Leeds United encontró un penal sobre la hora y empató 1-1 con Wolverhampton, pero sigue cerca de la zona roja

Una mala cara, que mostraba desesperación con el transcurso de los minutos. Una cabeza que se movía permanentemente de un costado a otro, disconforme con la actuación de sus dirigidos. Así vivió Marcelo Bielsa el empate agónico que consiguió su Leeds United en el estadio Elland Road, gracias al penal que convirtió Rodrigo Moreno para sellar el 1-1 ante Wolverhampton. De todas maneras, le sirve de poco: sumó su séptimo punto en nueve jornadas y coquetea con la zona del descenso.

Es cierto que la competición recién lleva nueve jornadas. No obstante, el equipo de Bielsa ya muestra una tónica constante. Su único triunfo (ante Watford) sucedió dos jornadas antes, pero no lo levantó. Así, con la paridad en condición de local durante la tarde inglesa de sábado, cosechó su cuarta igualdad, que se suma a las cuatro caídas. Encima, el martes tiene un crucial compromiso por uno de los octavos de final de la Copa de la Liga, nada menos que ante Arsenal.

La ventaja de Wolverhampton llegó temprano, entre una serie de errores de los defensores de Leeds, la pasividad de otros y la fortuna con la que contó el delantero Hwang Hee-chan, que a los 10 minutos obstaculizó involuntariamente el remate de su compañero de ataque Raúl Jiménez y tocó suavemente a la red ante el vencido arquero Meslier.

La desventaja, claro, generó que el equipo de Bielsa profundice en sus intenciones. Por eso, al entretiempo se fue con un mayor porcentaje (64) de posesión del balón y mayor cantidad de remates, pero sin generar el peligro suficiente para derribar el cero del arco de los Lobos ya que careció de ingenio. El visitante, por su parte, tampoco generó mucho más que aquel grito del surcoreano, pero se fue -lógicamente- más conforme a los vestuarios.

El segundo tiempo no comenzó con mayor conformismo para los locales. Todo lo contrario: a los ocho minutos, el atacante brasileño Rapinha, uno de los más habilidosos del equipo, salió de la cancha lesionado tras un fuerte cruce. Sin el goleador y figura Patrick Bamford ni la importante presencia de Kalvin Phillips en la mitad del campo -ambos ausentes por lesión-, sumado a esa baja del extremo zurdo durante el encuentro, las expectativas de igualar el encuentro bajaron notoriamente.

Prácticamente, los visitantes no salieron a jugar en el complemento. Más bien, se dedicó mayoritariamente a mantener la ventaja así como estaba. Le llevó tiempo, pero Leeds comenzó a despertarse promediando la última parte. La chance clara, a los 33, la tuvo el ingresado Joe Gelhardt, pero el arquero portugués José Sá tuvo una atajada fantástica. Luego de aquello, los de Bielsa tomaron confianza y comenzaron a agobiar a su adversario. Hasta que tuvo su premio: Gelhardt tomó coraje, se metió en el área con guapeza y Nelson Semedo le cometió un claro penal a los 92 minutos.

Del propio se hizo cargo el delantero español Rodrigo, ese que admitió ante LA NACION que “Bielsa miró más partidos míos que los que vi yo y toda mi familia juntos”. Entrenador al que tilda de diferente, algo que también le reconocieron ex compañeros que compartieron el día a día con el DT argentino. También es la compra más cara que hizo Leeds en su historia (30 millones de euros). No obstante, recién hoy pudo hacer su primer gol en la actual Premier League: el nacido en Río de Janeiro tomó el balón y con su zurda colocó la pelota en el costado contrario al que se lanzó el arquero rival. Un desahogo para él, pero también para el entrenador y todo Leeds: parecía perderlo, algo que no merecía, aunque debe mejorar sus presentaciones si no quiere sufrir en los próximos meses.

De hecho, los empates de Newcastle (1-1, ante Crystal Palace) y Burnley (2-2, con Southampton) le permitieron mantener la distancia de tres puntos con respecto a la zona roja. El rosarino deberá despertar pronto a sus hombres para no ingresar.

¿Qué dijo Marcelo Bielsa?

“Excepto en los minutos iniciales de ambas mitades, controlamos el partido y creamos ocasiones no demasiado peligrosas pero sí suficientes para poder ganar el partido. Fue un paso adelante en comparación con el partido de la semana pasada (0-1 ante Southampton). Aquella fue sin brillo. Esta actuación se parece mucho más a lo que el equipo es capaz de hacer”, reflexionó el rosarino, mucho más conforme con lo que se observó de su equipo en el segundo período. De hecho, más allá de vivirlo con algo de desesperación, cree que merecieron quedarse con los tres puntos: “A medida que avanzó el partido, nuestra insistencia empezó a desgastar a la defensa de Wolverhampton. Podíamos preocupar al rival. Por lo tanto, el resultado me pareció insuficiente. Pienso en que podíamos haber marcado más de un gol”.

“Recibí algo que me escribieron desde Chile y me recordó una canción que cantan los hinchas de ese país que dice que cuando un equipo no está jugando bien, más hay que gritar porque eso los hace ganar. Hoy, en el momento en el que más lo necesitaba el equipo, el público tuvo una presencia decisiva”, remarcó sobre los fanáticos, que fueron encendiéndose tras un primer lapso en el que se mostraron apagados por lo opaco que fue Leeds, pero se entusiasmaron cuando su equipo empezó a ir en busca del empate con decisión.

“No creo que haya habido jugadores que no hayan asumido la responsabilidad en el partido. Llorente, Cooper y Pascal estuvieron muy presentes. Los jóvenes hicieron una contribución importante. Dallas, en la segunda parte, desequilibró al rival. Rodrigo cambió el rumbo del partido en los últimos 30 minutos. Asumió la responsabilidad del penal, que no fue sencillo. No vi a ningún jugador que no dijera presente”, destacó Bielsa a todos los jugadores en los que decidió confiar para este encuentro.

“Joe Gelhardt, en los primeros minutos de los 30 que jugó, tuvo muy pocos contactos con el balón. Pero en los últimos 15 minutos consiguió el penal y tuvo opciones de marcar uno o, quizás, dos goles. Y tengo la impresión de que él, junto con Rodrigo, crearon suficientes ocasiones para ganar el partido”, resaltó el buen ingreso del delantero de 19 años.

“Recibió un golpe, no sabemos el alcance ni la gravedad de la lesión”, mantuvo la incertidumbre sobre el diagnóstico de Rapinha, que fue reemplazado por Crysencio Summerville a pocos minutos de iniciado el complemento.

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