La tierra de un campeón. Así se vive la Copa América en Calchín, el pueblo de 2800 habitantes que vio crecer a Julián Álvarez

“Cada vez que entraba a la cancha se transformaba”. En el corazón de Córdoba, se encuentra el pueblo de 2800 habitantes que cada vez que juega “el araña” se frena por completo para alentarlo.

Se podría decir que 1 de cada 2800 personas se convierte en crack del fútbol mundial. Al menos eso es lo que sucedió en Calchín, la localidad cordobesa que se hizo famosa por ser la cuna del 9 de la Selección Argentina, Julián Álvarez. Un pueblo tranquilo, de pocos habitantes, que desde hace algunos años vive la revolución de ser una sede fundamental del fútbol argentino.

“¡Yo soy el primo!” vitoreaba el conductor de un camión mientras tocaba bocina, cuando vio las cámaras ingresando a Calchín. En el pueblo todos se conocen y conocen a Julián, y el orgullo recorre sus calles: pancartas, carteles, insignias e imágenes de “la araña” le ponen color a cada casa, negocio y acceso de la localidad.

Desde que Julián debutó en River Plate, y luego más tarde se convirtió en figura de la Selección Argentina, la calma característica de este lugar se convirtió en una vorágine mediática que envuelve a un pueblo que alberga pura mística futbolera. Sus habitantes ya están acostumbrados a las cámaras y a las miles de preguntas de los periodistas en busca de un testimonio sobre el delantero cordobés, y reciben a los visitantes dispuestos a mostrar su orgullo, lo que permite conocer al campeón desde los ojos que lo vieron crecer.

Un regalo para Calchín

El día del debut de Argentina en la Copa América, los nervios recorrían el cuerpo de cada hincha mientras esperaban el gol que marcara la diferencia ante Canadá, que a cada minuto que pasaba se convertía en un rival más difícil. En Calchín, la gente se reunió en el Club para vivir todos juntos el orgullo de ser la cuna de Julián, y para disfrutar del fan fest de la mano de Rexona.

Apenas comenzó el segundo tiempo la alegría llegó nada más y nada menos que gracias a Julián, que le dio a Argentina el 1 a 0, y que hizo vibrar aún más a su pueblo natal. Su abuela, presente junto a amigos y vecinos del crack, se emocionaban hasta las lágrimas al ver a su nieto, a su amigo, a su vecino, al niño que creció jugando en las mismas calles que recorren ellos cada día, triunfar una vez más en la cancha.

Rexona, sponsor oficial de la Copa América 2024 y que acompaña a Julián Álvarez, propuso devolverle a Calchín el regalo que nos dio a los argentinos, así que durante las 72 horas previas al inicio del primer partido de la Copa América, pintó de celeste y blanco al pueblo y llevó varios regalos: kits de productos para todos los habitantes, un mural especialmente creado para la ocasión por el reconocido artista Gabriel Griffo, y una nueva cancha de fútbol que ya está lista para estrenar. Además sortearon importantes premios para todas las familias que asistieron al fan fest.

Un distinto

“Siempre fue un distinto desde chico. Cada vez que entraba a la cancha se transformaba y demostraba su talento, era superior a los demás.” recordó Damián Piana, Presidente del Club Atlético Calchín. El talento de Julián Álvarez nunca se puso en duda, y en cada partido reafirma su identidad como jugador. Corre más que ninguno, encara, se mueve con la naturalidad de quien creció en el potrero, en la plaza del pueblo, en el club, y juega de la misma manera y con la misma pasión que con la que jugaba en sus comienzos en Córdoba.

Argentina, es la tierra de la pasión. Es tierra de campeones y de fútbol. Calchín, Córdoba, es uno de esos rincones del país donde florece el amor por el deporte que despierta las emociones más intensas. Una vez que terminó el partido, la fiesta continuó. Y seguirá vibrando en cada partido y en cada gambeta “del Julián”, como le dicen los vecinos, porque el orgullo por el chico que no olvida a su pueblo, siempre estará presente.

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