunto una operación de reparación ligamentosa, a fin de evitar riesgos mayores de recidiva. El regreso del jugador a los entrenamientos colectivos se prevé en un plazo de entre tres y cuatro meses”. Entrará al quirófano en la clínica Aspetar, de Doha.

Neymar disfrutó de ser campeón de la Champions League en 2015, cuando integraba otro célebre tridente en Barcelona, con Messi y Luis Suárez. Esa fue también la última Orejona de Leo. Paris Saint Germain persigue con obsesión su primer gran título europeo. Es la razón de ser del proyecto que el emir Al Thani puso en marcha en 2011 con el desembarco de Qatar Investment como nuevo propietario de la entidad.

El ingreso de PSG en la realeza de los grandes clubes europeos necesita del certificado de la Champions. Lo más cerca que estuvo fue cuando dispuso de un Neymar en buenas condiciones físicas. Ocurrió en 2020, el año de la pandemia que obligó a un Final Eight (los ocho cuartofinalistas) en Portugal, donde Neymar se hizo cargo de un equipo que cayó en la final ante un irresistible Bayern Munich, que esa temporada conquistó el sextete de títulos entre los de Alemania, Europa y el Mundial de Clubes.

Desde que llegó a PSG, Neymar se perdió cuatro de las siete eliminatorias por la Champions. Esta última contra Bayern está precedida por la de 2018, cuando una fractura en el metatarso lo sacó de la revancha contra Real Madrid. En 2019, otra vez la fractura en el mismo metatarso lo marginó de los dos cotejos con Manchester United, que con una formación con varios juveniles eliminó a PSG. Y el año pasado, una lesión en un tobillo no estuvo en la increíble remontada de Real Madrid en el Santiago Bernabéu.

La carrera de Neymar está adornada por grandes goles y destrezas técnicas para el asombro. Tomó el testigo de Ronaldo Nazario como el futbolista brasileño más importante y valioso en el mundo, mientras Vinicius se apresta a sucederlo. Pero la trayectoria de Neymar también está plagada de imágenes de tobillos que se doblan por la entrada de un rival o por pisar mal tras un salto. Gestos de dolor y llanto se intercalan con su fútbol alegre y coreografías festivas tras los goles.

El final de esta temporada lo transitará entre las sombras de una nueva recuperación. El curso lo había comenzado muy motivado, con una preparación a conciencia -restringió sus descuidos y licencias en la vida privada- para llegar en plena forma al Mundial. Mostraba un rendimiento superior a Messi y Mbappé antes de desembarcar en Qatar, con 15 goles y 15 asistencias en 20 encuentros oficiales de PSG.

Ya con la Canarinha en Medio Oriente, en el debut contra Serbia se lesionó seriamente el tobillo derecho, que le quedó como una pelotita de tenis. Faltó ante Suiza y Camerún, y reapareció en los octavos de final con un gol de penal en el 4-1 a Corea del Sur. Frente a Croacia, por los cuartos de final, había marcado en el suplementario el gol del 1-0, pero enseguida empató el equipo de Luka Modric y en la definición por penales se quedó sin patear porque era el quinto designado. Otra frustración, más lágrimas. Los dos primeros meses de este 2023 lo habían vuelto a poner en carrera en PSG.

En cualquier caso, Ney no se rinde. “Volveré más fuerte”, publicó en sus redes sociales. Cuando la temporada empieza a alcanzar su punto de ebullición, Neymar cambia las luces de los estadios por las de un quirófano. Messi y Mbappé deberán repartirse la tarea de alumbrar lo que resta del camino.

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