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La muerte de un hincha de Vélez desató la furia en otra jornada negra
Emanuel Alvarez, de 21 años, fue asesinado cuando viajaba al Nuevo Gasómetro; la violencia de los hinchas del Fortín forzó la suspensión
Nadie entendía nada. Los futbolistas estaban dispuestos a comenzar el partido y Héctor Baldassi ponía en cero su cronómetro. Parecía que todo estaba listo. De repente, muchos hinchas de Vélez, con una furia desmedida, se treparon al alambrado de la tribuna visitante con el fin de suspender el encuentro. Como termitas devorándose un pedazo de madera, así reaccionaron los simpatizantes del conjunto de Liniers. La policía, al principio, miraba incrédula y luego de unos minutos, cuando se dieron cuenta de que no se iban a frenar hasta detener el juego, se activaron con algunos tiros al aire y la manguera de agua, con la idea de alejar a los hinchas que ya estaban ingresando con aires desafiantes en el campo de juego. Los jugadores del equipo de Tocalli intentaron frenarlos, pero recibieron como respuesta: "O suspenden el partido o todo será peor". Incluso, muchos se preocuparon porque tenían a sus familiares en la tribuna.
Nadie entendía nada, pero la locura de los hinchas de Vélez se produjo por esa mezcla de bronca, resignación y dolor al enterarse de que Emanuel Alvarez, de 21 años, había muerto. Sí, el hincha de Vélez que no sobrevivió al disparo cobarde que salió de un arma calibre 22 y falleció.
La caravana de 40 colectivos que venía de Liniers con la ilusión de los hinchas de Vélez, con una vigilancia delante, sufrió un impacto. Se escucharon los disparos y...
Al principio pensaron que no sería grave. La ambulancia del SAME llegó a Perito Moreno y Portela, el lugar donde estaba herido Emanuel, a las 16.02. En realidad, los impactos de bala (una dio en Emanuel y la otra en el colectivo) se produjeron en Mariano Acosta y Perito Moreno, donde se ubica el predio La Quemita, pero el colectivo siguió cien metros más, los segundos que demoraron hasta avisarle al chofer del incidente. La principal hipótesis habla de que los disparos habrían salido de un Fiat Duna blanco.
¿Qué sucedió con Emanuel luego de recibir el impacto de bala? Al respecto hay dos versiones:
1) Según Alberto Crescenti, titular del SAME, a las 16.06 comenzó el traslado hacia el hospital (con una herida en la tetilla izquierda) y en el centro de salud el joven sufrió un paro "cardio-respiratorio que le provocó la muerte".
2) Graciela Rivarola, jefa de la guardia del Hospital Piñero, dijo otra cosa: "Ingresaron tres personas en la guardia. Una con una herida cortante en un brazo, otra con una contusión en el cuero cabelludo y el chico que falleció con una herida de bala en el tórax. Cuando entró en el hospital, ya estaba muerto", explicó ayer a las 20.10.
Alejandra, que iba en el colectivo donde viajaba Emanuel, comentó: "Iba una vigilancia delante de los ómnibus, pero de un Fiat (aquí es donde aparece el Duna blanco en cuestión), bajó un hombre con una camiseta de San Lorenzo y directamente le disparó al colectivo. Nosotros nos enteramos de la muerte del chico al final del partido de reserva. Informamos a la gente en la tribuna y la verdad que el partido debió suspenderse antes. Había un periodista deportivo muy famoso, allegado a la AFA, que dijo que la fecha no se podía suspender. Yo hace 30 años que voy a ver a Vélez y nunca vi una cosa igual. Creo que debería suspenderse el fútbol".
Gabriel, otro testigo, agregó: "Yo iba el ómnibus también. El chico que falleció se bajó porque pensó que no era una herida seria y se sentó en el cordón de la vereda a la espera de la ambulancia. Nosotros seguimos hacia el estadio, pero nos enteramos después. A mí me llegó un mensaje de texto al celular donde me avisaron que había muerto. No lo podía creer. A Emanuel lo conocía de los viajes porque iba siempre a ver a Vélez. No era ni barrabrava ni violento; su pasión era Vélez. La verdad es que después de lo que viví hoy no sé si volveré a ir a una cancha".
Los simpatizantes de El Fortín, todavía cegados por la bronca, volvieron por el mismo camino hacia Liniers, pero se detuvieron en la esquina del Predio de La Quemita y destrozaron una parrilla (rompieron vidrios y mesas de madera), un Wolkswagen Gol y las rejas negras del predio de Huracán. La policía, que aparentemente los escoltaba, estaba allí pero no pudo impedir la agresión. Una vez más, una esquina bastante insegura era el escenario de un hecho de violencia.
Al cierre de esta edición, en la comisaría 44a, en Liniers, se le realizaba el peritaje a 31 de los 40 colectivos que formaron parte de la caravana ya que la policía evaluaba si encontraba algún otro rastro de la agresión. Los efectivos estaban divididos por el recital que Bob Dylan realizó anoche en el estadio Amalfitani, pero –según fuentes policiales– al mismo tiempo se le tomaba declaración a una testigo que sería clave en la búsqueda de pistas para identificar al asesino. La investigación está a cargo de la comisaría 36a, ubicada en Pedernera 3405, y en ella colabora la División de Conducta Delictiva en Espectáculos Deportivos. Hasta ahora, el rastro más firme es el que habla de un hombre con "la camiseta de San Lorenzo" que disparó de "auto blanco".
Todo se oscurece. Es de noche, pero mientras se busca al culpable, el fútbol se llevó otra víctima. Nadie lo puede creer.
- Fernández dijo que no hubo detenidos
El comisario inspector Daniel Fernández, a cargo del operativo de seguridad, le confirmó anoche a LA NACION que no hubo detenidos por los incidentes y que cuentan con filmaciones para analizar. Convocó a testigos que puedan aportar datos para el esclarecimiento del asesinato de Alvarez.
El antecedente en Italia
El 11-11-2007, un policía mató a Gabriele Sandri, de 26 años, un hincha de Lazio. Enseguida, la Federación Italiana suspendió el choque Inter vs. Lazio. En Bergamo, los hinchas de Atalanta, enfurecidos por la noticia, generaron incidentes que obligaron a suspender su partido ante Milan.