Lionel Messi, en su sueño americano, a los 36 años, en una MLS que también se llevó talento argentino joven

Cuando en junio pasado anunció que había tomado la decisión de ir a Inter Miami, la noticia fue que Lionel Messi llegaba a la Major League Soccer (MLS) de los Estados Unidos. Sin dejar de ser cierta esa novedad, lo más cercano a la realidad es que su desembarco definitivo se producirá esta temporada. En 2023, la primera incursión de Leo fue en la Leagues Cup, competencia internacional que reúne a equipos estadounidenses y mexicanos. Fueron 10 goles en siete series eliminatorias a un partido en 29 días para obtener el título.

Tremendo impacto, futbolístico, comercial y mediático. También fue un gran desgaste físico, que lo condicionó para insertarse y debutar una semana después en la reanudación de la MLS, en la que Inter estaba penúltimo. Dolencias musculares solo le permitieron a Messi disputar seis partidos –apenas tres completos- de los 12 que le restaban a Inter. No hubo resto para recuperar terreno perdido y llegar a los play-offs.

La aventura completa de Messi en la MLS comienza hoy, en el partido que abrirá el campeonato. A las 22 de la Argentina, Inter recibirá en el DRV PNK Stadium, de Fort Lauderdale, a Real Salt Lake. Desde el año pasado, la televisación de los partidos es a través de la plataforma Apple TV, por el sistema de suscripción.

Inter, con la dirección técnica de Gerardo Martino –único entrenador argentino entre los 29 equipos-, irá por el título que en diciembre conquistó Columbus Crew. Y Messi pugnará por el premio al Jugador Más Valioso (MVP) que el año pasado ganó su compatriota Luciano Acosta (Cincinnati).

El Barca Legends de “Las Garzas”, que ya contaba con Messi (36 años), Sergio Busquets (35) y Jordi Alba (34), sumó a Luis Suárez (37). Inter dio un último golpe de mercado para rejuvenecer el plantel: acaba de contratar a Federico Redondo (21) por 8 millones de dólares, mientras Argentinos conserva el 15 por ciento de una futura venta.

“Nuestra temporada anterior ya era la mejor en la historia de la MLS, incluso antes de la llegada de Messi. Pero con Messi cambió todo, hasta la forma en que se hacen los negocios. Hubo que readaptar todo. Fue algo transformador, como cuando se incorporó Beckham. La repercusión con Messi fue increíble, tuvimos los ojos del mundo sobre el fútbol de los Estados Unidos”, comentó Gabriel Gabor, integrante del Departamento de Comunicación de la MLS.

A Messi le espera un año ajetreado. Tras las tres primeras fecha de la MLS, el 7 de marzo tendrá la primera eliminatoria por la Concacaf Champions Cup, clasificatoria para el Mundial de Clubes 2025. Como la MLS no se interrumpe por la Copa América de los Estados Unidos, entre el 20 de junio y el 14 de julio se perderá algunos partidos mientras integra el seleccionado argentino. Unas semanas después comenzarán los Juegos Olímpicos, pero su presencia en París es poco factible, más allá de que Javier Mascherano dejó abierta la posibilidad. Martino dijo que el volante paraguayo Diego Gómez deberá elegir entre la Copa América o los Juegos Olímpicos. Los clubes no están obligados por reglamento a ceder a sus jugadores a los Juegos.

Messi representa un filón comercial y económico que a veces atenta contra la planificación futbolística. Inter se embarcó en una gira por Asia que le consumió energías entre viajes, amistosos y presentaciones públicas. Tampoco pudo satisfacer a todos. En China quedaron muy disgustados cuando Messi, por una inflamación en el aductor de una pierna, no jugó ni un minuto.

En la MLS también le esperan largos traslados entre las costas este y oeste, con cambios de horarios. Pero Ignacio Piatti, que jugó en Montreal Impact entre 2014 y 2020, marca una diferencia con respecto a su época: “Todos los años hay progresos en la MLS. Nosotros viajábamos en vuelos comerciales, ahora los planteles lo hacen en aviones privados. Es algo muy importante porque acorta los tiempos para cubrir largas distancias. Viajan un día antes y vuelven tras el partido, los jugadores duermen en sus casas. Nosotros, para jugar en Los Ángeles, nos íbamos un jueves y volvíamos el lunes, era como salir de gira. No es fácil jugar en la MLS, hay que adaptarse a muchas cosas: viajes, el césped sintético en algunas canchas, los cambios climáticos; no es lo mismo el frío de Montreal, Toronto o Nueva York que las temperaturas más templadas de Miami, Orlando o Houston”.

Piatti, que se retiró del fútbol en Racing, en 2021, cree que hay que dejar atrás el estereotipo de que la MLS es tácticamente desordenada o inocente. “Eso era antes, se avanzó mucho. Ahora la mayoría de los equipos tratan de salir jugando”, analizÓ, en una charla con LA NACION.

El otro prejuicio del que quiere despegarse la MLS es el de destino para figuras internacionales en busca de una jubilación dorada. “Tenemos jugadores provenientes de 81 países. Detrás de los Estados Unidos y Canadá, la Argentina es el de más representantes. Se bajó mucho el promedio de edad, a 26 años. En el anterior mercado de pases, las contrataciones fueron de una media de 24 años. Solo Inter fue un poco a contramano. En el reciente Preolímpico Sub 23, 15 jugadores provenían de la MLS, cuatro de ellos capitanes”, comentó Gabor. Y agregó Piatti: “Los futbolistas jóvenes ven a la MLS como una posibilidad para dar el salto a Europa”.

Dentro de esa búsqueda de proyectos que ya dejaron constancia de sus condiciones, el soccer, además de Redondo, se llevó en el reciente mercado a los delanteros Pedro de la Vega (23 años, a Seattle Sounders, por 7,5 millones de dólares para Lanús por el 80 por ciento del pase) y a Agustín Ojeda (21 años, a New York City, por 7,5 millones de dólares para Racing por el 90 por ciento de la ficha).

Messi y Suárez son los dos viejos rockeros que se vuelven a juntar para componer con una pelota. “Sí, están para jugar, y si hace falta lo pueden hacer durante los 90 minutos”, confirmó Martino sobre la alineación de ambos para el debut.

A Inter Miami le quedó chico el estadio (22.000 espectadores) para la expectativa que despierta. La construcción de uno nuevo, que sería inaugurado en 2025, no aumentará mucho la capacidad (alrededor de 25.000) porque al levantarse cerca del aeropuerto tiene limitaciones para ser construido en alto.

Un gran ambiente le aguarda en Pasadena, donde se descuenta que se cubrirán los 82.000 lugares, el récord de asistencia para la MLS que establecieron el año pasado cuando se enfrentaron los dos equipos de Los Angeles.

A punto de inaugurarse la temporada 29a de la MLS, Estados Unidos siente que el mundo del fútbol pasará por su territorio durante los próximos cinco años, con la Copa América 2024, el Mundial de Clubes 2025, el Mundial 2026, el Mundial femenino 2027 (pendiente de confirmación) y los Juegos Olímpicos Los Angeles 2028. “Para nuestros mercados será rocket fuel (combustible para cohete)”, se entusiasma Gabor. Y con Messi para asegurar el alto octanaje.

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