Lágrimas y locura de los hinchas de River despidiendo a Julián Álvarez antes de su último partido y de emigrar a Manchester City

Julián Álvarez todavía no dejó River pero a los hinchas del club millonario ya los invade una amarga sensación nostálgica porque saben que al atacante sólo le resta un partido [este miércoles frente a Vélez, en el Monumental, en el desquite por los octavos de final de la Copa Libertadores] antes de viajar a Inglaterra para sumarse a Manchester City, donde será presentado el próximo fin de semana.

Álvarez, la aparición más explosiva y determinante de las divisiones inferiores de River en los últimos tiempos, siempre se mostró con perfil bajo y calidez. Así lució anoche, una vez más, en el que fue su último ensayo en el predio del club en Ezeiza antes de emigrar (la práctica de hoy será en Núñez). Como el River Camp permite cierto acceso a los jugadores que el Monumental no, aproximadamente cien hinchas se acercaron hasta allí para brindarle una de las últimas muestras de afecto a Álvarez.

La multitud fue tal que formaron una extensa -y ordenada- fila bordeando el predio y, una vez terminado el entrenamiento, el jugador de 22 años se acercó a los hinchas y aceptó cordialmente, durante más de 15 minutos, fotografiarse, firmar autógrafos y recibir regalos.

“¡Olelé, olalá, Juli es de River, de River no se va!”, cantaron los hinchas al ver la figura de Álvarez aparecer por el portón principal del predio millonario. “¡Gracias por todo, Julián!”, fue uno de los gritos que más se escucharon para el futbolista que el domingo pasado ante Huracán en Parque Patricios anotó su gol número 54 (en 121 partidos) durante el ciclo de Marcelo Gallardo como entrenador, quedando a sólo uno del colombiano Rafael Santos Borré (55).

Se vivieron momentos de mucha emoción, ojos humedecidos y piel erizada. Hubo historias muy emotivas como la de Delfina, una hincha que ya había ido tres veces al River Camp pero que no había podido expresarle su admiración a Julián. Sin embargo, esta vez sí lo logró y le obsequió al futbolista una pancarta con fotos y mensajes.

Álvarez, uno de los atacantes del seleccionado nacional que dirige Lionel Scaloni, tiene un último anhelo antes de viajar al Reino Unido: que River de vuelta la serie ante Vélez y el equipo millonario logre avanzar a los cuartos de final de la Copa Libertadores. Hacer, al menos, un gol y recibir una última ovación serían los otros condimentos. Julián Álvarez todavía no se fue, pero River ya lo extraña.

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