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Las 100 preguntas a Fernando Marín: recorrió el mundo con Vilas y Monzón, creó éxitos en radio y TV y sacó campeón a Racing después de 35 años, pero no puede ir a verlo a la cancha
Entrevista a fondo con alguien que se define como “un hacedor” que, a los 82 años, sigue generando proyectos
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Evitó la desaparición de Racing y lo sacó campeón después de 35 años con el país prendido fuego. Produjo casi todas las peleas de Carlos Monzón y, durante más de 30 años, la Copa Davis. Revolucionó la televisión con la incorporación de la videocámara portátil. Está en el mundo de la comunicación desde la década del setenta. Trajo al país al “Chavo del 8″, creó éxitos como “Mesa de Noticias” y “Cantañino” y se le ocurrió que Alejandro Dolina podía ocupar la trasnoche de la radio. La lista de periodistas y artistas con los que trabajó es larguísima: de Graciela Borges a Cacho Fontana, de Juan Carlos Mesa a Antonio Carrizo, de Minguito a Juana Molina, de Pinky a Susana Giménez, de Nelson Castro a Pepe Eliaschev, de Juan Carlos Calabró a Bernardo Neustadt, de Andrés Percivale a Marcelo Longobardi, su gran hallazgo.
Se destacaba como goleador en el colegio y se probó en Excursionistas. Ama los caballos. Fue campeón en salto y en polo. Terminó con el Fútbol para Todos en el gobierno de Macri y es fuente de consulta del presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez. Tiene 82 años, produce un ciclo de entrevistas en la televisión, sigue practicando deportes, se casó tres veces y ha pasado las fiestas con las tres mujeres al mismo tiempo (¿será esa su mayor hazaña?). Se considera un hacedor, un intuitivo. No va al Cilindro a ver a su querido Racing y se lamenta de que Víctor Blanco no le venda un palco. Vivió muchas vidas. Hoy contesta las 100 preguntas, sin filtros ni rebusques, Fernando Marín.
1. -Cuando agarró Racing en diciembre de 2000, ¿imaginaba que podían ser campeones?
-No lo imaginaba. Sentía que teníamos ganas, pero nos faltaba plantel y recambio. Igual, lo predije cuando nos salvamos de la Promoción contra Colón en Santa Fe, con el gol de Milito, en nuestro primer campeonato, el Clausura 01. Ese día pensé: “Esto viene para bien”. Era una intuición. Y le dije a Merlo: “Nos salvamos, y ahora te voy a decir una frase popular en inglés: step by step”. Sí, paso a paso, se la dije esa noche.
2. -¿O sea que es usted el autor de la frase histórica?
-Yo le dije a Merlo esa frase, que era el nombre de una famosa serie de la televisión estadounidense. Pero es anecdótico y Merlo no se debe acordar ahora ni tampoco cuando la pronuncié. Después él la hizo marca y me pareció extraordinario cómo lo implementó, el sello a fuego que le dio. Además, me parece una frase porteña sabia.
3. -Me recuerda cómo fue jugar el partido que definió el título para Racing después de 35 años con el país prendido fuego en 2001.
-Se decretó el estadio de sitio y se suspendió el campeonato cuando faltaba una fecha. Si íbamos a febrero o marzo, y con River tres puntos atrás, qué sé yo con qué nos íbamos a encontrar al año siguiente. ¡Con qué campeonato y con qué país nos íbamos a encontrar! El presidente era Ramón Puerta, amigo de Mauricio Macri. Cenando el viernes en la casa de Mauricio con él, su mujer Isabel Menditeguy y mi mujer, le pedí: “Por favor, llamalo a Puerta y decile que me reciba, que no se puede suspender este campeonato faltando una fecha”. Lo llamó delante de mí, y después de cortar me dijo que me esperaba a las 10 de la mañana del día siguiente en la Casa Rosada.
4. -¿Cómo lo convenció?
-Llamé a Julio Grondona y le conté que nos esperaba Puerta al otro día en la casa de gobierno. Nos encontramos a desayunar una hora antes en un café de Posadas y Ayacucho, donde hay unas medialunas que me encantan y fuimos con su secretario y mi hijo a la Rosada. Nos esperaban Puerta, Miguel Ángel Toma, que era ministro de interior, y el jefe de la policía. “Presidente, no hay manera de que no juguemos”, le planteé. “Pero estamos en estado de sitio”, me contestó, y se sumó el jefe de la policía. “¿Usted garantiza que no va a pasar nada?”, me preguntaron los tres. “Les garantizo de forma absoluta que no va a pasar nada”, les respondí. No sé de dónde me salió, una locura de mi parte (risas). ¿En calidad de qué les podía garantizar la seguridad? Y encima eran dos los partidos: Vélez-Racing y River-Central. Por suerte salió todo bien. Soy un agradecido total a Puerta por darnos el permiso, y a Mauricio, por hacerme de nexo.
5. -¿Cómo se le ocurrió traer al Chavo del 8 a la televisión argentina?
-Había ido a México a producir una pelea, a fines de los 70, me tiré en el hotel a dormir una siesta, prendí la tele y pasaban el Chapulín Colorado. Me impresionó. Primero, el formato, que era media hora, cuando todos los programas acá eran de una hora. Y después, el contenido, la cantidad de cosas insólitas que le pasaban. Alguien allegado a mi productora en la Argentina ya me había hecho un comentario sobre la familia Bolaños. Pedí una reunión para el día siguiente, firmé el acuerdo y me traje una pila de casetes a Buenos Aires. Lo presenté en Canal 13. Al canal lo manejaba un interventor de la marina. Era un capitán de navío: a todos los que no llegaban a ser almirantes, generales o brigadieres les daban un medio de comunicación, una cosa insólita de los militares. Porque si vos no llegás a lo máximo en lo tuyo, que estudiaste 10 años, ¿cómo podés manejar un medio de comunicación, que es un Fórmula 1? Ahí piloteaba todo Massera, que fue muy negativo para el país, y se dividían los medios como si fueran cartas: esto para el ejército, esto para la marina, esto para la aeronáutica… El marino que me recibió me dijo: “¿Esto no es subversivo?”. Porque el Chapulín decía “¡Síganme los buenos!”. No lo podía creer. “Tiene razón señor, no me había percatado”, le dije, y me fui a la mierda. Lo llevé a Canal 9 y lo puse en la previa de Supershow infantil.
6. -¿Usted trajo a los personajes de la serie a la Argentina para hacer shows?
-Claro. El rating crecía, entonces los traje para acá. Fuimos a buscarlos en un ómnibus a Ezeiza, y cuando estábamos por llegar al Sheraton, me pregunté: “¿La gente los conocerá de verdad? ¿Esto funcionará?”. Porque tenían poco tiempo en la pantalla y las mediciones de rating no eran tan fiables. Veníamos por Corrientes para el bajo y le pedí al chofer que parara en Florida. “Se rompió el ómnibus, hay que seguir caminando”, les dije, y ante la protesta del elenco, enfilamos caminando por Florida para Sarmiento. Estaba toda la troupe: el profesor Jirafales, Doña Florinda, Quico, todos... Los dejé ir adelante y en un momento grité: “Ahí está el Chavo, ahí está el profesor Jirafales” y se armó un revoleo de gente impresionante y me convencí de que los conocían. Hice mi propio focus group (risas). Terminamos haciendo unos shows en el Luna Park y en el estadio mundialista de Rosario. Fue un éxito total, reventamos todo.
7. -¿El Chavo o el Chapulín?
-Y… es difícil. Al primero que vi fue al Chapulín, pero el más famoso es el Chavo, sin dudas. El Chapulín es más tierno, el Chavo es más pícaro.
8. -¿Quién es Fernando Marín?
-Fundamentalmente un hacedor. Me considero un productor de ideas, me apasiona el deporte, el espectáculo, el show business, todo lo que entretiene a la gente desde la pasión al ocio. Soy un hombre que, a esta altura de la vida, a los 82 años, sigue pensando en el mañana y cree que el ayer es historia. Dentro de la historia hay episodios buenos, malos y regulares, en fin, de los que se compone la vida. Siempre digo que la vida es como un rating: si obtenés dos dígitos sos un tipo al que le ha ido más o menos bien. No sé si llegué a dos dígitos, pero los rocé, 9.8 habré tenido.
9. -¿Con qué elementos construye ese rating?
-Es un cóctel. Tenés distintos ingredientes y como un barman tenés que saber batirlos. También interviene un factor preponderante, que es la suerte, y músculos que no se entrenan en los gimnasios, como la honestidad, la voluntad y la transparencia. Y en mi caso, por mi profesión, tenés que dotarlos de creatividad. Yo nunca tuve temor a arriesgar en lo creativo.
10. -¿Por qué se hizo hincha de Racing?
-Mi papá era de Racing por mi abuelo y lo de mi abuelo es un misterio: fue un gallego que vivió cerca del estadio de River y no sé por qué se hizo de Racing. El primer jugador que me impactó al verlo de cerca fue Ezra Sued, en el Viejo Gasómetro, cuando Racing hacia de local en diferentes estadios mientras construía el Cilindro y mi papá tenía la platea pegada al campo de juego. Fue una delantera tremenda la que ganó el primer tricampeonato en el profesionalismo, en 1949, 50 y 51: Salvini o Boyé, Méndez, Bravo, Simes y Sued. Esa delantera era un deleite.
11. -¿Viajó a ver al equipo de José a la final con el Celtic?
-A Montevideo no fui, pero sí seguí mucho a ese equipo por todas las canchas del país. Viajé bastante a Rosario, iba a la popu con mis amigos, pero nunca me metí en la barra. Te comías un pedazo de pizza, ¡había que tener estómago para comértela y después a alentar a Racing! Ese equipo de José tenía una mística impresionante, el adversario entraba como achicado, había tipos de mucha personalidad: Basile, Perfumo, Cejas, Maschio con su halo de calidad después de haber brillado en Italia… Y era un equipo muy ofensivo, que iba para adelante. Igual, creo que el del 49-51 era mejor.
12. -Esa Intercontinental que ganó Racing se vivió como un triunfo del fútbol argentino, ¿no?
-Claro, fue la primera de un club argentino. Estuve en la cancha de Independiente cuando unos días después de ganarle al Celtic, a Racing le tocó jugar allí y toda la platea de Independiente se paró para aplaudir al equipo de Racing. Lamentablemente eso después se fue degenerando, el respeto en la sociedad en general se fue al demonio.
13. -¿Cuándo se produjo ese cambio?
-Yo ubicaría la decadencia en los estadios a partir del Mundial 78. En los años 80 ya empezó el choreo en las tribunas y las barras se hicieron fuertes. En mi época había puteadas y, como mucho, trompadas. Yo me he peleado a la salida, en los colectivos, en el tranvía, era la pasión. Y terminaba ahí. Creo que el fútbol es un espectáculo único: si vos vas al teatro y no te gusta la obra, lo que hacés es no aplaudir y punto, ¡no le tirás un piedrazo a los actores!
14. -¿Es cierto que la cancha de Racing iba a estar en Retiro?
-Así es, donde está hoy el Sheraton y antes había un parque de diversiones (el Parque Japonés), pero Ramón Cereijo parece que lo convenció a Perón de hacerlo en Avellaneda. Racing es de capital, si tiene su sede en Villa del Parque, por eso Independiente tiene más hinchas en Avellaneda y Racing más en capital. Hay siete mil versiones de por qué lo convenció, pero no lo sé en concreto.
15. -¿Perón era hincha de Racing o de Boca?
-Perón no era del fútbol, creo que el único deporte que a Perón le interesaba verdaderamente era la esgrima. También le gustaba ver boxeo. Ramón Cereijo, su ministro de economía, era de Racing, y quizás Perón le agarró cierta simpatía por ese motivo.
16. -¿Quiénes son para usted los tres máximos ídolos en la historia de Racing?
-Tendría que poner al símbolo del tricampeón 49-51, y Tucho Méndez y Llamil Simes marcaban la diferencia. Después elegiría al Coco Basile, porque fue el gran caudillo del Racing de José y pudo atraer a su alrededor al resto sin la sutileza de su juego, y más tarde como técnico logró el ascenso y ganó la Supercopa. Y Diego Milito, emblema del Racing moderno y campeón en dos ocasiones.
17. -¿Sus hijos y nietos son todos de Racing?
-Tengo cinco hijos, siete nietos y un bisnieto. Es notable la diversidad de profesiones en los nietos: hay médico, psicóloga, ingeniero agrónomo, ingeniero industrial, teólogo, abogado y economista. Los primogénitos de la familia se llaman todos Fernando. Yo le puse así a mi primer hijo y él hizo lo mismo con el suyo, como había hecho mi padre conmigo. Para arriba del árbol genealógico debe haber ocho Fernando Marín más. Mis hijos son todos de Racing y van seguido a la cancha con mis nietos. Hay un solo nieto de River, porque el padre es de River. Su abuelo, o sea mi consuegro, era Oscar Furlong, campeón del mundo de básquet en 1950, muy buen tenista y capitán del equipo de la Copa Davis cuando yo produje mi primera Copa Davis. Su hijo estaba casado con mi hija, hablábamos mucho con Oscar.
18. -Cinco hijos, siete nietos, un bisnieto, ¿cuántos matrimonios?
-Me casé tres veces. Debo ser amante del matrimonio, considero a la mujer un ser que está dos o tres escalones por encima del hombre y tiene una serie de virtudes que al hombre le cuesta equiparar. Creo que la mujer en el fondo es más fiel que el hombre. Mi actual esposa es Anabella, 30 años menor que yo, con ella no tuve hijos. Por suerte, se llevan muy bien las tres. De hecho, hemos pasado varias navidades juntos, se saludan para sus cumpleaños. Muchos se sorprenden por esa situación, yo no, tendrá que ver con mi honestidad o con el respeto que siempre mostré hacia ellas. Lo cierto es que tampoco nunca hice nada para que se quieran entre las tres.
19. -¿Dónde festeja sus cumpleaños?
-Yo celebro vida, así que mis cumpleaños me gusta festejarlos con toda la familia: hijos, nietos, yernos… Hicimos viajes maravillosos. Cada cumpleaños organicé un viaje distinto: recorrimos el sur y el norte del país, estuvimos en Europa, en Sudáfrica, llegamos a ser 18. Y por supuesto invito yo, porque es mi cumpleaños. Se complica a medida que se van casando los nietos y aparecen otros compromisos.
20. -¿Siempre fue de clase alta?
-Mi familia era típica de clase media: mi papá estudió y trabajó toda su vida en el banco que en ese entonces era N°1 del país, el Banco de Italia y Río de la Plata, durante 48 años. Comenzó como empleado, y llegó a ser director. Era obsesionado y apasionado por lo que hacía, llevaba siempre trabajo a casa. Yo fui a un colegio del estado subvencionado por el Jockey Club, y ahí se mezclaba todo tipo de target social. Fui compañero del Negro Emilio Melón, que jugó en la Primera de River y de Huracán, de Martín Pando, que jugó en Argentinos y en River. Con mis amigos del barrio fundamos un club, donde hoy está el Solar de la Abadía, y que entonces era una fábrica de gas. En esa cortada jugábamos al polo en bicicleta, al fútbol y poníamos una especie de tarima y hacíamos boxeo. Yo tendría unos 12 años y llegaba al colegio a caballo.
21. -¡¿Al colegio a caballo?!
-En diagonal a mi casa había un stud, el de Pedro Pablo Ferro. Me apasionaban los caballos, a tal punto que el primer caballo que monté no fue un petiso del zoológico sino un puro de ese stud, porque me hice amigo del capataz. Como el colegio estaba en avenida del Libertador, me despertaba a las 6 de la mañana, y el capataz me llevaba montado en un puro, porque los caballos iban al hipódromo a entrenar. Cruzaban Olleros, el vigilante que estaba en una garita cortaba el tráfico, porque no había semáforos, y yo ingresaba con los peones todos los días. Después, era el primero en llegar al colegio y casi siempre izaba la bandera. Mi mamá creía que me iba temprano porque quería izar la bandera y lo que quería, en realidad, era montar a caballo.
22. -Después fue campeón nacional de salto.
-Antes había novicios C, B y A y en el 68 gané el campeonato de la B. Creo haber sido un jinete discreto que llegó a la primera categoría y me divertí mucho. Mi padre no me iba a ver nunca, quizás porque se llevaba mucho trabajo a casa, y el día que gané el campeonato en la Rural, cuando saltaba las últimas vallas, llegué a divisarlo y me emocioné tanto que me costó terminar el recorrido. Lo hice entre lágrimas. Después, de grande jugué al polo. Con mi equipo, el Jockey Club Mis Marías, ganamos varias cosas, como el campeonato Metropolitano, un Mundialito y hasta la Copa de Honor en Palermo, una copa excepcional ajena a mi nivel de juego. En el deporte tuve hitos que no estaban acorde con mi calidad y mi talento, pero practiqué muchas disciplinas con pasión.
23. -¿Jugaba al fútbol?
-Sí, hasta me fui a probar a escondidas a Excursionistas en tres ocasiones. Me pegaron mucho y no quedé. Yo jugaba de 9, no tenía mucha habilidad, pero sí ubicación. En el colegio era insustituible, metía muchos goles. En los clubes es otra cosa. En el barrio jugábamos en la placita de Olleros con tipos como Pando y el Negro Melón. De hecho, seguí jugando al fútbol hasta los 70 años. En Mis Marías, mi quinta, se armaban campeonatos con jugadores que habían sido profesionales. Venían Domenech, el Nene Commisso, Pepe Castro, Mario Gómez, Reggi. Al final había asado y se entregaba la copa La China. A mí mamá le decían la China, y en la entrega de premios mi vieja cantaba unos tangos. El césped era privilegiado, había lista de espera para jugar ahí.
24. -En Mis Marías se entrenaba Racing cuando usted fue el gerenciador, ¿no?
-Exactamente. Compré esa quinta en el 70, está en Escobar, y como mi mamá se llama María, mi primera mujer era María y mis dos hijas son María Florencia y María José, entonces le puse “Mis Marías”. Es mi rincón en el mundo, a pesar de haber tenido uno de los mejores haras del país en Exaltación de la Cruz, volví a Mis Marías y allí terminaré mis días. Tengo dos canchas de fútbol, vestuarios, una cancha de tenis donde entrenó el equipo de Copa Davis prácticamente con el mismo piso que la del Buenos Aires Lawn Tennis, porque la hizo el padre de Tito Vázquez, que era un fenómeno. Ahí empezó a entrenar Racing cuando estuve en el club, vino la Selección de Colombia cuando se preparaba para el Mundial de Brasil, estuvo Tigre, Argentinos Juniors, entre otros, ahora se entrena Ferro. Como es una calle cortada, sólo escuchás los pajaritos. Y cuidamos muy bien las canchas. Tengo la suerte de ser muy amigo de los Zuculini y el padre de ellos administra Doble Cinco, que es otro centro pegado a Mis Marías. Ese es más futbolero, el mío es más boutique.
25. -El deporte le dio muchos amigos, por lo que veo en varias fotos.
-Mucha gente con la que mantengo un gran vínculo, sí, pero lo más importante para mí es conservar tres amigos de la niñez a los que sigo viendo: Nicolás Dilernia, que también estuvo en Racing; Argentino Molinuevo, múltiple campeón de salto, abogado, y al que acerqué al comité de disciplina de la AFA y Teddy García Mansilla. Y después tengo un amigo mucho más joven que yo, al que dentro de una habitación le puedo decir todo y él a mí, pero cuando se abre la puerta lo respeto como institución porque fue presidente del país. Hablo de Mauricio Macri. Lo conocí a fines de los 70.
26. -¿Qué tuvo que ver con las peleas de Carlos Monzón?
-Producía las peleas para la televisión: era un convenio triangular entre el Luna Park, Canal 13 y Hit producciones, que era la empresa donde mi cuñado era el presidente. Hice casi todas las peleas, menos la primera con Benvenuti y alguna más, viajé mucho con ellos. Afuera del ring, Monzón era un tipo manso. Al principio lo veía como primitivo, después se fue puliendo.
27. -¿También era un winner fuera del ring?
-Sin dudas. En Europa, con un smoking puesto y en silencio, Monzón era un atractivo extraordinario para las mujeres. Podía elegir. Una vez, fuimos después de una pelea en Mónaco a un lugar emblemático en el Principado llamado Jimmy’z, entró Monzón y había una doble fila de las mejores modelos que caían como desparramadas a su paso, y nosotros veníamos detrás y ese residual era nuestro (risas).
28. -¿Cuánto tiempo hizo la Copa Davis?
-Desde 1977, la mayoría, hasta 2008. Eran coproducciones con la Asociación Argentina de Tenis. En un momento hicimos una importante inversión, cuando estábamos en segunda, y no solo terminamos ascendiendo sino jugando la final en Mar del Plata, que perdimos, lamentablemente.
29. -¿Qué pasó en esa final de 2008?
-Creo que hubo errores de todo tipo, desde falta de madurez hasta no absorber a un Del Potro sin experiencia y que en algún caso fue destratado. También pienso que hubo una subestimación al rival al saberse que no venía Nadal. Los celos jugaron su rol, pero faltó la seriedad de tomar el acontecimiento como lo que era, una final de Copa Davis. Siempre se habla de equipo, pero el tenis es un deporte netamente individual. Solamente vi un verdadero equipo en la primera Copa Davis que hice, con Oscar Furlong de capitán, con Vilas ya convertido en fenómeno, un Clerc que surgía, y con Cano, excepcional profesional y persona, y Lito Álvarez como doblistas.
30. -¿Cómo era Vilas fuera del court?
-Vilas le cambió la cara al tenis. El tenis de blanco, que fue el tenis de Enrique Morea, un señor con mayúsculas, Vilas lo transformó en tecnicolor, para usar una palabra antigua. Después, así como Gabriela Sabatini es una de las mejores deportistas argentinas de la historia y es amorosa afuera y adentro de la cancha, Vilas afuera de la cancha prácticamente no te saludaba.
31. -¿Cuándo conoció a Florentino Pérez?
-En una semifinal de Copa Davis en Málaga, año 2003. Estábamos con el presidente y el vice de la Asociación Argentina de Tenis en el palco de honor y llegó Jorge Valdano con Florentino Pérez y vimos los partidos juntos. Lo volví a encontrar en el River-Boca de Madrid, donde fui invitado por la Conmebol, y Florentino me reclamó aquella foto del 2003. Con Valdano tomé una relación cercana, que sigo teniendo. Pensamos ideológicamente distinto en muchos aspectos, pero eso es solo un detalle.
32. -Volvemos a Racing: ¿cuándo y por qué le surgió la idea de agarrarlo?
-En una oportunidad, año 1983 u 84, Racing venía de mal en peor, todo el mundo te cargaba, los pibes de Racing en el colegio se escondían y mi padre, que ya estaba un poco enfermo, me dijo: “Fernandito, ya que te va bien, ¿por qué no arreglás a Racing?”. Yo tenía muchas personas trabajando a mi cargo, llegué a tener 800 empleados entre radio Belgrano, radio Splendid, Canal 11, Canal 9, eventos y producciones. Quedó ahí, pero un día, en 1998, andando a caballo por Mis Marías, porque cuando quiero pensar cosas nuevas me voy a caballo para el río Luján, apareció la voz de mi viejo pidiéndome eso. Y empecé a tramar el ingreso: fui a ver a García Cuerva, el interventor, luego al juez Gorostegui y ahí arrancó la idea.
33. -¿Qué le dijeron su familia y sus amigos?
-No entendían muy bien de qué se trataba lo que yo llamaba “concesión” y el periodismo llamó “gerenciamiento”. Después de la frase lapidaria de la síndico Ripoll de que Racing había dejado de existir era re institucionalizar al club en 20 años. Mi objetivo final, el que yo soñé, era que en los primeros 10 años pagáramos todas las deudas y en los siguientes 10 años los inversionistas tuvieran su rentabilidad legítima. Y que después de esos 20 años, que se cumplieron hace poco, llamáramos a elecciones y pudiera presentarme.
34. -¿Cuánto dinero pusieron?
-Unos 21 millones de dólares. Apareció De Tomasso, a quien yo no conocía, y a través de un familiar que trabajaba en un banco conocía a un árabe, y como iba a hacer elecciones en Argentina, este árabe quería conocer a Menem para invertir en el país, y puso una parte importante de la plata, 8 millones. Mi suegro de entonces puso más aun, yo también aporte otra parte de dinero y a Mis Marías de garantía. Y se perdió todo.
35. -¿No recuperó dinero con la venta de jugadores?
-No, fue una locura lo que hicimos, con el país a punto de explotar en 2001. Antes de gerenciar le habían dado la espalda a Racing el grupo Hicks, Turner, todas las grandes, y nosotros le pusimos el pecho. Era inviable el negocio, llenábamos la cancha y perdíamos plata igual. ¡Salimos campeones después de 35 años y festejamos con Guaraní de Paraguay! No es por desmerecerlo, pero no pudimos traer un equipo de Europa, que era nuestra idea. Argentina ardía, yo perdí mi casa, porque me pareció ético ponerla de garantía, perdimos mucha plata, y acá los únicos que cobraron gran parte de lo que les debían fueron Lalín, entre otros, y todos los jugadores que estaban en la quiebra. Cobraron en cuotas, pero cobraron. Nosotros llevábamos pagado más del 60 por ciento de la deuda cuando me tuve que ir.
36. -¿Cuánta plata perdió usted?
-Perdí la casa, que después tuve que recomprar. Los valores de las casas son fluctuantes, pero habré perdido entre 4 y 5 millones de dólares, mi suegro como dije antes, más aun, y el árabe perdió los 8 que puso, y al final ni vino al país, vino un segundo de él.
37. -Insisto: al vender a Mariano González, por ejemplo, ¿no recuperó?
-No, para vender a un jugador, cosa que la saben muy pocos, teníamos la obligación por contrato de publicar dos edictos, uno en un diario de Capital y otro en uno de provincia por el mejor valor, y si no aparecía ninguna oferta, debía publicarse nuevamente a los 15 o 30 días. Nadie mejoró la oferta y lo vendimos en 800 mil dólares, me dijeron que era un ladrón. Vendí a Milito en 2 millones y medio y lo mismo. En ese momento vinieron el papá y la mamá de Diego para decirme que tenían ofertas, que se le abría un campo en el exterior, y es lógico que los jugadores se quieran ir para progresar. Antes, lamentablemente, no existía el derecho de formación. Pocos recuerdan que lo primero que hice fue volver a poner a Racing en el mundo, traje una petrolera brasilera a quien le vendí la publicidad en la camiseta, hice la cancha auxiliar, porque Racing no tenía cancha auxiliar, había una playa de estacionamiento ahí. También me putearon por eso. Construimos la casa de Racing para los chicos de las inferiores, que fue un modelo único en su género, con nutricionista, chef, profesores de inglés... Y la edificamos donde había una borrachería, “El Hongo”, donde ocurrían toda clase de delitos.
38. -¿Eso lo hizo en el predio Tita?
-No, no, a mí me quisieron hacer ver como enemigo del predio Tita y nada que ver. Cuando llegué, en Tita se colgaban de la luz de al lado y había aguas estancadas y olor a podrido. Hicimos tres canchas, pusimos los alambrados, el agua potable, remodelamos los vestuarios, instalamos un gimnasio, etcétera. Yo llevaba al plantel de primera a entrenar a Escobar, que era un ámbito de jerarquía, donde alternaban también las divisiones inferiores. Por primera vez en el club llevamos a la octava y a la novena división a Irlanda e Inglaterra, donde se ganó la Milk Cup.
39. -¿Se enfrentó a la barra brava?
-En ese momento en la barra estaban Jaimito, el Paraguayo, Diente, Huevo grande, Huevo chico, era bravísima. Los enfrenté, sí, los tuve mano a mano cuando me vinieron a prepotear y preguntarme si era guapo. Les contesté: “¿Qué? ¿Me van a matar? Dale, mátenme”. Un inconsciente. Pero quedó ahí, después no hubo más problemas.
40. -¿Tuvo que aflojar dándoles dinero?
-Nunca puse un centavo, sí les daba un cupo de entradas cuando jugábamos de visitante, y en Avellaneda le abríamos la puerta a La Guardia Imperial. Eso solo. Y no tuve problemas. De hecho, la primera cancha en la que se sacaron los alambrados fue la de Racing y bajo mi gestión: los sacamos en ambas cabeceras y no tiraron ni una piedra. Mi hija Florencia fue la que se encargó de abrir la cancha de Racing la tarde en que fuimos campeones en Vélez. Y tenía trato con la barra. Florencia tuvo cáncer, hoy es evangélica, y maneja cuatro hogares en el Tigre con casi 100 chicos a los que rescató de la calle. Indudablemente sabía tratar con ellos.
41. -¿Es cierto que apenas piso a la AFA usted preguntó: “Cuánto cuesta ganar un campeonato”?
-Eso es un disparate más grande que una casa. Nunca en mi vida puse un centavo espurio adentro de la AFA. Sí te puedo contar que vinieron 100 veces a decirme si quería hablarle a un árbitro o a un línea para favorecer a Racing. Siempre contesté que no quería nada.
42. -¿Grondona tiró en contra de Racing en su mandato en la AFA por ser hincha de Independiente?
-Ya después de unos años, Grondona era hincha de la selección y buscaba que le fuera bien al fútbol argentino, no tengo dudas de eso. Respecto a Racing, se puso contento por el título y me lo dijo. El fútbol argentino necesitaba que Racing fuera campeón. Es un club emblemático, y más allá de los 35 años, venía de estar nocaut, en la quiebra, con gente que le robaba lo poco que tenía. Sus últimas cinco presidencias habían sido caóticas.
43. -¿Su técnico era Basile para arrancar en Racing?
-Eso se dijo, pero es mentira. De arranque yo no quería un técnico con mochila de Racing, porque iba a buscar revancha, y eso no me cerraba. Yo buscaba a un tipo absolutamente ajeno a Racing, y me entrevisté con varios. El que a mí más me llegó, porque tenía hambre y el overol puesto, fue Merlo. En agosto le dije: “Si a fin de año el juez autoriza el gerenciamiento y vos no hablás media palabra, vas a ser el técnico de Racing”. Y así fue.
44. -¿Por qué se le ocurrió Merlo?
-Porque Jorge Berrio, un defensor central que había sido suplente en River y luego siguió su carrera en Chile, me había sugerido a Manuel Pellegrini y a Merlo. Pellegrini no había llegado al país, era ingeniero, de clase media alta y pensé: “Si nos juntamos dos rubios de ojos celestes en un gerenciamiento, nos van a incendiar”. Vi que Merlo tenía más historia del fútbol argentino, lo noté con hambre y con el overol puesto, no tenía mochila de Racing y fui por él.
45. -Cuando faltaban tres fechas, perdían contra River en el Cilindro, ¿tuvo miedo de que se le escapara el campeonato?
-En la cancha de Racing siempre vi los partidos como un hincha casi desaforado dentro del palco, ahí puteaba a los árbitros, a los jugadores, a todos, me agarraba la cabeza, me permitía eso. Con el vidrio cerrado, claro. Y de visitante me comportaba como presidente, por educación. Sigo viviendo el fútbol con gran intensidad frente al televisor, sigo sufriendo por Racing. Esa tarde lo viví con esa intensidad, y cuando vi que Bastía se acercaba a la pelota, pensé “que no patee”. Por suerte tuvo la claridad de dejar que lo hiciera Bedoya. Después, sufrí muchísimo con la última, el gol que se perdió Cardetti, cuando los hinchas habían prendido las bengalas. Campagnuolo nunca se enteró dónde estaba la pelota. Me lo volvió a contar hace unos meses, cuando nos juntamos por los 20 años del título. Lo organizaron los jugadores y fui el único dirigente que estuvo. Que me invitaran vale oro para mí, es lo que sintieron. Esa es la que vale, mucho más que los que te putean.
46. -¿Era duro para discutir premios con los jugadores?
-No había discusiones fuertes, pero no te olvides que estábamos atravesando la peor crisis de la historia de nuestro país y tuve que hacer magia para salir adelante. Yo hablaba con Úbeda, que era el capitán, y un tipo serio. Con el que más discutía, pero después lo terminé queriendo y al otro día en el festejo lo tuve a upa, fue el Chanchi Estévez. Era renegado, llegaba mirando para abajo y no saludaba, refunfuñaba. Bastía era cortante, muy amigo de Merlo. Yo no era amigote de los jugadores, siempre traté de mantener una distancia natural con una confianza fluida. A mis jefes siempre los vi jefes, respeté mucho las instituciones y las jerarquías, y marcaba una distancia por naturaleza, pero también tengo una cuota de reo porque nací en un barrio, jugué al fútbol en la calle y me agarré a trompadas en serio.
47. -¿Cuál fue la influencia de Merlo en ese título?
-El 50 por ciento, mínimo. Era un tipo que inspiraba y contagiaba fervor, más allá de su calidad de técnico. Y tenía al lado a un hombre muy callado y a la vez muy inteligente, muy sutil, que era Daulte. Y a Castilla, que dios lo tenga en la gloria, que era un preparador físico extraordinario.
48. -Salieron campeones más rápido de lo que usted imaginaba.
-Desgraciadamente salimos campeones muy rápido, sí, hubiera sido mejor si decolábamos carreteando, pero salimos como un Sputnik de golpe para arriba. Nos salvamos de la promoción en el primer torneo, fuimos campeones en el segundo y en el tercero veníamos bastante bien hasta que perdimos sobre la hora ese partido increíble contra River, con ese tiro libre que tocaron cinco veces la pelota y terminó con gol de Cuevas. Al poco tiempo, Merlo vino a verme a Punta del Este, y me dijo que necesitaba jerarquía, y que pretendía un sueldo totalmente distinto. Le contesté: “Te traje a Racing cuando ni lo soñabas, ahora te sacaste el overol, vos estás loco”, entonces Merlo me dijo: “Mirá que si no, me voy”. Y yo le respondí: “No es que te vas vos, yo te voy a decir que te vayas”.
49. -¿Había una disputa de egos con Merlo?
-Después de haber vivido 30 años con muchísimos artistas y deportistas de elite y que esos artistas y deportistas que firmaban autógrafos eran quienes me proporcionaran ganancias, ¿cómo Merlo iba a darme celos? Todo lo contrario. Además de haber sido yo el que lo había elegido, su triunfo era el mío. En su momento llamé a Merlo y reestablecimos nuestra relación, y si en este momento entrara, nos daríamos un abrazo. Tengo un gran agradecimiento hacia él. Se rompió el alma por Racing. Y como entrenador pasó a la historia del club. Ahora, ¿quién lo trajo a Merlo? Nadie me insinuó que lo contratara. Y me puteaban en japonés en los primeros meses.
50. -¿Quién fue el DT que más le gustó de los que tuvo?
-Con Ardiles el equipo jugó muy bien y tenía un patrón de juego. Es un tipo muy inteligente, realmente valía la pena. Soy un agradecido a todos los técnicos que tuve, y con cualquiera de ellos con que me encuentre me daría un abrazo afectuoso, no tengo dudas.
51. -¿Ariel Ortega estuvo a punto de ser jugador de Racing cuando salió de Turquía?
-Si, es verdad, tengo una carta manuscrita del propio Ortega solicitándomelo. Fuimos con el Burrito en mi auto a la estación de servicio de Grondona y nos reunimos los tres para que Julio me diera la autorización y de golpe, por arte de magia, me llamaron y me dijeron que no se hacía. No sé qué pasó en el medio, no soy detective para averiguar.
52. -Cuando fue a buscar a Simeone para que se retire en Racing, ¿ya lo pensaba como futuro entrenador?
-El Cholo jugaba en el Atlético de Madrid y lo fui a buscar a España. Lo tenía en la cabeza para que terminara su carrera en el club, porque era hincha de Racing y también una estrella. No me costó mucho convencerlo, tuvimos una empatía directa de entrada, sus padres estaban contentos de que volviera al país. Después, se comenzó a caer la estantería y el preparador físico le dijo que no iba más. Yo quería que aguantara un poco, pero ya se habían ido un par de técnicos por los resultados, entre ellos Teté Quiroz, me insultaban los tipos que eran amigos, era todo muy desagradable, así que le propuse al Cholo que fuera el director técnico.
53. -¿Tampoco le costó convencerlo para que cambiara de función?
-Lo invité a Cholo con su mujer y sus hijos al haras, estuvimos jugando a la pelota con Giovanni, con sus hijos y los míos, con los peones del campo, y en un momento le dije: “Mirá, Cholo, te tengo que pedir algo”. Me contestó: “Sí, ya sé, y le voy a decir que sí”. Entonces le aclaré: “Vas a ser el técnico”. Me preguntó cuántas fechas tenía para prepararse y le respondí que debutaba el domingo siguiente. Casi se muere, él quería tomarse un tiempo, preparar el cuerpo técnico, llamó a Almeyda, y como no estaba pasando un buen momento, le dijo que no, y eligió a Vivas. Debutó contra Independiente a los pocos días y perdimos 2-0 en el Cilindro con dos goles del Kun Agüero. Y recién pudimos ganar en el séptimo partido del Cholo.
54. -Ese día encima invitó al presidente de Independiente al palco.
-Sí, a Comparada y a Perico Pérez, que era el mánager. Mi idea era mostrar el espíritu europeo de los dos presidentes mirando juntos el partido y bajar un mensaje de paz. Y al final lo que tuve que bajar fueron los vidrios del palco porque empezaron a insultarme y a tirar piedras. ¡Tipos a los que yo invitaba me agredían en la cara! Fue horrible, me tuve que ir antes. Llegué al auto y estaba abollado, me retiré con tres patrulleros, y ahí me planteé: “¿Dónde estoy?”. Un rato después, vinieron a la puerta de mi casa 100 o 200 tipos a putearme, a tirar panfletos con caricaturas mías que decían “chorro”. Ahí empezó la podredumbre, así lo viví. la política nacional estaba metida y querían tomar el control de Racing.
55. -Sufrió amenazas.
-Viví momentos horribles, las amenazas por teléfono eran permanentes, me decían “vamos a matar a tu hijo, va a tal colegio en tal horario”. De la policía metropolitana me llamaron y me ofrecieron custodia. Acepté y así los llevaba al colegio diariamente. Fue espantoso.
56. -¿Cómo se terminó dando su salida del club?
-No me la hicieron fácil tampoco, eh. Pude hablar con Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del mundo, cuando vino al país. Me contactó con su yerno, que era el presidente del club Pumas, viajé varias veces a México para negociar y que ellos tomaran la mayoría de Blanquiceleste mientras yo quedaba con una posición minoritaria, permaneciendo al frente del club y respetando las obligaciones contractuales asumidas. Cuando tenía todo prácticamente acordado, un amigo me cito a desayunar en el Hotel Embajador y me recibió con un tipo, al que no conocía, que se presentó como Carlos, solo con el nombre. Cuando le pregunté el apellido, me respondió: “no tiene importancia, pero olvídese de la operación que está haciendo”. Le dije: “Esto es un mensaje mafioso”. Su respuesta fue: “Tómelo como quiera”. Me levanté y le dije: “No sé quién lo manda, pero usted es una mierda”. Y me fui. Dejo constancia que una de las empresas del grupo Slim, a través de su presidente, me llamó cordialmente para informarme que por distintos motivos la operación no se realizaría. Comportamiento de señores.
57. -¿Cómo terminó la historia?
-A los pocos días apareció un tipo muy allegado, quien para mí no tiene más “cédula”, y me dijo que De Tomasso me quería comprar Blanquiceleste. Conste que a esta persona la había separado hacía tiempo de todo tipo de injerencia en las decisiones de la sociedad. Sabiendo que se veía, sin mi conocimiento, con Mostaza, jugándome por la espalda. Bueno, lo demás es historia conocida. De Tomasso compró y llevó a Merlo nuevamente al club, declarando que su historia sería comparable con la de Ferguson... Volviendo a mi salida, se suscitaron situaciones que me obligaron a vender mi participación mayoritaria, pagándome una cifra ridícula que incluía un terreno en Chacarita, cuyo valor de venta fue de 35 mil dólares. Eso fue lo único que recuperé de la cifra millonaria que garanticé y perdí.
58. -¿Se arrepiente de haber agarrado Racing?
-Fue horrible todo lo que pasó en esos meses finales, pero nadie me quita, y esto quiero que quede bien claro, nadie me quita el sabor a dulce de leche de haber recuperado a Racing contra la frase totalmente cierta de la síndico Ripoll: “Ha dejado de existir Racing Club Asociación Civil”.
59. -¿Si no fuera por los 21 millones de dólares que pusieron, Racing hoy no existiría?
-Yo creo que no, salvo que viniera Robert De Niro o cualquier otro y hubiera puesto esos 21 millones.
60. -¿Qué le dijo Grondona cuando se fue de Racing?
-Tenía un buen vínculo con Grondona, siempre me decía que yo era un tipo distinto. Una vez vino Havelange a saludarlo y me pidió que lo acompañara a un almuerzo porque quería que me conociera. Cuando me fui de Racing me mandó una carta escrita de puño y letra en la que hablaba de mi dignidad y de que con errores y aciertos era un hincha legítimo de Racing. Con Grondona me reunía en el corralón de Sarandí, que era donde recibía a los de mayor confianza. Estaba la AFA, la estación de servicio y el corralón. Y el corralón era el VIP, ahí iba muy poca gente.
61. -¿Grondona quería que le fuera bien a usted para permitir el ingreso de las Sociedades Anónimas al fútbol argentino?
-No me consta, en todo el mundo existían las inversiones privadas y la realidad es que, en el fútbol argentino, al menos en mi época, el 80 por ciento de los clubes eran sociedades anónimas encubiertas, porque los verdaderos activos, que son los jugadores, eran de grupos empresarios. Todo era una mentira, todo esto era una mugre. Y yo tenía que bancarme que vinieran 200 tipos a putearme a mi casa. Además, te dicen “vos no sos un tipo del fútbol”, y yo me pregunto, “¿qué es ser un tipo de fútbol?”. Lo que son distintas acá son las honestidades. Acá, el tipo que no es honesto duerme bien, aunque se lleve el 30 por ciento de un jugador que no le pertenece. Esta es la podredumbre del fútbol a la cual me refería.
62. -¿Eso sigue pasando ahora?
-Ahora yo estoy cerca y lejos del fútbol a la vez. Pero cuando te dicen que los clubes acá son asociaciones civiles sin fines de lucro, como si habláramos de la santa sede del Vaticano inmaculada, hay una gran hipocresía y un gran cinismo. Porque hay clubes que son manejados como sociedades por señores que son los verdaderos dueños. Me parece una barbaridad, los socios deberían tener la oportunidad, por asamblea, de determinar si quieren que su club se transforme en una sociedad anónima o en una concesión temporaria, ¡si el objetivo es salvar al club! Ahora, vos me decís River, Boca o Racing hoy reestablecido es utópico que algún día sean sociedades anónimas, pero en el caso de Racing, no podía seguir 48 horas más. Con el sentimiento no se come. Si vos no podés pagar los sueldos de los empleados y de los jugadores, si no tenés cancha auxiliar y en el vestuario nadás adentro de la mierda, se te cae el techo a pedazos, y debés una quiebra de más de 30 millones de dólares, ¿cómo hacés para que funcione? Racing se salvó porque aparecimos nosotros; si no, era misión imposible.
63. -¿Grondona murió en el momento justo para no ir a la cárcel?
-Totalmente, creo que la muerte a Grondona lo salvó, bah, lo salvó Dios… ¿Por qué van a estar presos o procesados todos los dirigentes que estuvieron cerca de él y Grondona no?
64. -¿Disfrutó el descenso de Independiente?
-No. Si bien pude cargar a algunos parientes y amigos, creo que los clubes grandes no deberían descender nunca.
65. -¿Siguió en contacto con Simeone después de su salida de Racing?
-Sí, sigo, fui al velatorio del padre, y hace unos días le escribí por su cumpleaños (mira su celular y lee): “Querido Diego, feliz cumple, no nos vemos seguido, no somos íntimos y pertenecemos a distintas generaciones, pero me siento como si fuera de tu generación, también íntimo y además te sigo en los máximos detalles posibles. Lo que pasa es que te quiero y deseo lo mejor para vos”. Y él me respondió: “Hola, Fernando, ¿sabés que te siento de la misma manera? Soy un agradecido a vos siempre y tengo una gran admiración por tu forma de ver la vida”. Cosas lindas que a uno le quedan.
66. -¿Usted pidió por Simeone para la selección cuando se fue Bauza?
-Lo tanteé, pero en ningún momento hubo un ofrecimiento, porque yo no pertenecía a la Comisión Normalizadora. Y, además, como quería lo mejor para él, sabía que no era el momento oportuno para que agarrara.
67. -¿Qué encontró al llegar a Fútbol para Todos?
-Una plataforma política donde se robaba a mansalva: en nueve años se habían acumulado nueve mil millones de pesos de gastos sin justificación.
68. -¿Quién robaba?
-Nunca supe, no soy detective. La gestión ineficiente robaba. Decían que el fútbol era gratis y era mentira, toda una pantomima: lo pagabas suscribiéndote al cable. Era una vergüenza que un gobierno tuviera una productora con el fútbol. ¿Cómo un gobierno va a estar haciendo el fixture o discutiendo en la AFA? Es un disparate, tenía mil cosas más importantes de las que ocuparse. por eso lo primero que hice en mi gestión fue deshacer el Fútbol Para Todos.
69. -¿No es poco lo que pagan las empresas de televisión por el fútbol argentino?
-Sí, creo que es un regalo… pero es que la Argentina está de regalo. El problema no es el fútbol argentino, el problema es la Argentina. Es una vergüenza lo que está pasando en el país, acá estamos día a día destrozándolo con pico y pala. ¿Por qué queremos destruir a uno de los mejores países del mundo?
70. -¿Qué le parece la presidencia de Chiqui Tapia en la AFA?
-Lo dije ya hace un tiempo: si creen que Chiqui Tapia es un títere, se equivocan. Cuando todo el mundo subestimaba a Chiqui Tapia, no sé cómo hizo, si por la puerta de servicio o trepando por la banderola, fue presidente y lo reeligieron, entrando finalmente por la puerta principal.
71. -¿No le pareció llamativo cómo ascendió Barracas Central dos categorías en tan poco tiempo con arbitrajes escandalosos?
-¿Estas cosas las hace Chiqui Tapia o las hacen otras personas para quedar bien con Chiqui Tapia? Esa es la pregunta que hay que hacerse, me parece. Yo no creo que Chiqui Tapia levante el teléfono para llamar a un árbitro y decirle lo que tiene que cobrar.
72. -¿Qué piensa sobre el campeonato de 28 equipos?
-Es vergonzoso. Una grosería. Cuando fue elegido presidente, le dije a Macri: hay que intervenir la AFA y llamar a elecciones. Me contestó que había que intentar otros caminos intermedios que derivaron en el nombramiento de la Comisión Normalizadora que presidió Armando Pérez. Lo que sucedió es que al no estar la asamblea intervenida, la gestión de dicha comisión estaba limitada. Creo que lo que había que hacer el primer día, y se lo dije a Armando Pérez, cuando estuvo a cargo de la AFA, era que en un año descendieran seis equipos, en el siguiente dos y llegar así a los 20 equipos. O sea, realizar una operación a corazón abierto. Me dijeron que estaba loco. Lo mismo que me dijeron cuando propuse crear el estadio único de Avellaneda.
73. -¿Cómo fue lo del estadio único de Avellaneda?
-Es insólito que haya dos canchas a 200 metros, entonces propuse, en una reunión de seguridad, tirar abajo el estadio de Independiente, pintar de blanco la cancha de Racing y hacer allí la Universidad de Avellaneda, con campus incluido e instalaciones de primera línea para una universidad, rodeada además de espacios verdes, viviendas y oficinas. Se gestionaba un terreno fiscal, que ya se había conseguido, para construir el estadio único de Avellaneda. Y poníamos en el ingreso a Avellaneda un gran cartel que dijera: “Única ciudad donde conviven dos equipos campeones del mundo”. Y mejorábamos todo, y dábamos un paso hacia adelante en modernidad y seguridad. Me tomaron de loco. En la charla en que presenté la idea, estaba al lado Julio Alegre, el presidente de Estudiantes, que me pateaba por debajo de la mesa. “Estás loco, te van a matar”, me decía. Es el criterio argentino. Eso no se puede hacer, pero sí se permite que haya 60 sociedades anónimas encubiertas, donde Fulano tiene a tal jugador y Mengano a tal club. ¿Por qué no ponen todo arriba de la mesa y blanquean la situación, como lo hice yo?
74. -¿Qué piensa de Marcelo Tinelli como dirigente?
-Que nunca debió meterse en el fútbol. Tinelli le cambió la cara en forma absoluta a la comunicación televisiva argentina. Te pudo gustar más o menos, pero fue un revolucionario, un fenómeno de comunicación único. Y su nombre terminó salpicado por el fútbol sin ninguna necesidad. El fútbol debe ser como la droga para el adicto, todos se quieren volcar al fútbol. Son ambiciones legítimas de los hombres, sí, pero los hombres se equivocan groseramente a veces.
75. -¿Marcelo Longobardi es su mayor hallazgo en el periodismo?
-Lo vislumbré, como me pasó con Simeone como entrenador. Era productor, lo escuchaba cuando peleaba las notas, tenía condiciones, pero debía pulir su forma de hablar, no tan apresurado. Le dije: “Vas a conducir a partir de esta semana la mañana de Radio El Mundo”. Se quedó helado. Y luego le agregué: “Lo único que te pido es que vayas por la 9 de julio, ni por Cerrito ni por Carlos Pellegrini, así vas a durar mucho en tu vida. Y lo segundo que te pido es que nunca largues ninguna frase al aire si no está investigada”. Eso se lo fui diciendo a todos. Creo que el periodista debe ser fundamentalmente pluralista. Aunque estoy detrás de la cámara o el micrófono, soy un hombre de los medios y siempre fui pluralista, por eso tuve a mi lado a Pepe Eliaschev y a Nelson Castro, con un determinado pensamiento, y a Rolando Hanglin y Mariano Grondona en el otro extremo. Con Eliaschev tuve temor, por las amenazas que sufríamos en el gobierno militar. Fue duro.
76. -El mejor relator de fútbol que escuchó.
-No lo conocerán los jóvenes, pero por la exquisitez y su lenguaje, para mí fue Fioravanti. Y el más popular fue el Gordo Muñoz, extraordinario. En televisión me quedo con Marcelo Araujo, y Mariano Closs es el mejor de la actualidad.
77. -¿Qué periodistas le gustan de ahora?
-Me gusta Varsky, también Senosiain, pero deberían hablar un poco menos, todos deberían hablar un 20 por ciento menos. El gran error del comentarista es hablar sobre la jugada, la televisión es imagen, sus silencios son gratificantes.
78. -¿Qué no le gusta del periodismo deportivo actual?
-Que no haya investigación. Se largan noticias por chimentos, casi todos hablan en potencial, se cubren de ese modo y eso no le hace bien al periodismo en general. Después, hay muchos programas con discusiones parecidas. En un debate, si hay dos sabios, discuten; pero si hay diez sabios, es un quilombo, porque todos quieren dejar su frase célebre. Y eso pasa.
79. -¿Sigue en pie la candidatura de Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile al Mundial de 2030 que impulsó durante el gobierno de Macri?
-Dios quiera, porque se hizo mucho y se trabajó muy profesionalmente. Esta parte del continente merece organizar ese Mundial no sólo porque se cumplen 100 años del primero sino porque la región es una usina generadora de cracks que disfruta todo el mundo. Considero que aún debe haber chances, está en manos de la Conmebol, que la tiene que pelear con la FIFA. Es un enorme paso adelante que ahora la Conmebol haya abierto una oficina conjunta con UEFA en Londres.
80. -¿Qué tiene que ver usted con la Conmebol?
-Soy amigo de Alejandro Domínguez, que me parece un dirigente realmente moderno, honesto, y como hubo muy pocos en los últimos 30 años en el mundo. Es un tipo que trabaja las 24 horas buscando hacerle bien al fútbol sudamericano. Está preparado intelectualmente, tiene fortuna personal, un par de manos derechas realmente notables, una hermosa familia, habla idiomas, son unas cuantas sus condiciones. Mantengo con Domínguez un contacto frecuente.
81. -Charló unas cuantas veces con Infantino, ¿cómo lo ve al frente de la FIFA?
-Creo que cuando llovió sopa, estaba con una cuchara en la mano y aprovechó esa circunstancia (risas). Si a Infantino lo traiciona algo, es su afán de hacer de más, el “no límite”. Los límites son necesarios. El fútbol te da un poder insólito en el mundo, ser dirigente de un club grande suele ser más importante que dos ministerios juntos y ser presidente de la FIFA es casi como una monarquía. Infantino preside un Consejo que debería ser más visible y representativo, y no estaría mal que lo escuchara más.
82. -Estuvo cerca de la selección en el Mundial de Rusia, ¿qué pasó ahí adentro?
-Sampaoli no tuvo jerarquía como técnico de selección. Nunca hablé con él, sí con allegados, y realmente había un tembladeral, entonces cuando todo rebota tanto afuera quiere decir que adentro algo pasa, y ese no era un vestuario de paz. Aparte, un hombre que se altera tan fácilmente dentro de la cancha no da tranquilidad a sus dirigidos. No es lo mismo dirigir un club que una selección.
83. -¿Con Scaloni hay que quemar los manuales?
-Scaloni es como cuando apareció Travolta como actor: nadie lo tenía en ese rol e hizo el éxito inolvidable de Pulp Fiction. Es un tipo medido, yo miro su aspecto de vestuario, su seriedad, su sencillez, no es grandilocuente, sus resultados están a la vista.
84, -¿Somos candidatos en Qatar?
-Para mí vamos a ser campeones del mundo, siento eso. Es mi intuición, pero al mismo tiempo vi muchas cosas lindas: un arquero que es una maravilla, tenemos a un central fuera de serie (Cuti Romero), a un De Paul que pasa un momento excepcional, un Di María con destellos mágicos y a un Lautaro que cuando está enfocado mete todas. Y aparte de eso tenemos un dios…
85. -¿Cuál es su mayor orgullo como empresario?
-Lo estoy viviendo ahora. Que haya dirigentes deportivos, dueños de empresas, políticos y deportistas en actividad que me llamen para pedirme una opinión, un asesoramiento o un consejo, a un tipo de 82 años, me llena de orgullo. Me levanto todos los días a las 6 de mañana, trato de hacer el deporte que me permite mi físico, como nadar, jugar un poquito al tenis, también al golf e ir al gimnasio, y siempre lo hago con ganas de trabajar y con una fantasía nueva en la cabeza. Así cada día.
86. -Su mayor error.
-Al ser tan dilatada la carrera seguramente habrá varios, pero te podría contestar con una frase que usé muchas veces: “Descubrime vos los errores, no hagás que te los diga yo, me los hacés recordar y me pone triste” (risas). A lo mejor intenté diversificar mucho cuando tenía el oro en la mano, como con el Chavo, Cantaniño o FM Horizonte y no haber podido convencer a Juana Molina para que continuara. Me encantaría que regresara de mi mano. América 92 fue una exposición que adelantó diez años la urbanización de Puerto Madero, pero por razones políticas tuvimos un quebranto importante, casi podría denominarlo mi mejor producción y mi peor negocio.
87. -¿Cómo se define políticamente?
-Soy un tipo absolutamente de centro, creo que la social democracia bien llevada es el mejor punto de equilibrio de un país. Tuvimos distintos gobiernos, civiles y militares, y estos últimos querían imitar burdamente a Perón, un populista que marcó a fuego a la sociedad argentina, y aún hoy se padece su legado. La clase alta y dirigente no supo limitarlo y, en lugar de acercarlo estratégicamente, lo enfrentaron con golpes sistemáticos cívico-militares, en muchos casos imitando mal su perfil. Claros ejemplos fueron Rojas, Lanusse, Onganía y ni hablar de Massera y Galtieri, que junto al excanciller Costa Méndez provocaron una de las atrocidades más dramáticas de la historia argentina. Tampoco supieron absorber a Evita, que amaba el lujo y la ostentación y, al rechazarla, exacerbaron en ella su resentimiento. Un párrafo aparte merece el sindicalismo, que habiéndose iniciado como primer eslabón de Perón con Cipriano Reyes, se fue deformando y adquirió un protagonismo político, enquistándose en el poder y provocando enfrentamientos que tiñeron de sangre al país como los ocurridos entre la Triple A y Montoneros/ERP, todos fabricados en el mismo “laboratorio”. Ambos extremos son detestables. Tuvimos gobiernos civiles con inicios promisorios como los de Frondizi, Illia, Alfonsín y Menem, que la misma sociedad fue aniquilando.
88. -¿Cuál fue el mejor presidente argentino, para usted?
-Es difícil elegir a uno, porque en Argentina fueron partes: el primer gobierno de Menem fue bueno, el segundo fue un desastre, cuando se volcó al cholulismo con su amigo Sofovich y comenzaron las fiestas en Olivos. Ahí se pudrió todo. Alfonsín, a quien titulan como el padre de la democracia, terminó destrozado, y si no muere, no se hablaría de él como se habla hoy. El nuestro es un país “velatorista”, si se me permite el barbarismo. Lo mismo ocurrió con Kirchner: estaba destrozado, se murió y pasó a ser santificado. Parece que todos se hacen buenos después de morirse. El nuestro es un pueblo sin memoria.
89. -¿Cómo evalúa la presidencia de Macri?
-Tuvo muchos más aciertos que errores. Le hago una crítica fundamental, que se la dije: no haber anunciado, al día de asumir, que le entregaban una granada con una mecha de dos centímetros, que le iba a explotar en la mano si no se tomaban decisiones urgentes y dolorosas. La fundamental era hacer un ajuste importante. El famoso gradualismo provocó el error. Es natural que un mandatario se rodee de gente de confianza, pero no todos reunían la capacidad para puestos claves. En sus primeros dos años debería haber admitido más gente de otros sectores para que, aun no coincidiendo, fueran el puente para transitar con menos sobresaltos y lograr así la reelección. A Mauricio también le habían prometido que el argentino traería inversiones para obras de magnitud que relanzarían la actividad productiva y que provocaría la atracción de capitales extranjeros. Eso no sucedió y la mezquindad provocó un retraimiento en el progreso planeado. No nos olvidemos que fuera del país hay varias deudas externas, que muchas de ellas morirán en los bancos extranjeros sin regresar nunca, y puertas adentro, entre el colchón, la caja de seguridad y bajo tierra, hay unas cuantas deudas externas más. No obstante, Mauricio fue el primer presidente no peronista en concluir un gobierno democrático después de más de 70 años, reubicando a la Argentina en un lugar de privilegio en el mundo.
90. -¿Cree que Macri tendrá una segunda presidencia en el país, usted que habla seguido con él?
-Lo que hizo no solo fue meritorio, sino que está vigente la nueva coalición, en la cual es un importante referente, y seguramente volverá al poder en las próximas elecciones. Creo que hoy tenemos un Macri vigente como líder. Me encantaría que fuera un gran elector y que si todavía tiene la fortaleza y las ganas, que sea presidente en 2027. En el periodo entre 2023 y 2027 su representatividad como líder en el mundo nos dará una fortaleza inusitada. La experiencia recogida no va a ser en vano y la Argentina será en pocos años el oasis que siempre soñamos.
91. -¿Macri fue presidente de Boca para luego ser presidente de la nación, como dijo Riquelme?
-Todo hombre tiene una cuota de vanidad. El artista es el máximo, por eso Ortega y Gasset dice que entre el hombre y dios está el artista. Si sos presidente de un club y te gusta la política, ¿cómo no vas a tener otros deseos, otras aspiraciones? ¿Cuál es el descubrimiento?
92. -¿Cómo fue su relación con Néstor Kirchner?
-Cuando era gobernador de Santa Cruz, me mandaba un amigo de apellido Pugliese, que era socio vitalicio, para buscar dos entradas. Y yo le daba las entradas. Justo el día anterior a que asumiera la presidencia vino con Ginés a ver el partido que jugábamos con Olimpo en el Cilindro. Perdimos 2-0 y salimos los tres en la tapa de La Nación. Ya como presidente, me invitó un día a la casa de la provincia, y me hizo algunos comentarios, se empezó a meter un poquito más, pero yo no sentí ninguna presión. Un tiempo después me llamó y tuve un intercambio y el tema fue evolucionando para mal, se fue metiendo una clase en Racing que no era ni contra el gerenciamiento ni contra Marín, pero empezaron a correr una bola insólita de que Mauricio (Macri) era socio mío en Racing, todas barbaridades.
93. -¿Se siente poco reconocido por el ambiente?
-Hubo una etapa de la vida argentina, desde el 76 al 82, la época de los militares, en la cual evolucioné y tuve una empresa con más de 800 personas diversificada en el mundo de la comunicación: hice cine, radio, televisión, producción, promoción. Pero de la gente que se destacó en ese momento, parece que, si no se exilió, no habla nadie. Yo realicé éxitos importantes, pero me involucran dentro de un proceso, y la verdad que fui un tipo absolutamente pluralista en mis producciones. Una pauta es que me levantaron distintas producciones, entre ellas la de El Loco Chávez porque no estaba en línea con el pensamiento militar.
94. -¿Qué opina de la presidencia de Víctor Blanco?
-Que es correcta. Creo que es un hombre honesto. Fue presidente de casualidad, porque se iban cayendo en la escala sucesoria. Un día me dijo: “Mirá, Fernando, yo estoy bien con Macri, yo estoy bien con el poder”. No me gustó esa frase. Pero tiene al club ordenado y se ganaron un par de títulos.
95. -¿Cree que Diego Milito será presidente de Racing?
-No tengo ninguna duda de que Milito va a ser presidente de Racing. Y tampoco tengo dudas de que será un dirigente extraordinario. Hablo seguido con él y me gusta escucharlo. Otro tipo con el que hablo seguido y me parece valioso es el exministro Hernán Lacunza, también hincha de Racing. Me gusta esa gente fresca, distinta, que no tenga el vicio del fútbol podrido.
96. -Aunque me dijo que no, parece arrepentido de haber agarrado Racing.
-No, no, ¿sabés por qué? Porque a pesar de todo fui feliz en el fútbol por haber rescatado a Racing, porque se transformó el club. Me fue mal en una parte, perdí plata, pero me fue muy bien en otra y camino por la calle, como camina mucha gente de bien. Y otros no pueden caminar.
97. -¿Cuándo fue por última vez al Cilindro?
-Cuando me invitó Milito a su partido homenaje (2016). Ese día hubo dos tarados que me escupieron cuando me iba, le grité que eran cagones, hijos de puta, los empujé y viví un momento feo.
98. -¿Por qué no va a ver a Racing?
-Me gustaría tener mi palco y poder ir a la cancha con mis hijos y mis nietos. Le pedí al presidente Blanco que me vendiera un palco. Lo llamé 20 veces, en el gobierno de Macri lo habré visto 10 veces. Blanco dijo una vez por televisión “Marín le hizo mucho bien a Racing”. Lo tengo grabado. Listo, si le hice mucho bien y quiero comprar un palco, ¡vendémelo! No digo que me lo regales, yo jamás pedí una entrada. “Te tengo que hacer una reivindicación con un almuerzo en Avellaneda con todos los jugadores así terminamos de una vez por todas con esto, vos que le hiciste tan bien a Racing”, me dijo Blanco más de una vez. Nunca me llamó para concretarlo.
99. -Sigo sin entender por qué no va a la cancha.
-Porque no me gusta la violencia que pueda generar mi presencia y que tenga que venir la policía, y que mis hijos y mis nietos vivan esa situación de tensión desagradable.
100. -¿No le da bronca que otros dirigentes que condujeron muy mal a Racing sí puedan ir?
-Claro que me da mucha bronca que vayan a la cancha dirigentes que le robaron a Racing y yo tenga que evitarlo. Me parece injusto. Pero estamos en Argentina, lamentablemente.
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