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"Cris, pasión de multitudes", "democracia o monopolios, esa es la cuestión" y "la gente pide que se vaya Cobos, pero esa es otra cuestión" no son frases que decoran un acto político, sino que se han escuchado, en más de una ocasión, en las transmisiones del Fútbol para Todos. Así, Javier Vicente, su autor, se ha ganado el mote del relator militante. Pero lejos de enojarse, toma el apodo con orgullo y no duda es definirse como "alguien más de la causa Nacional y Popular".
En una extensa charla con el sitio Rock and Ball, Javier Vicente habló de todo: su rol en el FPT, su lucha "contra los monopolios", la intención de cambiar su relato y del frustado desembarco de Marcelo Tinelli en las transmisiones de fútbol.
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"Me enorgullece porque yo reivindico la militancia. Me considero un militante de toda la vida. Reivindico el concepto de la militancia desde siempre. En ese sentido, a pesar de que se me quiere estigmatizar con esa denominación, yo no hago más que apropiarme de ella para enorgullecerme de ser un militante y alguien más de la causa Nacional y Popular", dice el relato. "También me dicen el relator del pueblo. Y me enorgullecee porque la gente se tomó de eso", agrega.
Pero a la hora de hablar de su militancia, Javier Vicente siente la necesidad de aclarar que se alejó del peronismo durante la época de Menem y regresó cuando asumieron los Kirchner. "En los tiempos del menemismo estuve cerca del frepaso y volví al peronismo tradicional cuando Néstor empezó a gobernar al país. Sin dudas, para mí, él y Cristina fueron lo más peronista después de Perón", explica el periodista, quien recuerda con tristeza la muerte de Kirchner: "Cuandos se confirmó la noticia, me puse mal… Empecé a llorar".
El proyecto del FPT es un antes y un después, una bisagra en la televisión argentina. Porque fue, al mismo tiempo que una decisión comunicacional y cultural, una decisión política extraordinaria, de inclusión social maravillosa. Había millones de argentinos que habían quedado fuera de consumir por televisión el fútbol, la pasión de los argentinos", analiza en clara sintonía con el discurso oficial.
Pero no tarda en desviar la conversación a uno de los temas más sensibles para él: los monopolios. "El fútbol de antes fue un ejemplo de lo eran capaces los monopolios", sostiene.
"El producto en sí mismo siempre se puede mejorar y todos los proyectos que hayan alrededor son bienvenidos. Es obvio que se puede mejorar la artística, las transmisiones y hasta lo periodístico. Yo estoy abierto a los cambios. Lo que yo hice en el FPT es resaltar el proyecto, reivindicarlo desde el relato mismo y, al mismo tiempo, ser parte de la discusión de lo que fue en la Argentina la ley de medios", dice.
Con la implementación de la Ley de Medios, Javier Vicente asegura que ahora viene otra etapa en su relato. "Tiene que ver con seguir rescatando la cultura Nacional y Popular. En ese sentido, quiero seguir profundizando por ese lado, con un discurso no tan explícito, sino más bien sugerido", avisa.
Sobre su relato, Javier Vicente confiese que trabaja y arma lo que va a decir, aunque aclara que nunca recibió órdenes de ningún político. "Somos 11 o 12 relatores que cada uno tiene sus pensamientos. Algunos vinieron de la gestión de Torneos y Competencias. Otros lo hicimos desde medios alternativos. Pero en el marco de la pluralidad, que haya un lugarcito para alguien que reivindica las políticas nacionales y populares me parece que no es para ponerse mal o sonrojarse", piensa.
Sobre la posible inclusión de nuevos periodistas, Javier Vicente se mostró a favor. "En la medida que sea un aporte, no invalidaba lo que se estaba haciendo. Estamos hablando de profesionales muy capaces: Mariano Closs, Vignolo, Varsky… Es cierto que son parte de un modelo diferente al que uno expresa, pero creo que podemos convivir todos", señala.
Y añade: "Creo que venían a hacer un aporte valioso. En ningún caso se planteó un problema de periodistas, tampoco lo hicieron los colegas. Incluso, Varsky fue muy respetuoso. El señaló que hacerme a un lado por mi pensamiento era claramente una discriminación ideológica. En FPT, podemos convivir todos. Lo que no hubiese estado bueno es que un sector de este periodismo deportivo hubiese acaparado todo".
En referencia a los rumores de su salida, considera: "Se generó una suerte de linchamiento mediático. Y se generó porque, evidentemente, hay cuentas pendientes. No es casualidad que un año atrás Héctor Magnetto me denunciara a mí y a otros periodistas. El grupo monopólico debe tener cuentas pendientes conmigo. No creo ser tan importante como para Magnetto se preocupe tanto por mí. Hemos visto un linchamiento mediático para mí, para Apo… Incluso para Marcelo (Araujo) y para Julio (Ricardo), a los que uno les puede analizar si estaban en condiciones de seguir,o no, pero cuyas trayectorias son absolutamente respetables".
"En el caso de Alejandro Apo y el mío, se hizo hincapié en la parte política. Nadie discutía mi relato: si le erro, o no, a los jugadores; si tengo, o no, un idioma fluido… Eso nunca estuvo en cuestión. Lo que estaba en cuestión es si tenía permitido, o no, dejar en claro que yo soy esto, que soy parte del proyecto Nacional y Popular. Había una discriminación ideológica", aclara.
Además. también opina del FPT que ideó Tinelli y que nunca vio la luz. "Cuando ellos plantearon la despolitización, estaban poniendo un poco en cuestión el origen mismo del FPT. Pero creo que lo hacían desde un lugar que pensaban sanamente en hacer un aporte. Imaginaban que despolitizando, si bien también es una forma de hacer política, iban un poco a contramano de lo que fue el proceso originario. Sin embargo, no creo que invalide para nada el aporte que hubiera hecho Marcelo Tinelli en el Fútbol para Todos", analiza.
Desde tu lugar profesional y suponiendo que cambie el Gobierno, pero te quieran igual con la misma forma de trabajar ahora en el FPT. ¿Seguirías?
Sí, yo reivindico el proyecto de FPT y lo básico que es que sea gratuito. Mientras siga siendo gratuito, abierto y para todos me van a tener apoyándolo. Pero cuando deje de ser inclusivo y vuelva a ser una mercancía, me van a tener del lado de enfrente.