El penal de Sappa, el empate de Huracán y el grito de Mercado en Sevilla: postales del fin de semana "del último minuto"

La última línea es la que decide: por ella, el cuento puede transformarse en una gran historia o en una enorme decepción. O las dos cosas al mismo tiempo, si se trata de fútbol, con los unos y los otros recibiendo la sentencia del desenlace.

Por eso, más allá del escándalo generado en la Bombonera por el provocador de Teo Gutiérrez, o más acá de la caída de River en Rosario frente a Newell’s y del clásico que San Lorenzo le ganó con autoridad a Independiente, bien vale la pena posar la mirada en el lado B de esta décima fecha del torneo de Primera División, que resolvió con el último latido cuestiones esenciales en diversos escenarios.

Estudiantes ya ganaba y ya seguía siendo líder absoluto, único invicto además, en su difícil parada de local ante Colón. El gol de Lucas Viatri y su solidez defensiva le aseguraban otros tres puntos para sostener la sonrisa jactanciosa. Pero llegó el penal que pudo cambiarlo todo a un minuto del final.

Lo ejecutó el experimentado Pablo Ledesma, alto y fuerte a la derecha de Daniel Sappa . Y el aquero de 21 años voló con las alas desplegadas para espantar la pelota y el desencanto que llevaba dentro. Protagonista de una superación constante, el que siendo adolescente perdió a su padre un mediodía de un 24 de diciembre en un accidente justo frente al estadio Unico, el que era tercer arquero del plantel y tuvo la chance ante la irregularidad de Nahuel Losada -sucesor del lesionado Mariano Andújar-, Sappa resultó determinante para que todo siguiese igual en la cumbre del campeonato.

La décima fecha había arrancado el domingo 13 con otro desenlace postrero. Aquel penal convertido por Maximiliano Caire justo en el minuto noventa en Liniers no sólo le había dado el triunfo a Vélez por 2-1 sobre Defensa y Justicia: también le otorgó una buena dosis de oxígeno ante su pálido promedio y de paso sentenció el final del ciclo de Ariel Holan como entrenador del equipo de Florencia Varela.

Del otro lado del Atlántico se volvió gigante Carlos Kameni, el arquero camerunés de nacionalidad francesa que juega en el Málaga (globalización, le dicen), para evitar la caída de su equipo ante el Barcelona. Le sacó sobre la línea y sobre la hora el gol a Neymar y se revolcó una y otro vez para que el cero a cero quedase atornillado en el Camp Nou. Gabriel Mercado destapó todas las euforias cuando marcó el 3-2 ya en tiempo de descuento para que el Seviila venciera al Deportivo La Coruña. Y el derby del norte italiano se definió en el último suspiro cuando el croata Ivan Perisic puso el 2-2 del Inter frente al Milan.

Pero de este costado del mapa hubo más, claro. Porque Ignacio Pussetto amargó a Racing en el cierre del partido con un gol que nació de una infracción. La plancha del delantero de Huracán no fue sancionada por el árbitro Mauro Vigliano y el 1-1 se hizo realidad en Parque de los Patricios.

A veces la última línea no cambia la historia. Le pasó a Germán Denis, que decoró la tarde insulsa de Independiente con su cabezazo goleador de último momento. A veces pasa. Por eso el que construye temprano sus triunfos no le teme a las embestidas del final.

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