Lionel Messi volvió con dos goles y una asistencia en Inter Miami: la intimidad del regreso del crack rosarino

FORT LAUDERDALE. – Una tarde, después de dos meses exactos, Lionel Messi volvió a un campo de juego, y fue con la camiseta de Inter Miami. El rosarino se había lesionado los ligamentos del tobillo derecho ante Colombia, en la final de la Copa América 2024 en la que la selección argentina se quedó con el título al vencer por 1-0 y el capitán debió dejar conmocionado el partido a los 20 minutos del segundo tiempo, con el duelo sin goles aún. Desde aquel mix de llantos, por no poder seguir, y de alegría, por la consagración lograda por el equipo y levantar la copa, una larga y meticulosa recuperación que llegó a su fin este sábado por la fecha 28 de la MLS. Todos lo estaban esperando. Estuvo a la altura de las expectativas, con dos goles y una asistencia.

La última vez que Messi había jugado por esa liga había sido el 2 de junio, en un 2-2 frente a St. Louis. Ante Philadelphia Union (victoria por 3 a 1 como local) fue su decimotercer encuentro por el torneo estadounidense, que el equipo de Florida lidera con comodidad en la Conferencia Este camino a los playoffs. El entrenador Gerardo Martino había anticipado en una conferencia de prensa que estaba listo para volver luego de intensificar el ritmo de entrenamientos. Una hora antes del comienzo se confirmó que iba a ser como titular. Hasta el clima reaccionó a la noticia: los nubarrones que estaban sobre el Chase Stadium comenzaron a dispersarse, asomó el sol y un arcoíris se encendió por encima de una de las tribunas laterales. Vaya manera de recibirlo al crack, al que también lo aguardan con los brazos abiertos en el seleccionado, donde no pudo estar en la victoria sobre Chile ni en la derrota frente a Colombia por las eliminatorias la última semana.

Por lo pronto, ya comenzó a disfrutarlo otra vez Inter Miami. Su nuevo lugar en el mundo, rodeado de amigos y sin mochilas. Porque con la selección ya no hay cuentas pendientes. Tampoco con el conjunto de la camiseta rosa, al que condujo al primer título de su historia apenas llegó el año pasado, en la Leagues Cup. Todo es ganancia aquí desde entonces. Así lo viven los fanáticos, que lanzaron sus gritos e hicieron sonar sus vuvuzelas un minuto después de las 7, cuando el ídolo ingresó al precalentamiento en un pique corto a la par del uruguayo Luis Suárez, con la música de Quevedo como banda sonora. En el círculo central, levantó la cabeza y observó una de las dos pantallas que hay detrás de los arcos. Podría asegurarse que, en las tribunas, un 85% de los que asistieron llevaba la remera del 10. La rosa, la negra alternativa o la de la selección. Chicos y grandes. Gritaron sus goles hasta en la previa, cuando los jugadores remataban al arco que ocupaba Drake Callender, el sólido arquero de Inter Miami, que ahora tiene la sombra de otro argentino recién llegado, Oscar Ustari.

En medio de tanta fiesta, al minuto el local estaba perdiendo, tras haber puesto en juego la pelota. Philadelphia Union lo encontró con la guardia baja. Cuatro minutos más tarde, un tiro libre en la medialuna del área fue el primer remate de Leo, pero no superó la barrera. La lesión muscular de David Martínez antes del cuarto de hora le dio una ventana a Messi para juntarse con Suárez, Busquets, Diego Gómez y Federico Redondo para ajustar detalles. Inter Miami no encontraba la pelota en medio de la cortina de humo que dejaron los fuegos artificiales.

Tras comenzar el partido posicionado en ataque, Leo comenzó a bajar para buscar el balón que le llegaba poco e incómodo, de espaldas al arco. Hasta que, a los 25 minutos, les recordó a todos que estaba de regreso: hizo una pared con Suárez, la enganchó de zurda para hacer pasar de largo a un defensor en la puerta del área y definió de derecha, junto a un palo. Y antes de la media hora, otro más, de zurda, llegando por sorpresa cerca del punto penal para conectar un pase de Jordi Alba, otro de sus socios made in Barcelona. Casi no había terminado la ovación por el primer tanto y llegó el segundo. Y la sonrisa, que había perdido en los primeros minutos cuando el visitante convertía en figura a Callender. El primer tiempo lo cerró prácticamente el Pistolero con un latigazo certero desde afuera del área tras recibir de Messi, pero el gol fue anulado porque el VAR detectó que el rosarino estaba adelantado por un talón. Todo al compás de las pinceladas del capitán.

El entretiempo tuvo música, baile y regalos lanzados hacia las tribunas, con el clásico estilo norteamericano. El último jugador en regresar al campo para la segunda etapa fue Messi. Pasaron siete minutos hasta que el argentino intervino en el juego, en otro segmento con los visitantes al ataque. De inmediato, otro tiro libre similar al del primer tiempo que no pasó la barrera. Y una arrancada de derecha al centro con su sello, con Redondo de pivote en posición de centro delantero, que terminó en lamento por el remate imperfecto. Algunos relámpagos se hacían ver cerca. El calor no daba tregua, siquiera al llegar la noche.

A 20 minutos del final, Leo se acercó al lugar donde estaba Martino y cruzaron unas palabras, mientras el juego transcurría por el otro sector. Y se ligó una patada en el tobillo derecho que molestó al DT, cuya protesta derivó en una tarjeta amarilla mientras un abucheo cubría el estadio y el capitán rodaba por el pasto tomándose la zona que lo había dejado dos meses sin competir. Sólo un susto. Como los que le daba Philadelphia Union (la mayoría por fallas defensivas de las Garzas).

Algo cansado, pero con el espíritu intacto, sobre el final Messi graduó las energías. Unos piques, alguna colaboración en defensa, una amarilla por demorar un tiro de esquina en el que pedía que un rival se alejara de la zona. Sólo su lucidez y sus quiebres de cintura sacaban del ritmo lento al encuentro que marcó su regreso, con final feliz: amagó, enganchó y asistió a Suárez para el 3-1, esta vez sí, en tiempo de descuento. Se marchó ovacionado, entre abrazos de compañeros, rivales y múltiples pedidos de cambios de camiseta. Y con otros cinco partidos por delante con su club antes de que Lionel Scaloni pueda volver a contar con él en la selección para la próxima doble fecha de eliminatorias, en octubre.

Los goles de Messi

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