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Javier Valdecantos: "El que crea que fingimos, no estuvo arriba del micro para ver lo que nos pasó"
Con el paso de las horas se van conociendo más detalles de lo que vivió el plantel de Boca en el micro que fue agredido cuando se acercaba al estadio Monumental, donde debía disputar la frustrada final de la Copa Libertadores .
Javier Valdecantos , preparador físico del equipo, dialogó con el programa +Info, de LaNación+ , en donde brindó un relato estremecedor de lo acontecido.
"Veníamos muy tranquilos por Libertador, hasta que salimos del túnel y ya sabés que estás en Belgrano, es zona River y tenés que tener cuidado y cerrás las cortinas. Y cuando giramos en Quinteros es cuando empiezan a tirarnos piedras y de todo. Pero sólo cuando llegamos a esa esquina. Antes no. Veo las imágenes y la verdad es que la gente estaba muy pegada al micro. Era obvio que algo podía pasar.", relata el profesor.
Los jugadores, que viajan en la parte de arriba del micro, empezaron a bajar corriendo y a los gritos. Subo para bajar a los demás jugadores, no se veía nada por el humo. Era un caos
Enseguida, el relato se vuelve escalofriante: "Nos metimos en esa curva y de golpe se empezaron a romper todas las ventanas. Los jugadores, que viajan en la parte de arriba del micro, empezaron a bajar corriendo y a los gritos. Subo para bajar a los demás jugadores, no se veía nada por el humo, algunos pidiendo un médico. Era un caos. Llevo 25 años en primera división y nunca me pasó."
En ese contexto completamente desnaturalizado, Boca llegó al Monumental. Y Valdecantos contó la presión que recibieron para jugar sí o sí. "Llegamos al vestuario y la Conmebol presionándome a mí que tenía que jugar sí o sí el partido. Y yo les decía que se fueran, que de ninguna manera lo íbamos a jugar. Y a la media hora de nuevo, y los eché de nuevo. Y mientras, por los altoparlantes le decían a 70.000 personas que habían ido a ver un simple partido de fútbol: ‘A las seis empieza. A las seis y media. A las siete’."
Los de la Conmebol me dijeron ‘Si Boca no se presenta son 10 años de suspensión para el club’. Y ahí me fui a la cancha a poner los conos. No podía poner en riesgo el futuro del club
La postura del preparador físico fue inflexible hasta donde pudo aguantar: "De pronto volvieron y me dijeron que el partido se jugaba sí o sí 19.30. Yo les dije que a mis jugadores no los sacaba a la cancha. Y entonces me dijeron: ‘Si Boca no se presenta son 10 años de suspensión para el club’. Y me encontré en una situación en la cual siendo empleado del club no me podía plantar en esa y poner en riesgo el futuro del club. Y entonces, me fui a poner los conos en la cancha, mientras Pablo Pérez y Lamardo todavía no habían vuelto del sanatorio. Yo vi como a Pablo le sacan del ojo un pedacito de vidrio y por eso se lo llevan al hospital. Jara tenía cortes en un pie. Lamardo tenía pedazos de vidrio incrustados en el cuello. Era una locura jugar el partido en esas condiciones. Cuando estoy poniendo los conos me mandan a decir que no inicie la entrada en calor. Y ahí es donde entendí que el partido se suspendía.
La historia no terminó allí: "Llegamos 15.30 y estuvimos hasta las 19.30. Cuatro horas tratando de que entiendan que no se podía jugar en esa situación. Los jugadores habían almorzado 11.30 porque yo programo el almuerzo unas cinco horas antes del partido. A las 19.15 lo íbamos a jugar sin comer, y después de todo lo traumático que había sido la jornada. Y entonces los jugadores salieron a hablar porque ya era un caos. Era incontrolable todo."
Con la postergación consumada, Valdecantos planteó jugarlo durante la semana: "Cuando se suspende el partido, nosotros decimos que al día siguiente no lo queríamos jugar. ¡Porque no se podía jugar ayer!. Yo le decía a Guillermo: ‘Guille, si lo postergan, pedí jugarlo miércoles o jueves’.
La odisea de Boca en el Monumental continuó: "Cuando se anuncia la postergación encima tuvimos que esperar dos horas más para que se vaya el público. Además, tuvimos que esperar otro micro porque el micro que nos había llevado estaba todo roto y había sido vallado porque lo estaban peritando los de la fiscalía para constatar la agresión. A las 12 de la noche reunión entre nosotros para tratar de hablar con los jugadores, que teníamos que seguir adelante y reponernos de la adversidad, tratando de hacerles entender que lamentablemente teníamos que jugar al día siguiente cuando era realmente una locura."
En algún momento tenemos que entender que es solo un partido de fútbol, por más que sea Boca o River. Uno tenía que ganar y otro perder. Y tenemos que acostumbrarnos a eso
El profe de Boca también se hizo un espacio para la reflexión: "Realmente me da mucha pena todo lo que pasó. Me avergüenza. Pero lamentablemente es lo que nos toca vivir. Nosotros estamos siempre en ese límite. Es a todo o nada. Que el que gana, vale, y el que pierde no sirve para nada. Y no podemos vivir así. En algún momento tenemos que entender que es solo un partido de fútbol, por más que sea Boca o River. Uno tenía que ganar y otro perder. Y tenemos que acostumbrarnos a eso. Veo la llegada del micro, con 20 motos, y no debe ser así. Tenemos que llegar a un estadio como cualquier lugar civilizado, entrar, jugar un partido, irnos y listo. Porque la vida sigue, porque lo realmente importante de la vida pasa por otro lado."
Visiblemente afectado por lo acontecido, Valdecantos confesó: "Después de todo lo que pasó el sábado para nosotros nada es igual. O al menos para mí. Hasta ese momento era la final, la ilusión de ganarla, de ir al Mundial de Clubes… Y después, al día siguiente que se reprogramó para el domingo, todos los que participamos del grupo (los jugadores, el cuerpo técnico), ya no sentíamos lo mismo que el día anterior."
"Estas cosas te destrozan. Lo que pasó no puede ser. Es sólo un partido de fútbol y tiene que ser así. Uno gana y el otro pierde, no puede ser de otra forma. Lamentablemente nosotros vivimos nuestra profesión sabiendo que el domingo nos quedamos sin trabajo. Siempre es así. Siempre dicen ‘Si Boca pierde Guillermo se tiene que ir. Si River pierde Gallardo no sirve para nada’ Y no es así. Todos trabajamos para hacer nuestro trabajo de la mejor manera posible. Los contratos deben ser respetados, la gente debe ser respetada. No podemos vivir así. No podemos generar todo esto.", manifestó.
Era una Copa muy difícil, con muchos campeones y equipos poderosos. Y llegamos Boca y River. Esto era un sueño. ¿Y que pase esto? Es muy difícil volver a estar bien
Luego, rememoró: "Es un año de trabajo para llegar a este lugar. Me acuerdo el 20 de diciembre del año pasado, cuando se hizo el sorteo de esta Libertadores. Y mirábamos el cuadro, mirábamos los equipos que había, una de las copas más duras de los últimos años, con muchísimos campeones, los equipos más fuertes de Brasil y de Uruguay, y que los dos que habíamos llegado a la final éramos de la Argentina. Esto era un sueño. Jugar una final de este tipo, un Boca-River, en Copa Libertadores. ¿Y que pase esto? Es muy difícil volver a estar bien. Lamentablemente está esa frase de que todo pasa y hay que seguir. Hoy tenemos partido libre y ya mañana hay que preparar el partido del domingo con Independiente, por la Superliga, o si se suspende y se juega el partido con River. Hay que darle para adelante. Esto es así. Es el país y el deporte que nos toca. Que no debería ser así, pero es así."
Ante la consulta acerca de las versiones que aseguraban que algunos futbolistas de Boca habían fingido o exagerado para sacar una ventaja deportiva, Valdecantos contestó, enérgico: "Yo les planteo este escenario: ustedes van con sus hijos a la cancha y los agreden de esa forma y ¿qué hacen? Se vuelven a sus casas muchachos. Nosotros, después de lo que pasó, ¡nos obligaban a jugar!. Entiendan lo que estamos diciendo. No digan que estábamos fingiendo. ¿Qué voy a fingir? El que crea eso hubiera estado arriba del micro para ver lo que nos pasó. Miren cómo quedó el micro, rompieron todas las ventanas. Era un caos, los jugadores bajando y metiéndose en los asientos donde estábamos nosotros con el entrenador. Yo subiendo a la parte de arriba que estaba toda rota. Un humo que no veías quién estaba gritando "Doctor, doctor, traigan un médico". ¿Vos pensás que se puede jugar la final de la Copa Libertadores en ese contexto? No sean malos. Estamos como estamos por los que especulan con estas cosas. ¿Cómo voy a fingir? Da igual si somos Boca o River. Somos un grupo de personas que fuimos a jugar un partido de fútbol. Nada más que eso."
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