La prueba que dio sin saberlo y una vida en Boca: Battaglia, el hombre que llega en silencio

Sebastián Battaglia se preparó toda la vida para esta oportunidad. Ni él ni nadie en el mundo Boca se imaginó que llegaría de esta forma. Pero los trenes a veces pasan solo una vez, y el que tiene colores azul y oro no espera demasiado en cada estación. En apenas 24 horas le cambió el mapa y la exposición. Pasó de ser el DT de la Reserva a asumir la responsabilidad de conducir al plantel profesional, una vez resuelta la salida por la puerta de atrás de Miguel Russo.

Su gran desafío no pasa por resultados inmediatos, que siempre son bienvenidos y contribuyen a trabajar con más tranquilidad, sino por algo que resulta mucho más importante y fundamental para que lleguen los éxitos: que Boca juegue bien. Que el equipo encuentre, adapte y sostenga en el tiempo una identidad en el campo de juego.

Su nombramiento estaba cantado desde hace tiempo. Desde siempre fue la primera alternativa si por algún motivo se interrumpía el ciclo Russo antes de tiempo. Nada nuevo: cuando el torneo está iniciado, es frecuente que el DT de de la Reserva se vista de bombero e inicie un interinato. Aunque nadie sabe, en realidad, si su ciclo será hasta diciembre, terminará antes o se prolongará en el tiempo.

Su cercanía con los chicos permite pronosticar una época donde las posibilidades para ellos serán más frecuentes y naturales. Amparado en el proyecto madre del Consejo de Fútbol (potenciar a los juveniles), Battaglia se hizo cargo del equipo este martes y el primer foco estará puesto en el equipo titular que reciba a Patronato este sábado.

Sabe que tendrá que desactivar una sospecha que extienden quienes remarcan su carácter de principiante en las grandes ligas y especulan con la intromisión del jefe: que de aquí en adelante será Riquelme el que le arme el equipo. Por supuesto, su fortaleza deberá responder a eso, aunque él seguramente esquive cualquier polémica pública, fiel a su estilo. Con una idea similar en lo que a propuesta e intérpretes se refiere, Battaglia es hoy la cabeza de un proyecto que involucra y alinea a todas las divisiones inferiores. La opción también era él por cercanía con el Consejo de Fútbol, por edad, por cargo y por su fluidez comunicativa con el equipo. El que como futbolista se convirtió en el más ganador de toda la historia del club viene desarrollando un buen trabajo en la Reserva, donde fue subcampeón del último torneo.

Más allá de su perfil de potenciar a los chicos, el nuevo entrenador tiene muy claro que los procesos madurativos y la consolidación de los juveniles lleva tiempo. De hecho, lo vivió en carne propia y es un agradecido de que Carlos Bianchi lo haya llevado así. Debutó con la camiseta azul y oro a los 17 años (mayo de 1998), pero comenzó a enhebrar partidos con más frecuencia a partir del 2000. Tanto su estreno como su afirmación en el primer equipo fue junto a hombres de experiencia: primero Diego Cagna y Mauricio Serna, y más tarde Raúl Cascini.

Su experiencia como DT de un plantel profesional es muy breve. Asumió en Almagro el 20 de marzo de 2018. Su ciclo duró siete partidos, en los que consiguió tres victorias, dos empates y dos derrotas. En ese lapso dejó al Tricolor en la cima de las posiciones de la B Nacional junto con Aldosivi, aunque el desempate por el ascenso se lo quedó el Tiburón (3 a 1). Luego, golpeado por esa derrota, quedó eliminado en el Reducido ante Agropecuario (2-0).

Después de un breve paso por Banfield como ayudante de campo de Julio Falcioni, asumió como entrenador de la Reserva de Boca. Fue uno de los nombres que llegó a Brandsen 805 junto al cambio de dirigencia. Desde antes de las elecciones se mostró cerca de Juan Román Riquelme, presidente del Consejo de Fútbol.

Más allá de ese paso por Almagro y Banfield, el camino del exmediocampista siempre estuvo más enfocado en la formación y en las divisiones inferiores. “La exigencia del resultado siempre está latente, pero en inferiores hay que formar a los chicos sin buscarlos ni apurarlos”, destacó alguna vez. Su muy buen trabajo en la Reserva xeneize no pudo coronarse con un título: Sarmiento de Junin le ganó la final 2 a 1, a comienzos de junio.

Su dibujo táctico elegido fue el 4-3-3, con un equipo protagonista, agresivo, dinámico y con mucha impronta en ataque. Dirigió 29 partidos, de los cuales Boca ganó 15, empató 8 y perdió 6.

Más allá del buen concepto que se tiene de él puertas adentro, superó satisfactoriamente una prueba bisagra. Cuando debió salir con un grupo de juveniles a ponerle el pecho a un contexto inédito como el que se dio ante Banfield y San Lorenzo, en apenas dos partidos mostró una idea de juego que cosechó elogios.

Entonces, el Boca de Battaglia fue protagonista. Salió a ganar. Sus jugadores dejaron el alma en cada pelota. Y aún sin los resultados positivos (fue empate 0-0 ante el Taladro y derrota 0-2 frente al Ciclón), lo exhibido generó ilusión. Si alguien tenía alguna duda de que podía ser el sucesor automático de Russo, esa doble jornada sirvió para evaporarlas. Battaglia se ganó esta oportunidad.

Este martes, el flamante entrenador xeneize llegó poco después de las 8 al predio de Ezeiza. Unos minutos después arribó Russo, que se acercó para despedirse de sus ahora ex dirigidos. El trabajo fue el habitual: físico en el gimnasio y ejercicios con pelota en la cancha. Lejos de las cámaras, con el bajo perfil mediático que lo caracterizó siempre.

En su cuerpo técnico hay otro nombre conocido para el hincha de Boca. Como ocurrió en la Reserva, Juan Krupoviesa será el principal ayudante de campo de Battaglia, mientras que Mariano Herrón continuará en el club, como un apoyo en ese puesto.

Además, Alejandro Blasco y Zacarías Gaggero estarán como preparadores físicos, mientras que Fernando Gayoso continuará como entrenador de arqueros. Como consecuencia de este movimiento, Hugo Ibarra, que hasta ayer fue seleccionador de las Inferiores, asumirá como director técnico de la Reserva.

Con su llegada, Boca vuelve a tener un DT de la casa después de casi tres años. El último fue Guillermo Barros Schelotto, que a su vez sucedió a Rodolfo Arruabarrena. Luego del Mellizo llegaron dos outsiders: Gustavo Alfaro (2019) y Miguel Russo (2020 a hoy). Con un dato curioso: es el primer DT de Boca que tiene usuario en redes sociales (https://twitter.com/sebabattaglia5), que hasta ahora usó con cierta frecuencia.

Como futbolista, su historia es más conocida. En 13 años de actividad profesional jugó 313 partidos oficiales, marcó 24 goles y dio 17 vueltas olímpicas, récord para el club de la Ribera. Víctima de una serie de lesiones traicioneras (la más grave, una osteocondritis en el tobillo derecho que lo molesta hasta la actualidad), jugó su último partido el 11 de diciembre de 2011, después de darse el gusto de sumar otro título (campeón invicto del Apertura).

Anunció oficialmente su retiro el 7 de enero de 2013, después de varios intentos frustrados de volver a jugar. Su partido homenaje fue inolvidable: el 8 de julio de 2015, ante una Bombonera repleta que lo ovacionó a él, a Riquelme e incluso a Carlos Bianchi, que un año antes había sido despedido por el entonces presidente Daniel Angelici.

A los 40 años Battaglia se da un gran gusto profesional. Con el desafío y la ilusión que eso genera (en él, en su equipo de trabajo y en los hinchas) y con la responsabilidad de asumir en un momento crítico. Pero también con la tranquilidad de conocer el club, de ser parte de las entrañas de la institución y saber cómo funciona la caja de resonancia que tiene a nivel mundial.

El sábado, frente a Patronato y en la Bombonera, se levantará el telón de este ciclo. Con un plantel renovado, con líderes positivos naturales, como Carlos Izquierdoz y Marcos Rojo, y con otros integrantes que, relegados por Russo, ya se enfocan en ganarse la posibilidad de volver a tener chances en el primer equipo.

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