Lionel Messi: la presentación del crack rosarino en Inter Miami fue una noche soñada de risas y una obra maestra

Tiro libre para Inter Miami. Van 48 minutos y 48 segundos del segundo tiempo. Acomoda el balón Lionel Messi, como tantas veces, como toda su vida. Se acaba el partido, un partido de un torneo remoto, allí en donde algunos intrépidos creen que el crack universal fue a retirarse. Algo así como el principio del fin: la verdad, no lo conocen. No tienen ni idea. Acaricia la pelota, a unos 22 metros del arco. Inter Miami, su nueva casa, su nueva vida, empata 1-1 con Cruz Azul: están por ir a los penales. La pelota lo sospecha: va a ir al ángulo. Así, en el último suspiro. Con el aura de Qatar. En realidad, el de toda su vida.

La presentación de Messi en el fútbol de los Estados Unidos es una porción de magia. A los 36 años, lo grita con alma y vida, reflejado por celulares en vivo y millones en el mundo siguiéndolo en directo por la web. El crack sin vencimiento se abraza con sus compañeros, primero y con parte de su familia, después, al borde del campo de juego. Imposible replicarlo en otro mapa del mundo.

Entró a los 8 minutos del segundo tiempo, con la camiseta número 10, la de siempre, en reemplazo de Benjamín Cremaschi, un pibe norteamericano, de 18 años, con la 30, el número que utilizó en PSG. Se puso la cinta de capitán, pidió la pelota y todo lo que siguió, incluida la inclusión de Sergio Busquets y Josef Martínez, con quien pegó buena sintonía desde el arranque, fue parte de la nueva era. La de la felicidad. Más allá del juego, de algunas de sus pinceladas, del espectáculo global, se trata de la era de la cosecha. Messi enamoró con su fútbol toda su vida. A los 36 años, la magia continúa.

La noche empezó con una cálida ovación, al ingresar al pintoresco escenario, sonriente. Como en casi toda su carrera: aplausos de pie para uno de los grandes dioses de la historia del deporte. Al rato, se sentó en el banco de los suplentes, al lado de Sergi Busquets y esperó, con la imagen de TV enfocándolo en todo momento, que arrancara el partido. El show. Empezó (como suele ocurrir en la MLS), un rato más tarde. Exactamente, 15 minutos.

Inter Miami, más allá del oficio que intenta transmitirle Tata Martino, es una formación débil, desde lo técnico y lo táctico. Cruz Azul, con poco, casi nada, le provocó cinco situaciones de riesgo en la primera mitad: el más punzante, fue un bombazo de Carlos Rotondi (el único argentino que arrancó con el partido), que chocó con un poste.

Leo saludaba, miraba, incrédulo, todo el contexto. De a ratos, se lo vio con una evidente cara de preocupación, cuando el equipo que lo representa no daba dos pases seguidos. Para peor, un llanto. Noah Allen, de 19 años, reemplazó a Ian Fray, de 20, el joven que salió del campo de juego sin poder caminar, envuelto en lágrimas.

De todos modos, el fútbol a veces es una moneda al aire. Leonardo Campana, el número 9, trataba de llevar al equipo estadounidense hacia adelante. Hasta que una inspiración del finlandés Robert Taylor, a los 44 minutos, lo cambió todo: estableció un golazo, palo y adentro. Y lo gritó Messi, como si se tratara de un tanto decisivo de Champions League. Símbolo de su nueva era.

El espectáculo era parejo, con un leve dominio de Miami, con el ingreso del campeón del mundo. Sin embargo, Uriel Antuna, con un bombazo, selló el 1-1. Messi tomó nota de la situación, se hizo cargo del equipo, luchó, cometió infracciones, pateó tiros de esquina, pero no tenía compañía. Hasta que...

Tuvo apoyo sentimental desde todos los ángulos. Algunos excompañeros asistieron al estreno de la Pulga en la franquicia de la MLS, como Maxi Rodríguez y Sergio Kun Agüero, viejos camaradas de la selección argentina. Sin embargo, el momento cumbre fue un abrazo de leyendas. Es que asistió una estrella de otro deporte: LeBron James, genio de la NBA, jugador de Los Angeles Lakers. También, Serena Williams, crack de las raquetas. ¿Otras estrellas del espectáculo, en la meca del show? Claro que sí: Kim Kardashian, Becky G y Marc Anthony.

Así, el capitán del seleccionado argentino campeón del mundo hizo su presentación en su nuevo club, Inter Miami, de la MLS de Estados Unidos, ante Cruz Azul, de México, en un partido por la etapa de grupos de la Copa de la Liga 2023.

El partido por el torneo en el que compiten equipos de la MLS y del México se jugó en la efervescencia del Drive Pink Stadium, en la ciudad de Fort Lauderdale. La cita no pasó inadvertida para nadie que ame al fútbol: Messi, ganador de todos los títulos posibles con Barcelona y con el seleccionado argentino, en busca de paz, armonía y en el tramo final de su carrera, abandonó el territorio europeo, en donde también actuó en Paris Saint-Germain, para llevar al mundo su juego con la camiseta de Inter Miami.

El nuevo Messi, liberado de un traumático paso por el PSG y con varios cortocircuitos con los hinchas del club parisino, llega a la MLS (Liga estadounidense) con la felicidad intacta de ser campeón del mundo, pleno con su familia en una ciudad en la que siempre dio señales de querer instalarse.

A los 36 años, fue adquirido por una franquicia que tiene como a uno de sus dueños a David Beckham (emocionado hasta las lágrimas) y que contrató como DT a Gerardo Martino, después de una deslucida etapa en el seleccionado de México.

Inter Miami está último en la MLS, con 18 unidades, en la Conferencia Este, deberá reforzarse, más allá de la presencia de Messi. Además de Busquets, se sumará Jordi Alba; también interesan el uruguayo Luis Suárez (Gremio) y el español Sergio Ramos (libre). El debut se trató de la Leagues Cup, un torneo del que participan 47 equipos, divididos en 15 zonas de tres cada una, tres zonas del Oeste y cuatro del Oeste, Norte y Sur. Los dos primeros de cada grupo avanzan a los 16vos. de final (32 equipos) en donde esperan Los Angeles FC, de la MLS, vigente campeón; y Pachuca, de México, el que más puntos sumó en el Apertura y Clausura de la temporada local.

Inter Miami integra la zona con Cruz Azul y Atlanta United de la MLS; la franquicia de La Florida volverá a presentarse este martes, otra vez en Fort Lauderdale, ante Atlanta, que a su vez recibirá a Cruz Azul el próximo 29. Todo, pero todo, con Messi en el póster. Amo y señor

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