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Jorge Jesus, el cerebro de Flamengo que marcó a varias figuras argentinas
Se agotaba junio, casi no le quedaban días al mes, pero para Jorge Jesus apenas era el comienzo. Solo llevaba algunos días en Río de Janeiro cuando enfiló hacia Barra da Tijuca. La selección argentina estaba alojada en el Hotel Sheraton mientras esperaba jugar con Venezuela, por la Copa América, y al entrenador portugués le pareció una buena ocasión para reencontrase con dos viejos amigos. "Todavía ni había debutado en Flamengo y me dice ‘venite a fin de año, venite que vamos a ganar la Libertadores’. ¡Qué entusiasmo! Él sentía que iba a ser una gran experiencia. De Jorge tengo millones de cosas buenas para contar. Es una excelente persona, un entrenador muy cercano al jugador y, tácticamente muy astuto, un técnico como pocos he conocido", le cuenta Ángel Di María a LA NACION, desde París. Jorge Jesus lo fue a saludar a él, claro, y también a Pablo Aimar, la debilidad del técnico que buscará arrebatarle la Copa Libertadores a River.
El vínculo de Jorge Jesus con los futbolistas argentinos nació hace una década y se volvió usual. Desde aquella temporada 2009/10 en Benfica, cuando los conoció a Aimar, a Di María y a Javier Saviola. Por Aimar desarrolló sentimiento y admiración: "Tuve grandes jugadores, pero como Aimar ninguno. Era un jugador impresionante. Aprendí a ser mejor entrenador con él. Piensa el juego y sabe del juego como ningún otro. Tenía las cosas siempre en la cabeza. Antes de que le llegara la pelota, Aimar ya sabía qué hacer con ella. Era un jugador que pensaba por encima de lo normal", ha contado el portugués, el entrenador más laureado en la historia del fútbol de su país.
Alguna vez, consultado Aimar sobre qué equipos buscaba por TV, contó que miraba a Barcelona por Messi y al City de Guardiola, y que seguía a dos entrenadores, cualquiera fuesen sus clubes: al italiano Maurizio Sarri y a Jorge Jesus. "Para mí los grandes entrenadores son esos, los que enseñan. Los jugadores que pasan por entrenadores así, y a mí me tocaron José [por Pekerman], Bielsa y Jorge Jesus, después de un tiempo son mejores jugadores. Cada uno que pasó por sus manos se fueron siendo mejores", detalla Aimar.
Jorge Jesus reúne el consenso de sus exdirigidos: todos lo destacan. Eduardo Salvio suma su mirada: "Es un grandísimo técnico, hemos ganado muchas cosas juntos y le deseo que gane muchas más en Flamengo", cuenta el delantero que compartió tres temporadas. Y se suma Javier Saviola, que desde su casa en Andorra le cuenta a LA NACION: "Solo puedo elogiarlo, aprendí mucho a su lado. Supo darme la confianza que necesitaba y ubicarme en el sitio en el que mejor podía rendir: me ponía como una especie de enganche, entre Pablo [por Aimar] y el paraguayo Cardozo; yo tenía que jugar entrelíneas, y él me explicó muchos ejercicios para moverme mejor. Me potenció. Fueron tres años impresionantes, ganamos el torneo y varias copas más. Me eligieron el jugador de la liga y siempre sentí que se lo debía a él, a sus conocimientos y a su atrevimiento. Le gusta tomar riesgos, siempre piensa de manera ofensiva. Le tengo un gran cariño, fue uno de los técnicos más importantes de mi carrera. Yo disfrutaba y aprendía a su lado. Es un sabio que elige muy bien a los jugadores y se compromete con ellos".
Muchos años, cinco, Jorge Jesus dirigió a Nicolás Gaitán, que se deshace en elogios. Siempre en Benfica, también contó con Franco Jara, Ezequiel Garay, Rogelio Funes Mori y el zaguero Lisandro López. Y con Enzo Pérez, claro. Al volante lo reinventó, le cambió la carrera entre 2012 y 2014, antes de marcharse a Valencia: "Jorge me propuso jugar como doble cinco. Yo no quería saber nada, no me veía ahí, pero me dijo: ‘Quedate tranquilo, vamos a practicar. Te voy a mostrar videos y haremos ejercicios después de hora’. Terminé siendo el mejor futbolista del año (en 2014) en Portugal, tenía razón... Es un monstruo tácticamente", reveló en una reciente entrevista en LA NACION. Volverán a verse en tres días, en Lima: "Lo iré a saludar por respeto. No me gusta comparar, pero tiene una forma de trabajar muy parecida a la de Marcelo, que es muy exigente en el día a día", adelantó Enzo Pérez.
Después de marcar una época en Benfica, el 3 de junio de 2015 Jorge Jesus se marchó del club y al día siguiente firmó con... Sporting Lisboa. Allí, dirigiría a otros cuatro argentinos: al goleador Hernán Barcos, al volante Alan Ruiz, y a Rodrigo Battaglia y a Marcos Acuña, que continúan en el club de la capital.
Retoma Di María, que solo lo tuvo una temporada, la última suya en Benfica antes de ser transferido a Real Madrid. Fue el mejor año de ‘Fideo’, que marcó 10 goles, dio 19 asistencias..., y salieron campeones de la Liga portuguesa. "Es muy lúcido para los detalles estratégicos. Crece en los partidos grandes y me pone muy feliz que haya llegado a la final. Tácticamente es muy bueno para encontrar detalles y ganar instancias importantes. Lo hizo en Benfica, lo puede hacer en cualquier lado, y en Flamengo en pocos meses llegó a la definición de la Libertadores. Le deseo lo mejor..., pero soy argentino, y uno siempre quiere que les vaya bien a los nuestros. Que gane el que haga mejor las cosas en Perú. Jorge o Gallardo se lo merecen, ambos". Jorge Jesus buscará ser el segundo técnico europeo –en 1991, el croata Mirko Jozic con Colo Colo– en alzar la Libertadores. Los argentinos que mejor lo conocen no disimulan su fascinación por el cerebro del revitalizado Mengao. Voces para atender.
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