Liga de España: Nahuel Molina, Agustín Marchesín y Valentín Castellanos, los debutantes en la liga preferida por los argentinos

Este viernes arrancará una nueva temporada de La Liga española, la segunda sin la presencia de sus dos máximas figuras de la última década, Cristiano Ronaldo y Lionel Messi. De forma muy similar a la anterior, el panorama en la previa muestra a un Real Madrid muy sólido y construyendo para el futuro, un Barcelona que busca apostar fuertemente al corto plazo a riesgo de hipotecar su economía para competir en los puestos más altos, y una brecha cada vez más grande con el resto de los equipos, en delicadas situaciones económicas. Una vez más, los argentinos pisarán muy fuerte, con 31 representantes antes del comienzo y con nuevas incorporaciones, como Fabrizio Angileri, Valentín Castellanos, Agustín Marchesín y Nahuel Molina Lucero.

Ellos se sumarán a un contingente bastante numeroso, que también incluye a Lucas Robertone (Almería), Rodrigo de Paul, Ángel Correa (Atlético de Madrid), Jeremías Ledesma (Cádiz), Franco Cervi, Augusto Solari (Celta), Lucas Boyé, Javier Pastore, Ezequiel Ponce, Lautaro Blanco, Axel Werner (Elche), Matías Vargas (Espanyol), Braian Cufré, Franco Russo, Rodrigo Battaglia (Mallorca), Ezequiel “Chimy” Ávila (Osasuna), Oscar Trejo (Rayo Vallecano), Guido Rodríguez, Germán Pezzella (Real Betis), Gonzalo Montiel, Lucas Ocampos, Erik Lamela, Marcos Acuña, Alejandro “Papu” Gómez (Sevilla), Juan Foyth, Gerónimo Rulli y Giovani Lo Celso (Villarreal). Un total de 31 nombres, sujeto a los movimientos que se puedan hacer durante el mes de agosto.

El desarrollo del mercado de pases hasta el momento dejó también un dato significativo: será la primera vez desde la 1993/94 que ningún argentino conformará los planteles ni de Barcelona ni de Real Madrid al comienzo de la temporada. Después de alcanzar un pico de siete durante la 2010/11, con Fernando Gago, Gonzalo Higuaín, Ezequiel Garay y Ángel Di María en la capital del país y Lionel Messi, Gabriel Milito y Javier Mascherano en Cataluña, el retiro forzado de Sergio Agüero el año pasado dejó sin representantes nacionales a los dos clubes más poderosos de la península ibérica de manera inédita en este siglo.

Nahuel Molina: el siguiente paso de su progresión

El lateral derecho surgido en Boca consiguió un pase consagratorio a uno de los equipos más grandes del continente después de dos años de enorme éxito en Udinese. Luego de dos préstamos a Defensa y Justicia y Rosario Central, la falta de oportunidades que le proveyó el Xeneize lo empujaron a salir libre a la Serie A en septiembre de 2020.

A su llegada debió competir con los carrileros titulares del equipo, Jens Stryger Larsen y Marvin Zeegelaar, pero en la segunda mitad de la temporada se ganó la confianza del DT Luca Gotti, y ya en la 2021/22, con la Copa América bajo el brazo, tuvo su explosión. A su constante peligro por la banda le sumó una insospechada cuota goleadora, cerrando el curso con 8 goles y 5 asistencias, lo que despertó el interés de Diego Simeone para sumarlo al Colchonero, que lo pagó en 15 millones de euros más Nehuén Pérez.

Es muy probable que el Cholo haya visto en el cordobés características similares a las de su anterior lateral derecho, Kieran Trippier, que en enero se convirtió en el nuevo capitán de Newcastle. El inglés, que también jugó en el carril en la selección inglesa y en Madrid, tiene al igual que Molina mucha velocidad e incluso un olfato para el gol gracias a su buena pegada en pelota parada, además de cierto compromiso defensivo necesario para destacar en un equipo de Simeone. Con el traspaso llegarán nuevas exigencias para Molina, que en el norte italiano era uno de los referentes del equipo; Atlético tendrá objetivos más ambiciosos en la Liga, y hará también su debut en Champions League. Pero para un campeón de América y titular en la selección argentina, se espera que esté a la altura de las circunstancias.

Agustín Marchesín: el debutante veterano

La paciencia ha sido la gran virtud del arquero nacido en San Cayetano (Buenos Aires). Después de destacarse como uno de los mejores arqueros del país en Lanús, con quien consiguió la Copa Sudamericana en 2013, tuvo su primera oportunidad en el exterior a los 26 años en México, y tras consolidarse en Santos Laguna y América no fue hasta 2019, con 31, que arribó al fútbol europeo, vía Porto.

De sus tres años en el segundo equipo más ganador de Portugal fue un protagonista indiscutido en los primeros dos. Apenas llegó, ayudó a los Dragones a conseguir un doblete de liga y copa, consagrándose además como el mejor arquero de la temporada en el país. En el siguiente curso no tuvo el mismo éxito en el plano doméstico, pero dejó un gran impacto en la Champions League; dejó el arco en cero en cinco de los seis partidos de fase de grupos, incluyendo un desempeño descomunal contra Manchester City; contribuyó a una eliminación histórica a Juventus en los octavos de final; y firmó una muy digna serie contra Chelsea en cuartos, en la que cayó por un global de 2-1.

En el último curso perdió terreno gracias a una lesión de meniscos que sufrió a mediados de 2021 y el surgimiento de Diogo Costa, procedente de las inferiores, lo cual facilitó su venta a Celta por tan solo un millón de euros. En el equipo de Eduardo “Chacho” Coudet tendrá la tarea de reemplazar a su compatriota Matías Dituro, que tras desbancar al titular habitual Rubén Blanco volvió a Universidad Católica, de donde había sido prestado. A lo largo de su trayectoria, Marchesín desarrolló una notable capacidad para afrontar los desafíos que se le presentan y desarrollar lazos muy cercanos con las hinchadas que tuvo que representar, y a sus 34 años consiguió por fin su oportunidad en una de las principales ligas de Europa.

Valentín Castellanos: el camino menos pensado

Existen pocos caminos hacia Europa menos convencionales que el que llevó al “Taty” a la liga española. El mendocino pasó por las inferiores de Independiente Rivadavia (Mendoza) entre otros hasta desembarcar en la Universidad de Chile, pero no tuvo demasiadas oportunidades en Santiago. Fue en 2017 cuando apareció por primera vez el City Football Group, que lo tendría en su órbita desde aquel momento y hasta el día de hoy. Su primer desembarco fue en Torque, entonces en la segunda división de Uruguay, que fue adquirido por el conglomerado emiratí ese mismo año y comenzó a tomar vuelo al muy poco tiempo, ascendiendo por primera vez en su historia al final de esa temporada con la contribución del delantero, que en aquel momento tenía apenas 18 años.

Castellanos duró apenas un año en Torque antes de desembarcar en New York City FC, uno de los clubes insignia del proyecto. Su estadía en la MLS requirió el período de adaptación lógico que implica el salto desde la liga uruguaya a la estadounidense, pero no tardó mucho en recibir oportunidades. Una vez que el histórico David Villa partió para terminar su carrera en Japón, el Taty se convirtió en el delantero referencia del equipo, y en su primer año completo cumplió, registrando 11 goles en 31 partidos y terminando la temporada regular como el mejor equipo de la Conferencia Este, pero su campaña en los playoffs terminó rápidamente con una derrota frente a Toronto.

Su 2020 fue más complicado, en parte influenciado por el freno que marcó la pandemia y el posterior regreso con el improvisado MLS Is Back Tournament, pero a partir de 2021 Castellanos un nivel que dejó en claro que debía dar un siguiente paso. Su campaña registró más goles de los que acumuló en todas sus temporadas anteriores, con 22 en 35 encuentros, de camino a conseguir el primer título de MLS de la historia de la franquicia neoyorkina, y luego continuó su forma imparable en la primera mitad de este año, en la que acumuló 17 tantos en apenas 25 partidos. Este presente no dejó con mejor opción al City Group de ubicarlo en otro club; River estuvo muy interesado, pero finalmente recaló en Europa, con un préstamo a Girona como primera parada. Allí, el deber del Taty será tratar de repartir la producción goleadora con Cristhian Stuani, el insaciable goleador uruguayo del equipo catalán, para asegurar la permanencia en la máxima categoría.

El panorama del campeonato

El curso anterior, que a los pocos días de comenzar sufrió el golpazo del traspaso de Messi a Paris Saint-Germain, estuvo caracterizado por un dominio de punta a punta por parte de Real Madrid, con Karim Benzema como el máximo estandarte del equipo, y el tumulto interno y externo que pasó Barcelona, que estuvo amenazado de no clasificar a competiciones europeas pero que finalmente fue guiado por Xavi Hernández al segundo puesto.

Más abajo en la tabla, Sevilla, el club que sirvió casi como una sucursal de la actual selección argentina (cuenta actualmente con cinco argentinos, de los cuales cuatro son regulares en las listas de Lionel Scaloni), fue uno de los pocos equipos que intentaron plantarse como un contrincante serio al Merengue, pero su flojísimo rendimiento en la parte final de la temporada casi les cuesta la clasificación a la Champions League, mientras que el campeón defensor, Atlético de Madrid, también tuvo que revertir un arranque complicado para luego asentarse entre los cuatro primeros.

La previa del próximo episodio tampoco estuvo exenta de controversias. Cuando parecía que la máxima competición española iba a poder gozar de una nueva estrella mundial en Kylian Mbappé, el campeón del mundo tomó la decisión de permanecer en Francia, lo cual llevó al presidente de la competición, Javier Tebas, a intentar iniciar acciones legales contra PSG. En Barcelona, por su parte, persisten dudas sobre los métodos que el mandamás culé Joan Laporta está utilizando para contratar estrellas como Robert Lewandowski, Raphinha y Jules Koundé por decenas de millones de euros, a pesar del conocimiento público sobre las penurias económicas que transita el club catalán.

En el resto de la liga, sin embargo, la realidad económica es mucho más dramática. Por fuera de los dos gigantes del país, que acumulan una enorme proporción de los derechos televisivos y generan un ingreso mucho mayor en merchandising e imagen, el impacto económico que generó las pérdidas por Covid-19 en conjunto con la política de topes salariales dejó a la “clase media” muy relegada en relación con las demás ligas del continente, en particular la Premier League. Esto se hace más evidente que nunca al observar las operaciones que debieron realizar los clubes en el mercado de pases; por fuera de Barcelona y Real Madrid, la llegada más cara de la Liga fue la del argentino Nahuel Molina Lucero, de Udinese a Atlético de Madrid, por tan solo 15 millones de euros más el pase de su compatriota Nehuén Pérez.

La gran mayoría de los equipos, por ende, debió buscar grandes ventas de sus mejores jugadores con la intención de financiar el resto de sus operaciones en la ventana veraniega, sin demasiado éxito. Recientemente, Valencia consiguió vender a Gonçalo Guedes a Wolverhampton por una cifra superior a 30 millones, como también lo hizo Sevilla con Diego Carlos a Aston Villa y Koundé a Barcelona, pero ninguna otra venta supera siquiera los 15 millones, por lo que la mayoría de los clubes debieron moverse en el mercado a base de préstamos, precontratos y agentes libres.

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